___________________________________________
Aún no reproduzcan el audio.
Consejo: Busquen audífonos.
___________________________________________
___________________________________________
Aún no reproduzcan el vídeo.
___________________________________________
La tormenta eléctrica azotaba con fuerza al vulnerable pueblo de Shellingtoonhood. Los cielos rugían como leones furiosos, el viento soplaba sin piedad, los rayos caían como flechas mortales y la lluvia descendía impetuosa. No obstante, debajo del cielo, entre los árboles del bosque, aplastando el barro con firmes pisadas, dos jovencitas se hallaban corriendo, apresuradas por llegar a su destino (o por lo menos, una de ellas deseaba hacerlo).
-Estamos cerca... -avisó Adeline, mientras corrían, alzando la voz para ser escuchada entre tanto ruido.
Pero al cabo de unos segundos, se detuvo, al igual que Odette.
-¿Qué sucede? -le preguntó ella, mientras retomaba el aire.
Les faltaba poco camino por recorrer para salir del bosque. Y a pesar de la tempestad, Adeline continuaba persiguiendo aquello que deseaba, por lo que no tenía planes de retroceder por ningún motivo.
Para lograrlo, la niña tenía pensado adentrarse en una parte de la arboleda que aún no había explorado del todo, pero, confiando en su brújula interior, estaba segura de que aquella ruta conectaba directamente con la parte trasera de la casa de Renard.
Adeline, observando los árboles que difícilmente se detallaban por tanta lluvia, intentaba reconocer el camino para continuar.
-Estoy segura de que es... -pensaba. -Por aquí. -señaló, pero antes de volver a correr, Odette la detuvo tomándole del brazo. -¿Qué haces? -expresó, confundida.
-¿Estás segura de querer hacer esto? -le preguntó, soltándola. -¿No crees que deberíamos volver?
-¿Qué te dije hace unos minutos? Que sí, estoy segura. -le contestó, con cierta molestia. Tenía prisa. -Sólo voy a observar, así que no haré nada, si es lo que piensas que haré.
-No me refiero a eso.
-¿Entonces a qué te refieres?
-Hablo de que si en verdad deseas verlo morir.
-¿Y qué tiene?
-Eso es una forma de vengarse. -comentó. -Indirecta, pero el sentimiento de regocijo será el mismo.
-Wow... -expresó Adeline, sorprendida. -Realmente cambiaste. -Y por breves segundos se quedaron en silencio, mientras la lluvia caía sobre ellas. -Hay que seguir por all...
-Creo que sería más seguro si regresáramos ahora. -insistió Odette, interrumpiéndola de nuevo.
A la chica le resultó extraña tanta insistencia.
-¿Por qué quieres volver? -le preguntó, para salir de dudas.
-Hace unos minutos también lo dije.
ESTÁS LEYENDO
La Sirvienta ©
KorkuLa inquientante historia de un pueblo aislado del mundo, cuyos habitantes desaparecieron sin dejar rastro en la década de los 80', llega a manos de Samantha Bush, una joven periodista cuya profesión peligra con desaparecer. En búsqueda de la verdad...