CAPITULO XXII

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Shawn y yo hemos quedado en nuestro sitio habitual esta tarde, el parque

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Shawn y yo hemos quedado en nuestro sitio habitual esta tarde, el parque.

Con lo cual, estoy entrando por la verja que tiene acceso a la parte en la que van las parejas a pasear, hoy somos nosotros. Por el paseo vemos algunos mimos y algunas personas que vienen a ganar algo de dinero, y por el fondo observo que hay bastante gente de nuestra edad. A la derecha está apartada de la zona de los columpios para los niños, todavía me sigue gustando columpiarme, aunque parezca de lo más infantil. Luego iremos a dar una vuelta, cuanto más tiempo pasemos juntos más posibilidades tengo de conocer mejor a Shawn. En el instituto es imposible, los demás están interrumpiéndonos constantemente y los profesores ya no nos dejan estar en las escaleras.

Lo veo y está de espaldas a mí, sentado en un banco con la mirando hacia abajo, supongo que a su móvil. Me acerco lentamente tratando de no hacer ruido y cuando estoy lo suficientemente cerca lo agarro por los hombros apretándoselos.

De inmediato Shawn pega un brinco y mira hacia atrás sobresaltado mientras yo me río de su cara de susto.

-Muy bonito, en vez de hacer como todas las chicas románticas y taparme los ojos o cualquiera de esas ñoñadas me das un susto.- su mirada es de reproche pero su sonrisa confirma que está bromeando.

-¿Quién ha dicho que yo sea romántica?-

-Pues entonces tendré que enseñarte, no puedo ir con miedo de que mi novia haga que me de un infarto un día de estos.-

-Entonces podrás decir que hago que tu corazón deje de latir.- los dos empezamos a reír y me siento a su lado.

-No sé cómo se te ocurren ese tipo de cosas, pero me encantan.- Acerca su rostro al mío  y ninguno de los dos dejamos de sonreír. - ¿Vas a darme ahora mi beso o qué?-

-Te diría que no, por joder más que nada, pero teniéndote así de cerca...-

Esta vez tomo yo la iniciativa y lo beso, le extraña que sea yo quién lo haga. Hasta ahora siempre ha sido Shawn el que ha llevado la iniciativa, pero me ha salido sin pensar.

No tengo palabras para describir sus besos, cada vez son diferentes, no tienen un patrón. Un día puede ser apasionado y caliente y al otro suave y delicado, pero nunca son iguales. Se deja llevar por el momento, al igual que yo, y eso hace que todo lo que he dicho anteriormente tenga sentido.

-Hoy estás que te sales Madison.- susurra contra mis labios.

-Bueno... tú estás como siempre, me decepcionas. Había oído rumores que decían que besabas muy bien.- sonrío.

-¿Perdona?, soy el mejor que has besado nunca.- Se aparta para mirarme a la cara.

-Verdad, pero tampoco tengo donde elegir... ¿debería probar y besar a otro para así tener con qué comparar?- me toco la barbilla de manera exagerada, como si estuviera pensándolo.

-No bromees con esas cosas Madison, podría cortarle las pelotas a todo chico que te mire a partir de ahora.- lo dice de broma pero está serio.

-Quieto ahí fiera, no te emociones tanto.- le pongo una mano en el pecho.

-Imposible.-

Y vuelve a besarme, con determinación. Me agarra de la nuca y su otra mano la coloca en mi cadera, donde me acaricia suavemente. Yo tengo una mano apoyada en su hombro mientras que el brazo lo coloco en el otro y le acaricio con la mano el pelo.

-¿Beso demasiado mal para que quieras sustituirme?-

-No, demasiado bien para que no quiera besar a nadie más en mi vida.-

-Wow, es el primer comentario bonito que te he oído decir de mi.-

-Será que ya estoy aprendiendo del romántico Shawn Mendes.-

-Hablando de eso... todavía no hemos tenido nuestra primera cita oficial. ¿Te apetecería que quedásemos mañana?-

-Claro, ¿dónde?- pregunto emocionada.

-Deja que yo me encargue de todo, tú solo vente a este mismo sitio a las 7.-

Asiento y seguimos hablando, yo intentado sacarle a donde vamos y él sin parar de cambiar de tema para no decírmelo.

                                 • • • • •

Pasé toda la tarde con Shawn, ya que no tenia que hacer nada, y estuvimos en la parte infantil del parque. Me subí en uno de los columpios mientras Shawn me empujaba para que cogiese velocidad, no paraba de reírse porque decía que "parecía una niña de tres años".

Cuando me tenía que ir caminamos, como siempre, hasta el final de la calle que era donde Shawn vivía. Nos dimos un beso de despedida y me fui el resto del camino andando sola.

My boy // Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora