•PORTADA BY: @actuallyfeminist•
Una nueva ciudad es la oportunidad que necesita Madison para olvidarse de todo lo malo que le ha pasado en un corto plazo de tiempo. La muerte de su hermana gemela y su madre, las consecuencias que tendría revelar un...
Trago y respiro preparándome para lo que puede ser la regañera más fuerte que he recibido por parte de mi padre.
-Estoy mala, de verdad, es solo que... Shawn se ha enterado y ha venido a ver cómo estaba y hacerme compañía.- sonrío un poco para intentar tranquilizarlo.
-Ya veo... ¿se puede saber por qué viene a visitarte? Creía que tus amigos era Cole, Allison y Taylor.-
Allá vamos, de todas maneras, no iba a durar la trola por mucho más tiempo.
-Es que Shawn no es mi amigo, es mi novio.- suelto de una vez.
Los ojos de mi padre se abren como platos y veo como la furia hace que cierre los puños con fuerza.
-¡¿Novio?!- farfulla.
Shawn intenta decir algo pero le mando a callar; ahora mismo no creo que mi padre quiera escucharlo. Tiene que entender que no puedo pasarme la vida solo conociendo "amigos" y no tenga ninguna relación amorosa. Sí, ha sido pronto y no lo esperaba, pero yo tampoco esperaba que alguien me pudiera gustar, y menos Shawn con lo mal que nos llevábamos al principio. Creo que si le explico con calma lo que está pasando por lo menos aceptará que tengo novio, aunque no le deje que quedemos en casa.
-A ver papá, no te enfades. Cálmate, voy a despedir a Shawn y cuando se vaya hablamos tranquilamente sobre el tema ¿Vale?-
Podrían salir conversaciones no muy agradables, ya que, siempre me pone de ejemplo lo que le pasó a mi hermana con los chicos con los que solía salir.
Shawn me mira dubitativo y extrañado de que no quiera que él esté aquí, pero si se queda, lo más probable es que mi padre lo eche de casa y no precisamente de una manera amable. Lo acompaño hasta la puerta y salgo a la entrada de casa para que mi padre no escuche y no se altere más.
-Es mejor si te vas a casa. No quiero que te diga nada a ti, conozco a mi padre, conmigo estará más calmado pero contigo.... no será tan bueno.-
-Si, eso lo entiendo. Lo que no entiendo es por qué no te deja salir con chicos.- me agarra la mano y me la acaricia suavemente mirándome tras sus largas pestañas negras.
-Es muy protector... pero seguro que consigo convencerlo de que eres un buen chico. Cuando acabe de hablar con él te mandaré un mensaje, no te preocupes y vete a casa.- sonrió y espero que no se note que es falsa. Hoy no ha sido mi mejor día.
-Vale, pero en cuanto acabes quiero un mensaje.-
Asiento y miro hacia la ventana para ver si mi padre está mirando, por suerte, no lo está. Me acerco a Shawn y le doy un pequeño beso de despedida, no queriendo alargarlo mucho tiempo, por si acaso.
Cuando ya se ha alejado en su coche, inspiro cogiendo coraje para enfrentarme a lo que se me viene.
Entro decidida en el salón, me siento justo donde estaba antes y hago contacto visual con él durante unos segundos hasta que decide romper el silencio.
-Cuando llegamos, dijiste que no estabas interesada en salir con ningún chico. ¿Qué ha cambiado en estos 3 meses eh?-
-Ha surgido solo, no pretendía que me gustara un chico pero ha pasado así... no puedo estar toda vida evitando a los chicos por nuestro pasado.-
-Mira Madison, no quiero discutir pero sabías que todavía no debías tener novio. Podrías haber aguantado un tiempo más, es decir, tu hermana murió hace 8 meses y ahora, después de todo lo que hemos sufrido, ¿vas a seguir el mismo camino? Estoy muy decepcionado... Además, ¿tenía que ser ese chico? Cole es mucho mejor que él. Si esperas que lo acepte, estás muy equivocada. Quiero que lo dejes, ese Sean o Shawn o como sea tiene muy mala fama; no solo por la cantidad de chicas con las que se le ha visto, también por montar fiestas problemáticas cuando sus padres no estaban en casa.- Coge aliento tras su discursito y yo tardo unos segundo en asimilarlo todo <<¿Que lo deje?>> ni en broma.
-No pienso dejarlo. Solo por que tú estés amargado desde que murió mamá no significa que yo tenga que renunciar al amor. ¡No pretendas arruinarme las pocas cosas que ,ahora mismo, me hacen feliz!- estallo y suelto lo que llevo un tiempo pensando.
Adoro a mi padre, de verdad, pero a veces colma mi paciencia; cuando empieza con su sobreprotección irracional y sus celos o lo que quiera que sea. ¡Estoy harta!
-¿Tú te crees que puedes hablarme así? Soy tu padre y harás lo que te digo... si quieres seguir con él tú y yo vamos a tener un problema.- dice serio pero se nota que mis palabras lo han herido, aunque no lo pretendiera.
-¡¿A qué te refieres con un problema?!- grito cansada de su actitud.
-Yo no voy a tolerar que estés con ese chico. Punto. No necesitas más explicación, vete a tú habitación, a descansar que "estás mala".- Nunca antes me había mirado como ahora.
Sin rechistar subo corriendo a mi cuarto para que no vea como empiezo a llorar.
Me tiro en mi cama y derramo todas las lágrimas que me he aguantado durante el día. No soporto a Chiara, no soporto el vacío que siento cuando me acuerdo de mi hermana o mi madre, no soporto que mi padre no esté bien y su cambio de actitud, no soporto que no acepte a Shawn y lo que me remata es que vinimos para estar más felices y, cuando lo estoy empezando a conseguir, quiere que lo aparte.
Empiezo a sollozar con el recuerdo del accidente.
Íbamos de camino a casa de mis abuelos para hacer la típica comida familiar que hacíamos los domingos. Mi madre y mi hermana iban atrás porque yo me mareo si no voy en la parte delantera del coche. Mientras hablábamos animadamente sonaba la radio, cuando (no sé como) el coche perdió el control y empezó a dar vueltas de campana, hasta que calló por un terraplén no muy alto. Mi padre y yo tuvimos suerte y nos salvamos por el airbag pero mi hermana y mi madre no tuvieron tanta suerte. Todavía recuerdo la sangre y el dolor que sentía por todo el cuerpo, que no me dejaba moverme. Empecé a gritar intentando que reaccionaran de alguna manera, pero fue inútil. Al cabo de un rato llegó la ambulancia y nos sacaron del coche. Mientras me conectaban a máquinas logré escuchar a algunos médicos; decían que los pasajeros de atrás estaban muy graves y no tenían posibilidades de vivir, pero que nosotros dos solo teníamos algunas heridas y revisarían si teníamos algún hueso roto. En ese instante comencé a llorar y desarrollé un miedo terrible a los coches. Con los meses conseguí superar ese miedo; aunque gracias a mis dos costillas rotas y mi brazo escayolado tuve excusa para no sacarme el carnet.
Después salió el vídeo, los insultos y demás, hasta que decidimos mudarnos... quería dejar todo atrás, fue mucho que afrontar en un corto periodo de tiempo y ahora que consigo recuperar una pizca de la alegría que había pedido...
Salgo de mis tristes pensamientos con el pitido que emite mi teléfono. Seguro que es Shawn, no le he mandado el mensaje.
Shawn: Ey, ¿Cómo estás? ¿Todo bien?
Suspiro y sollozo, expulsando ya las últimas lágrimas que me voy a permitir soltar hoy.
