CAPITULO XLII

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Maratón 1/2

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Maratón 1/2

Al despertarme noto un aliento tibio en el cuello y una presión sobre la cintura; necesito un momento para recordar los acontecimientos de la noche anterior pero al ver a Shawn solamente con bóxers y yo con su camiseta lo recuerdo perfectamente.

¿Cómo pude ser capaz de llegar a tal punto con Shawn? Realmente le tengo mucha confianza, necesito contarle todo cuanto antes. El día de fin de curso nos vamos a ir todos a dormir a un hotel —no creo que ningún padre quiera ver a su hijo borracho entrando en casa a altas horas de la madrugada— por lo que reservamos habitaciones en el hotel en el que hacemos el acto de graduación. Ese será el momento perfecto para contárselo, los dos solos y tranquilos sin nadie que nos interrumpa.

Me siento muy a gusto en los brazos de Shawn, estoy un rato mirándolo fijamente, sin pestañear.

Me gusta ver su nariz respingona, sus ojos con largas pestañas rizadas, sus labios carnosos... Todo de él es como una droga para mí, podría estar aquí, mirándolo, horas y horas sin cansarme
Nunca creí que, con lo insoportable que me pareció al conocerlo, llegaríamos a este punto; a estar juntos de esta manera.

"Joder"

Con mucho cuidado de no despertarlo, me alejo de Shawn y rápidamente me pongo mi ropa.

-Buenos días, Mad.- Me sobresalto al escuchar la voz ronca de Shawn, todavía medio dormido.- ¿Qué estás haciendo?

-Siento haberte despertado...- Murmuro con la cara súper roja.

-Tranquila, no me importa.- Dice mientras me mira haciendo una mueca extraña.- ¿Te pasa algo? ¿Estás bien después de... lo de ayer?

-Perfectamente, solo quería... estirar las piernas.-

«¿Enserio Madison? ¿Estirar las piernas? ¿No tenias nada mejor?»

-Madison por favor, confía en mi.- Dice mientras se acerca para levantarme la barbilla y que lo mire.

Esto hace que me ponga más nerviosa. Es normal que después de lo de ayer me sienta algo rara ¿no?

Llevan un año diciéndome que esto estaba mal y más a mi edad; que no debía hacerlo hasta estar completamente segura. Yo estaba segura ayer. Quería esto con Shawn en ese momento y no me arrepiento para nada pero, ahora mismo, no sé qué me pasa.

Shawn se percata de que sigo cavilando y me saca de mis pensamientos cuando vuelve a hablar.

-¿Te... te arrepientes?

-No para nada, solo es...

-¿Dime?- Dice Shawn poniendo la cara a la misma altura que la mía.- ¿Te sientes avergonzada?

No digo nada, realmente me conoce y es imposible engañarle. Me encanta que sea comprensivo y atento, pero tengo miedo. Tengo miedo a que cuando le diga la verdad, piense que soy como mi hermana; que eso le dará derecho a hacer con mi cuerpo lo que quiera como hacían esos chicos con ella.

-Sabes Madison, no quiero que te sientas así... Solo dime qué te pasa, no tienes por qué avergonzarte -Suspira mientras me agarra de la mano y me acerca hacia él para sentarme a su lado.- Esto suena a topicazo pero para mí eres perfecta, de verdad.-

Incluso ahora, en este momento tan extraño consigue sacarme una risa. Cuánto quiero a este chico.

Automáticamente me acerco y le doy un beso. Lo pilla por sorpresa pero no tarda en entrelazar nuestras lenguas y cambiar la posición de sus manos; coloca una en la parte baja de mi espalda para acercarme más a él y otra en la nuca. Comienza a meter las manos por la camiseta y me roza un trozo de espalda desnuda.

Necesito más de él, parece que ahora que hemos hablado —aunque haya sido poco— ha hecho que me relaje algo. Quiero que me vuelva hacer sentir como ayer pero freno antes de que mi padre llame a la policía. Ni siquiera sabía que me quedaba aquí a dormir. Puede que estemos peleados pero no deja de ser mi padre.

Me aparto.

-Shawn, tenemos que bajar a desayunar. Tendré que volver a casa en algún momento.-

-Tu padre puede esperar.- Dice mientras me sigue besando.

-Enserio, no quiero que mi padre se vuelva loco, bastante tengo ya con aguantar su mal humor todos los días...-

-Está bien.- gruñe dándome un último beso antes de separarse de mí.

- Voy a darme una ducha. Enseguida salgo.

• • • • • •

No me quedo a ver como Shawn sale de la ducha con su cuerpo perfecto por mucho que me tiente la idea y bajo a la cocina para preparar algo rápido.

Como no se me dan muy bien los fogones prefiero coger algo de fruta de la nevera y la troceo en cachitos pequeños.

-¿Fruta? Yo prefería tortitas, la verdad.

-¿Entonces prefieres que incendie la casa también? No te quejes y come.

Después de comer, Shawn quiso acompañarme a casa pero preferí ir sola para no enfadar aún más a mi padre.

My boy // Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora