CAPITULO XXVIII

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Llego a mi casa mucho más tranquila

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Llego a mi casa mucho más tranquila. En todo el viaje no he podido dejar de darle vueltas a la cabeza pensando en cómo es posible que Chiara se entere de la muerte de mi hermana. Solo le he hablado de ella a Cole y fue un día en su casa y ,por la cara de sorpresa que puso cuando Chiara mencionó a mi hermana, parecía tan descolocado como yo. Además, he sido muy cuidadosa con el tema y he procurado evitar todas las preguntas de mi familia o mi antigua vida.

Antes de que el instituto llame a mi padre y lo preocupe diciéndole que no estoy en clase, saco mi móvil de la mochila y lo llamo yo avisándole de que no me encuentro bien.

Abro mi casa y me dejo caer en el sofá escuchando como el teléfono da tono mientras espero a que contesten al otro lado de la línea.

-Hola cariño, ¿no deberías estar en clase?-escucho a mi padre.

Miro hacia el techo tumbada boca arriba y busco a tientas en la mesa el mando de la tele para encenderla.

-Eso quería decirte. No me encontraba bien y me he vuelto a casa.- contesto mientras reviso qué están dando por la tele.

-¿Qué te pasa? Esta mañana te encontrabas perfectamente.- me riñe, pensando que miento.

-Me he mareado y me dolía la cabeza.-

No voy a hablarle del encontronazo con Chiara, no quiero preocuparlo otra vez solo por los celos de ella. Creo que la subestimé cuando la conocí, de alguna manera ha conseguido enterarse del accidente.

-Bueno, está bien... tomate algo y acuéstate un rato. Si cuando llegue a casa te sigues encontrando mal te llevaré al médico ¿vale?-

-Si, no te preocupes papá.-

Nos despedimos e inmediatamente me llega un mensaje de Shawn. Como no, está usando el teléfono en clase y si lo pillan podría meterse en un lío.

Shawn: ¿Dónde estás? He visto tu coche llegar antes.

Yo: Ya, siento no haberte avisado... acabo de llegar a casa, no me encontraba bien.

Shawn: ¿Qué te pasa?

Repito lo mismo que le he dicho a mi padre para no tener dos versiones de la historia. Pensándolo bien, debería mandarle un mensaje a Cole para avisarle de lo que he estado diciendo y que no meta la pata (si es que le preguntan por mi)

Yo: Nada solo que estaba algo mareada y me dolía la cabeza, no te preocupes.

Shawn: Estás sola en casa, ¿no?

Frunzo el ceño ligeramente.

Yo: Si, ¿Por qué?

Shawn: Voy a ir, en cuanto acabe la clase salgo.

Yo: No hace falta, ahora me tomo algo y seguro que dentro de un rato ya me encontraré mejor.

Shawn: Voy a ir igualmente, en unos... 20 minutos estoy allí.

Suspiro, es tan insistente y adorable a la vez.

Yo: Está bien... pero sólo un rato. No quiero que pierdas clase por mí.

Shawn: Eso lo decidiré yo. Además hoy los chicos no han venido, ayer estuvieron en una mierda de fiesta en el pueblo de al lado y están durmiendo la mona. Así que, dime ¿Que hago aquí si no estáis ni los chicos ni tú?

Yo: Vale... hasta ahora♥️

No me contesta (es posible que el profesor esté cerca) y casi lo prefiero a que lo castiguen por usar el teléfono en clase.

Tal y como había dicho, en 20 minutos lo tengo llamando en la puerta de mi casa. Me levanto con pereza a abrirle y aparece delante mía con una bolsa blanca colgando de su brazo.

-Hola.- sonrío débilmente mientras me aparto para que entre.

-Hola, ¿no me das un beso?- hace un puchero.

Cierro la puerta detrás suya, le agarro la mano y lo arrastro detrás mía al salón. Nos sentamos uno al lado del otro, le hago caso y le doy un pico sin mucho humor. Estoy "enferma" tengo excusa para comportarme así.

-¿Cómo estás?- pregunta. Empieza a sacar dulces y cafés de la bolsa.

-Mejor, no hacía falta que vinieras.-

Sonríe, me acaricia la mejilla y pone su mano en mi frente como mirando si tengo fiebre.

-Te he traído un par de cosas para que comas, ¿Has desayunado antes de salir de casa?- vuelve a preguntar.

-Si. Shawn solo ha sido un mareo seguramente sea un pequeño bajón de tensión o algo así, no tienes de qué preocuparte.-

Me mira buscando alguna duda en mi cara pero se relaja cuando ve que no hay ninguna. Sé que le estoy mintiendo, sé que está mal pero no me veo preparada para contarle nada todavía.

-Bueno entonces te haré compañía toda la mañana, no suena mal, eh.- sonríe y me lo contagia.

-No, podemos ponernos alguna película en Netflix, te dejo elegir.-

-Me sorprendes, creía que ibas a exigir ver una peli de Disney o algo así.- bromea.

Frunzo el ceño. A ver, no tengo nada en contra de las películas de Disney pero mi estilo va más a las de ciencia ficción.

-No, te queda mucho por conocer de mí. Me gusta la ciencia ficción y a veces cae alguna romanticona.-

-No me lo esperaba.-

Miramos las películas y al final decidimos por ver la segunda de los juegos del hambre: en llamas.

Nos tumbamos para estar más cómodos y la cosa queda con Shawn estirado, yo en medio de sus piernas y con la cabeza apoyada en sus pectorales, mientras él me rodea la cintura con uno de sus brazos.

Estamos entretenidos viendo la televisión cuando se escucha la puerta de casa cerrarse. Miro a Shawn y de inmediato mi vista va a la puerta del salón, donde está mi padre mirándonos con una cara que no muestra más que disgusto.

¿Qué hace aquí tan pronto? Sabía que no era buena idea que viniera Shawn.

Mierda.

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My boy // Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora