Como no voy a querer que seas mía
Si cuando te miro
Siento que ni yo soy mío.~•~
Lo mejor de la habitación de Hunter era la cama suave, esa en la que yacía él con el miembro duro.
Dios, tenía que meter más seguido a Madeline en un carruaje junto a él. Solos.
Cerró los ojos recordando como en el camino de regreso a la mansión, la dama lo había mirado con curiosidad, al tiempo que apresaba su labio rosado con los dientes.
- ¿Hunter?- lo había llamado ella, haciendo que el Duque le prestara toda su atención-. Lo que el hombre pelirrojo le estaba haciendo a la dama...uhm, ya sabes- movió sus manos con nerviosismo sobre su regazo y ante todo intentó no mirarlo a los ojos-. Lo de tocarla, me refiero-sintió como sus mejillas se calentaban. - ¿Se siente bien?
Tras soltar la pregunta levantó finalmente sus ojos oscuros para encontrarse con una sonrisa en el rostro del hombre.
Hunter abrió su pantalón mientras metía la mano en el mismo para calmar el dolor que le producía la erección al recordar.
- ¿Quieres que te enseñe como se siente?- le había respondido el hombre mientras Madeline lo veía un poco asustada-. Será solo una lección más, tranquila.
Le dijo tomando su cintura y alzándola en el aire para ponerla a horcajadas sobre sus piernas.
Hunter sacó del todo su pene duro al recordar el camino que su mano había hecho bajo la falda de la dama. Con total lentitud le recorrió la piel produciéndole cosquillas, que más que risa, causaron que arqueara la espalda.
Comenzó a mover su mano de arriba hacia abajo sobre su pene mientras llegaban a su pecaminosa mente las escenas en las que sus dedos tocaron la piel delicada entre las piernas de la dama.
- ¡Ah!- soltó ella sorprendida.
Hunter comenzó a acariciarle entre los labios con delicadeza, mientras con el pulgar hacia presión en ese lugar en el que sabía que le daba placer. Un rincón oculto entre sus faldas que ahora solo él había tocado.
- Tranquila- le susurró con la voz ronca mientras acercaba su boca a los labios rosados de la dama y la besaba con fuerza mientras aumentaba el moviente de la mano entre sus piernas. Madeline soltó un gemido sintiendo los dedos fuertes de Hunter moverse de una forma tan sublime que la hacía querer tocar el cielo.
El Duque, en su cama, mordió sus labios para no soltar un suspiro ronco al mover su mano con más velocidad mientras recordaba como la dama se mecía sobre su regazo para disfrutar con más fuerza lo que él le estaba dando.
- ¿Se siente bien?- le había cuestionado mientras abandonaba sus labios, comenzando a navegar por su cuello blanco, para enloquecerla con un mordisco en la oreja.
La dama gimió sintiendo como presionaba más entre sus piernas.
- Sí- mordió su labio en respuesta.
Hunter cerró sus ojos con fuerza dejándose venir mientras aun sentía como ella había llegado y caído en su pecho.~•~
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La Debilidad De Un Caballero 1 EN FISICO
Ficção HistóricaÉl probó de su inocencia, besó sus labios con devoción y calentó su piel suave en cada zona que sus dedos fuertes tocaron. Él la hizo sentir como si un incendió floreciera en su interior. Un gusto que se le antojó como para disfrutarlo bajo el manto...