Capítulo 6 - A veces huir, significa salvarse

1.2K 85 6
                                    

Natalia Prov:

Hoy es el último día que estamos en Colombia, después nos vamos a España; la gira comienza por Europa y después América, debido a que en este último son más países los que visitaremos, así que la preparación también fue extensa. Este tiempo ha sido increíble, por una parte, Makis me ha invitado a salir varias veces, cada vez la pasamos mejor, ella me hace olvidar todo lo malo que me está pasando, ha sido tan increíble que también la he invitado yo algunas veces a salir; en esas constantes escapadas del mundo, Makis me hizo sentir fuerte, me hizo sentir amada, hizo que mi cuerpo no me pareciera tan aborrecible mi cuerpo, también había hecho que el sonreír se me hiciera más fácil. Sin embargo, todo lo lindo que he vivido con Makis se había visto opacado por David, quien está horriblemente celoso de mis recientes salidas, provocando de inmediato sus reacciones venenosas, dejándome marcas, tornándose cada vez más violento, cada vez más despiadado; ahora, el mismo día que tengo que ir al aeropuerto, él hace su aparición durante la mañana hecho una furia, completamente borracho de rabia y de algo más, nunca lo había visto tan enojado, al punto que ni siquiera sus pies se coordinaban y su rostro temblaba iracundo, y para empeorar la situación, mis padres habían ido a trabajar, estaba indefensa en casa.

-¡LO QUE PASA ES QUE TÚ NO ME RESPETAS COMO NOVIO! - Sus manos se cierran en mis brazos mientras me escupía en la cara su desprecio, arrancándome jadeos de dolor al sentir sus dedos clavándose en mi carne.

-Siempre te he respetado David, siempre estoy ahí para ti y últimamente lo único que recibo son malos tratos. - Saqué fuerzas de donde no las tenía para gritarle todas sus verdades a la cara, ganándome un aprenton más fuerte y que él me empotrara contra la pared.

-¡ESO ES MENTIRA! - Su mano se cerró en mi cuello, obligándome a sentir el fuerte olor que te deja el ron. - Lo único que haces es salir con Makis, de seguro van a revolcarse con cualquier pelmazo por ahí. - Gruñe David, ciñendo su cuerpo al mío mientras sus manos me mantienen inmóvil. -¡¿Es que acaso crees que soy idiota?!

-Makis es mi mejor amiga, no tiene nada de malo que salga con ella, - protesto, y al mismo tiempo me quejo por el dolor que me causa la fuerza desmedida que está utilizando. - Además, no hacemos nada malo, solo vamos a comer, nos quedamos en su casa o vamos al cine, puedes hablar con ella si tanto te cuesta confiar en mí. - Ya estoy harta de que ponga en duda mi fidelidad, cuando he aguantado tanto por su culpa. - Porque al parecer mi palabra vale menos que nada.

Vuelve a hacer chocar mi cuerpo contra la pared, resoplando con fuerza sobre mi rostro. - Pues, últimamente parece más ella tu novia que yo - me dice con rabia. En ese instante recuerdo el sueño que tuve una vez con Makis, recuerdo lo bien que me sentí y no puedo evitar sonrojarme.

-Deja de decir idioteces David. - Me remuevo un poco para soltarme, pero él solo presiona más su mano sobre mi cuello. - Ya suéltame que me estás haciendo daño. - Tomo su mano para impedir que siga apretando más, pero el la falta de aire ya está haciendo estragos en mí.

Sus dedos aflojan un poco, dándome el tiempo de que mis pulmones recuperaran algo de lo que perdieron. - Creo que ya va siendo hora de ponerte unos límites Natalia. - Sus dientes crujen cuando los aprieta con fuerza, pegando su rostro al mío; sus labios toman posesión de los míos con una fuerza tremenda, adentrando su lengua sin permiso dentro de mi boca, provocando arcadas al instante.

Me remuevo violentamente para despegar mis labios de los de él. -David por favor, ... por favor no me hagas más daño. - Sus ojos quedan clavados en los míos, haciéndome temblar de pies a cabeza, pero de miedo. El parece suavizar sus facciones, sonriendo casi con dulzura, volviendo a bajar con delicadeza sus labios para tomar los míos en un cálido y pausado beso; ese toque tan delicado me hace entrar en una fantasía gigante, que no sabía que se estaba tejiendo en mi mente, hasta que mis ojos se abrieron, revelando la menudita figura de Makis frente a mí.

Para que nadie se entere - (Ventino) [Makia] ReescritaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora