Makis.
Estaba a su lado tomando de su mano para poder sentir que en realidad no la estaba perdiendo, pero era completamente imposible obviar el hecho de que estaba sobre esa camilla conectada a un electrocardiograma y con una mascarilla de oxígeno para evitar que sus pulmones cedieran a la presión de su cuerpo maltratado. Ella ni siquiera se movía, solo estaba ahí, por completo laxa y derrotada.Intenté no bajar la mirada a su vientre expuesto, ahí donde seguían algunos moretones marcados desde la golpiza que le había propinado David. Pero ahora, además de eso, dos grandes cristales habían llegado a lacerar su perfecta piel, y me había recordado lo fácil que era perderla.
No estaba segura de todo lo que había pasado después de que se habían llevado a David, solo sabía que yo estaba en esa ambulancia, y que las chicas, posiblemente venían tras de nosotras. Quería creer que alguien había pensado por mí y habían llamado a los padres de Natalia, pero no estaba segura.
-Ella estará bien. - Susurró el paramédicos que venía con nosotras. -Sé que no es fácil de creer, pero estará bien.
-Yo...yo...yo no la pude defender. - Divagué apretando mis dedos alrededor de su mano.
-¿Es tu hermana? ¿Amiga? - Preguntó con cierto brillo picaresco en los ojos. - La manera en la que te preocupas de ella demuestra que la quieres mucho.
Miré a Natalia, quien parecía ausente en el mundo, y sin querer, una única palabra vino a mi mente para definir este vínculo. Era increíble, pero de las muchas maneras en las que podía llamarla, solo una logró hacerme sentir completamente satisfecha.
-Es mi mujer. - Susurré, dándole la peor mirada que tenía. - Así que note hagas el lindo conmigo y sálvala.
El chico volvió su mirada hacia el electrocardiograma, intentando disimular el semblante inefable de decepción que portaba. Al parecer, era de esas personas que no toleraba ver el amor entre dos personas del mismo sexo. Quizás era de esos pervertidos que no toleraban el amor homosexual, pero que se excitaba ante la idea de poder sobajearse con una lesbiana.
Era desagradable.
Pero a fin de cuentas, ese no era el motivo por el que me encontraba ahí. Mis ojos solo estaban destinados a Natalia, mis latidos estaban destinados a Natalia, incluso, cada respiro estaba destinado a Natalia. Mi única preocupación en ese momento era llegar a ese hospital y que me dijeran que ella estaría bien sin importar lo que pasara de ahora en adelante.
La llegada al hospital siempre es la más traumática, y en este caso no era la excepción. A Natalia la bajaron como si no pesara más que una plumita, y de inmediato, miles de manos parecieron querer tomar su cuerpo para tratarlo como el de una muñequita de porcelana. Era, de muchas maneras denigrante, y de otras miles de maneras más, desgarrador. Mientras que a mi me dejaron tirada en medio de una sala, sin ninguna información y sin ningún consuelo del cual aferrarme.
Las manos de alguien se aferraron a mis hombro, dándome un toque de calor cuando más lo necesitaba. Ahí estaba mi negra.
- Bebé, ella va a estar bien. - Susurró, dejando un suave beso en mi cabeza. -Natalia es fuerte, todas lo sabemos.
- No puedo creer que le volviera a hacer daño. - Jadeé con el llanto a punto de explotar. - No puedo creer que sea capaz de hacerle daño a la persona más linda del mundo. - Intenté buscar explicación en los ojos de mi amiga. - ¿Por qué no puede dejarla ser feliz?
- Bebé. - Susurró casi en una súplica. - Nadie puede saber lo que pasaba en la cabeza de ese monstruo. - Pero ya se lo llevaron, ya está tras las rejas y no volverá a hacerle daño - Prometió nuevamente mi negra.
![](https://img.wattpad.com/cover/158114607-288-k488883.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Para que nadie se entere - (Ventino) [Makia] Reescrita
FanficVentino es una famosa girlband que en poco tiempo ha tenido un éxito increíble, se supone que la vida de sus integrantes está en el momento perfecto, son talentosas, hermosas y varias tienen novio, lo que el mundo no sabe es que dos de ellas viven s...