Viernes. Por fin, era viernes y sus plegarias habían sido escuchadas.
Michael no podía estas mas feliz de acabar la semana. Además, lo mejor de todo era que esta acabaría con su materia favorita, música. Amaba demasiado tocar la guitarra y de vez en cuando intentar componer sus propias canciones (cosa que nadie sabía aparte de él), en un intento de escapar de sus demonios que se escondían tras su espalda, mas conocidos como sus problemas sin resolver.
Si se ponía a hablar de sus "demonios", estaba seguro de que estos habían aparecido en su vida el día que su madre los abandono, a la edad de 13 años. Ahora, tenía 19 y su casa de había vuelto en su pequeño infierno, lleno de imágenes de su madre las cuales su padre era incapaz de deshacerse.
De igual manera no se quejaba, su padre era la persona a la cual le debía la vida que tiene. Este trabajaba casi las veinticuatro horas metido en una oficina, aceptando turnos extras con tal de recibir un poco mas de salario, excepto los domingos, los únicos días en los cuales lo podía ver. Tenían una buena relación, podía decir que amaba a su padre sin siquiera dudarlo. Bueno, tal vez menos los 21 de cada mes, esos días ni el mismo entendía lo que pasaba.
—Michael —alguien dijo, llamando su atención y sacándolo de su pequeña burbuja.
El nombrado volteo, prestándole atención a la dueña de la voz molesta, encontrándose una chica baja, de cabello rubio y ojos azules, la cual por más irónico que pareciera no podía evitar recordarle a Luke. Al parecer el mundo tenia ganas de jugar con él.
—¿Qué? —respondió fríamente, sin tener muchos ánimos de entablar una conversación la extraña.
Nunca le gusto que las personas se le acercaran en medio de los pasillos y mucho menos para hacer un intento fallido de coqueteo. No es le gustara desaprovechar la oportunidad para acostarse con alguien o pasar un rato de diversión, simplemente él prefería buscar a sus "victimas" (como Calum solía a las personas con las que se metía). Era selecto y eso ayuda a mantener su reputación, además evitaba que los demás creyeran que podían acercarse a él.
—Uh —dijo la chica algo nerviosa al escuchar el tono de voz del teñido, pero de igual manera tomo aire y continuo —. Me preguntaba si me querías acompañar a mi casa después del colegio. No conozco mucho la ciudad, soy nueva.
Michael intento aguantar una risa, con solo pensar que la chica nueva creía que podía tenerlo en su cama con solo pedirlo. Algo patética tenía que admitir, especialmente al notar el esfuerzo que esta hacía en parecer provocativa.
Aunque, ahora que lo pensaba bien tal vez podía sacarle cierto provecho a todo esto.
La chica realmente se parecía a Luke, y él había tenía unas grandes ganas de meterse con aquel rubio desde el comienzo, cosa que sabia que nunca pasaría ya que no hablaban (mas bien peleaban) y en segunda, sabia que este no dejaría nunca que alguien se metería a su trasero, según los rumores que escucho en los pasillos.
Tal vez, solo tal vez, aquella chica podría satisfacer su fantasía con el chico de ojos azules.
Al volver a enfocar su mirada en la chica pudo darse cuenta de que ya se encontraban unas cuantas personas alrededor, fingiendo no prestar atención, pero en realidad esperando el rechazo que recibiría la rubia para poder burlarse de ella, mientras que otros solo la miraban con envidia, tal vez teniendo celos de que hubiera tenido el valor de dirigirle la palabra.
Michael solo decidió recargarse en su casillero, completamente relajado con lo que pasaría a continuación. Posiblemente, alargando un poco el tiempo, provocando que llegara tarde a su clase de música, pero estaba seguro de que "esto" valdría la pena.

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Monsters Among Man||muke
FanfictionDónde Michael es el típico chico malo que viste de negro y todos desean. O dónde Luke es el típico chico inalcanzable y popular que juega fútbol. O dónde ¿No debería haber solo un chico malo en la historia? «13/08/18 - 7/09/18»