quince.

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—¿Tienes lubricante? —pregunto el teñido, aun con Luke encima de sus muslos.

No era mentira decir que él se encontraba algo nervioso con todo esto, especialmente teniendo en cuenta que su primera vez fue un completo asco. Se había sentido usado, como un objeto sin importancia, además de haber tenido que soportar demasiado dolor aquel día y el siguiente. Pero, esperaba que con Luke todo fuera diferente, ya que aun así este no tenia mucha experiencia con chicos sabía que podía confiar en él.

Aunque mayormente él prefiere ser el activo con otros chicos, no le molestaba para nada poder llegar a ser versátil con el rubio. Él ya había tenido experiencia en esto y sabia que en algunas ocasiones podía doler, por lo cual creía que Luke corría más riesgo en arrepentirse porque sería su primera vez. Lo que menos quería es que aquel chico de ojos azules, sentado encima suyo, pasara una experiencia parecida a la suya. Aunque sabia que si tenia la suerte de que Luke lo dejara tener el control se aseguraría de que todo saliera perfecto.

El rubio asintió luego de unos segundos de hacer memoria, captando de nuevo la atención de Michael, para después bajarse de sus muslos y poder buscar dentro del cajón de la mesita del acostado de la cama, hasta hallar el pequeño pote color rosa, que levanto para mostrar al teñido.

Al momento de regresar Luke no toma la misma posición, prefirió acomodarse entre las piernas de Michael y sentarse en sus rodillas.

—Solo tengo sabor a fresa —explico Luke extendiendo el pote rosado para que él lo viera —. ¿Te molesta?

—No, en realidad es mi sabor favorito —respondió, logrando que Luke se riera.

—¿Estas nervioso? —volvió a preguntar el rubio mientras se quitaba la casaca de su equipo y pasaba a tirarla al suelo de su habitación.

—Un poco, pero creo que confió en ti —confeso Michael, viendo como Luke pasaba a desabotonarse los pantalones —. Aunque me harías un gran favor dejando de quitarte la ropa. Me pones más nervioso.

—Michael Clifford nervioso, eso no se ve todos los días —se burlo el joven de dieciocho años para después dejar un beso en el cuello del mayor.

—Mierda, no hagas esto más difícil —se quejó, para luego agarrar la camiseta del rubio haciendo puños, haciéndolo agacharse y teniendo aquellos labios a la altura de los suyos, quedando separados por unos pocos centímetros —. Bésame.

—Olvidas que ahora soy yo el que da las ordenes —murmuro Luke sobre sus labios, con una sonrisa juguetona.

—Luke Hemmings, maldición, solo-...

Los labios de Luke hicieron que no pudiera completar aquella oración, atrapando su labio inferior entra los dientes, como de costumbre, besándolo con cierta desesperación. Las manos de Luke no se quedaron quietas, pasando a adentrarse a su polera, acariciando su pecho y pasando a rozar sus erectos pezones con las puntas de los dedos, provocándolo un poco para después pasar a pellizcarlos, obteniendo un bajo gemido de su parte.

—¿Te excita que toque tus pezones? —pregunto Luke sobre sus labios, teniendo que parar el beso.

—Mhm —dijo Michael, acompañado de un asentimiento, sin ser capaz de poder formar una palabra u oración coherente, mientras que el rubio seguía jugando con sus pezones.

Pasaron unos segundos para Luke finalmente (para el alivio de Michael) decidiera quitar su polera y pudiera pegar sus rozados labios a sus pezones, dejando un pequeño beso sobre estos haciéndolo retorcerse, para después pasar a succionarlos. Los dientes del rubio rozaban unas cuantas veces la sensible zona apropósito, logrando que jadeos salieran de los labios de mayor. Este bajo un momento la mirada, pudiendo apreciar como Luke agarraba entre sus dientes su pezón, dándoles un pequeño jalón, estirándolos un poco, para finalmente dejarlos de un color rojo vivo acompañados de pequeñas marcas moradas alrededor.

Monsters Among Man||muke Donde viven las historias. Descúbrelo ahora