extra tres.

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—¿Hola? —contestaron después de unos largos segundos de la otra línea para su alivio. Creyó que nunca lo haría.

—Tengo una emergencia —dijo a penas escucho voz, abrazándose a sí mismo y teniendo algo de miedo de salir de su escondite.

—¿Estas bien? ¿Qué paso? —pregunto la voz, comenzando a preocuparse. Escucho un ruido de fondo de la otra línea, posiblemente los pasos del chico levantándose.

—Recibí una llamada de Calum, hace unos minutos-...

—¿Calum llamo a las tres de la madrugada?

—Diferencia de horarios, Luke —respondió obvio, suponiendo que el rubio se encontraba blanqueando los ojos del otro lado —. Como decía, le dije que era demasiado tarde, pero insistió que era importante y dijo que llamaría en unos minutos para contarme. Así que decidí ir al baño porque de verdad tenia que ir al baño.

—Estoy yendo al ascensor. ¿Sigues en los baños, Michael? —pregunto el rubio, escuchándose claramente sus pisadas por el teléfono.

—Algo así, estoy a dos puertas del baño. Exactamente escondido tras la primera columna de la derecha —explico el teñido, jugando con los hilos sueltos del suéter que se encontraba usando.

—¿Alguien te hizo daño? —pregunto Luke, con la voz sonando mas baja, posiblemente por la interferencia del ascensor.

—Solo ven.

La llamada termino sin que ninguno de los dos tuviera que cortar, sino mas bien gracias al elevador en el que se metió el rubio, dejando a Michael completamente solo en el medio de los corredores con muchas ganas de ir al baño.

Sabía que debió poner su teléfono en silencio antes de irse a dormir, tal vez si lo hubiera hecho ahora mismo no estaría fuera de su cómoda cama, sintiendo frío gracias a su falta de pantalones, además de estar teniendo demasiado miedo como para ir al baño.

De igual manera, estaba seguro de que todo esto era culpa de Calum y su genial idea de irse a otro país de vacaciones con Ashton. Y no es que su mejor no mereciera unas vacaciones, pero si es que iba a estar llamándolo mas de tres veces a la semana lo menos que podía hacer era buscar un país con las mismas zonas horarias.

Unos pasos comenzaron a escucharse por los pasillos, haciendo que los pelos de su nuca se pusieran de punta, pero calmándose al poco tiempo cuando recordó la llamada con el rubio.

Sus ojos vieron los pies descansos del rubio, gracias a que seguía sentado en el piso con las piernas cruzadas en un intento de entrar en calor. Luke rápidamente se sentó frente a él, agarrando su rostro y fijándose que no tuviera ninguna herida o posible moretón. Tal vez debió explicar su problema por teléfono antes de preocupar a su novio, aun sabiendo que posiblemente este no hubiera venido si supiera la verdad.

—¿Qué ocurrió, Mike? —pregunto Luke, poniendo una casaca sobre sus hombros al notar el frío que tenía.

—Te lo diré solo si prometes no molestarte —condiciono Michael poniéndose de pie y abrazándose a si mismo comenzándose a sentir ansioso con solo imaginar que tendría que volver al baño.

—Me lo deberías decir por el simple hecho de haberme sacado de mi cama a las tres de la madrugada —dijo Luke pasando sus brazos tras los hombros del teñido y caminando a su lado —. Pero, esta bien.

—Míralo tu mismo —finalizo, señalando la perilla de la puerta del baño con una cara asustada.

Ahí seguía.

Ahí seguía la razón por la cual casi le da un paro cardíaco en medio de la noche y haber tenido que aguantar sus ganas de ir al baño. Era como si el mundo se estuviera burlando de él, poniendo a eso en su camino.

Monsters Among Man||muke Donde viven las historias. Descúbrelo ahora