diecisiete.

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Hoy por fin era viernes y Luke no había visto señales de Michael.

No había estado yendo a sus entrenamientos como hacia de costumbre, lo cual no ayudaban a su concentración para el siguiente partido, el cual solo era unas dos semanas y casi cinco días.

Sus días habían sido una pesadilla desde la última vez que había visto a Michael, además de haber tenido que esquivar a los molestos integrantes del periódico escolar como hacia constantemente. Siempre eran las mismas estúpidas preguntas que a nadie le importaba. La única vez que recuerda haber tenido interés en el periódico escolar fue cuando quiso hacer pública su bisexualidad.

Lástima que esta vez no había funcionado.

Lo peor de todo es que la encargada de siempre hacerle las preguntas era la misma morena con la que se había acostado hace un año en una fiesta (cosa que ni siquiera esta del todo seguro de haber hecho, tal vez gracias a su ebriedad), la cual lo acosaba desde aquella vez. Tuvo que soportar como media hora de toqueteos y malos coqueteos si es que no quería que ella publicara algo malo sobre él, especialmente sabiendo que los artículos del periódico eran enviados a los correos de los padres.

No soportaba a esa chica.

Pero, volviendo a concentrarse en el tema central, tenia que admitir que se había acostumbrado a tener al chico de cabello de colores a su alrededor. No quería creer que Michael lo estaba evitando, solo suponía que era lo mejor para ambos estar alejados hasta que los rumores pasaran. Bueno, eso era lo creyó hasta el día de hoy.

Michael lo había estado ignorando por completo cuando intentaba acercarse en los cambios de hora o recesos, parecía molesto, o eso es lo que creía ya que no podía descifrar bien sus expresiones gracias la capucha de su polera.

Estaba pensando seriamente en dejar su orgullo de lado y ser él quien empezara con lo sea que fuera a seguir.

Solo soltó un suspiro y se dirigió a su clase de música, donde podría con algo de suerte tener la oportunidad de volver a hablar con Michael.

—Empesaremos con una nueva partitura. Por favor, reúnanse en grupos de dos, preferiblemente con los mismos instrumentos que tocan —aviso el profesor mientras Luke entraba al salón.

Sus ojos azules se fijaron en Michael en el primer momento, este se encontraba sentado solo al fondo del aula, aun con la capucha de la polera puesta, logrando taparle las marcas de su cuello. El otro chico se encontraba demasiado ocupado afinando su guitarra como para darse cuenta de que ya había tomado asiento a su lado.

—Hola, Mike —saludo el rubio en voz baja. Michael levanto la mirada al escuchar su voz, pero no respondió y decidió seguir en lo suyo —. Entiendo que no quieras hablarme en la escuela, pero ¿Podemos vernos más tarde?

—¿Puedes dejarme en paz y seguir con patética vida, Hemmings? —respondió entre dientes Michael, sin molestarse en mirarlo a los ojos.

—¿Qué he hecho ahora? —pregunto el rubio frustrado por la actitud del mayor.

—Existir.

Después de aquella ultimas palabras de Michael Luke no se molesto en decir algo más el resto de la clase. Se encontraba algo confundido, pero en el fondo solo esperaba que todo esto se tratara de uno de los ataques de ira del teñido que solía tener después de pelearse con alguien. Sabia que lo mejor era dejar las cosas ahí e insistir luego. Tal vez podría lograr convencerlo de acompañarlo a su casa a la salida.

Pero, por ahora caminaba por el pasillo hacia donde se encontraba su equipo. Era lo mejor que tenia que hacer hasta que la campana volviera a sonar. Y no es que no le agradara sus compañeros de equipo, simplemente prefería pasar tiempo a solas o con Ashton, no rodeado de personas que su único tema de conversación eran rumores de los demás o jugadas de fútbol.

—¿Jake, es verdad que cogiste en el baño con Clifford? —dijo uno de los jugadores, en el momento que Luke se encontraba unos pasos del grupo.

—Sí, la mejor experiencia de mi vida —admitió el chico orgulloso, cruzando los brazos sobre su pecho y recargándose en los casilleros.

—¿No estaba en algo con Hemmings? —pregunto otro de los jugadores, logrando captar la atención de Irwin, quien solo levanto una ceja confundido.

—Se habrá aburrido de él porque, admitámoslo, Luke ya paso de moda —respondió el castaño encogiéndose de hombros.

—¿Quieres volver a decir eso en voz alta? —hablo el rubio, captando la atención de sus demás compañeros.

—Y-Yo me refería a-...

—¿Así que ahora me tienes miedo?

Luke pudo notar como una pequeña cantidad de personas ya estaban prestando atención a la discusión que habían empezado ambos miembros del equipo, posiblemente atentos a lo que fuera pasar esta vez con la próxima víctima de Luke Hemmings.

El chico levanto la mirada hacia él por primera vez para después soltar un suspiro y tragar, sacando la valentía necesaria para lo que sea que fuera a decir.

—No te tengo miedo, Hemmings.

Eso dijo, las exactas palabras que Michael solía decirle en cada enfrentamiento que solían tener. Demasiada coincidencia.

Su ira llego a un punto en el que solo le quedo lanzar el primer golpe, directamente al estomago del chico, sin ninguna compasión hasta asegurarse que estuviera en el piso para poder posicionarse encima de él. Sus puños iban en dirección al rostro del castaño sin molestarse en medir su fuerza, expulsando toda la rabia que había estado conteniendo demasiado tiempo.

Como era de esperarse el chico no se quedo atrás, intentando defender alzando la rodilla y dando directamente en su estómago, logrando que se retorciera y tuviera que detener sus golpes. Ese fue el momento en el que su compañero aprovecho para poder lanzar un puñetazo a su mejilla a lo cual respondió con un golpe directo a las costillas de este.

—¡Luke, detente! —escucho a Ashton gritar a tan solo unos pasos de él —. Si el director los ve ambos estarán fuera del equipo.

Ninguno de los dos obedeció aquellas palabras, siguiendo con el enfrentamiento, en el cual Luke estaba ganando por mucho. Aun así, el castaño seguía intentando igualar los golpes. Era difícil salir de aquello gracias al buen físico que ambos compartían.

Antes que Luke pudiera lanzar otro golpe al chico unos brazos estaban sujetando sus caderas, obligando a levantarse del suelo. Su intento de salir del agarre de aquellos brazos fue inútil, se encontraba débil y el agarre que había proporcionado sobre él era firma, sin darle opción de escapar.

—¡Se acabo el espectáculo! —exclamo el dueño de los brazos que lo sujetaban. Luke ya sabia de quien se trataba.

—Suéltame, Clifford. Déjame romperle el resto de la cara a tu noviecito —se quejó el menor mientras se retorcía, intentando salir de aquel agarre.

En ese momento el castaño, llamado Jake, estaba siendo levanto con ayuda de sus compañeros de equipo, capaz llevándolo a enfermería mientras él tendría que quedarse a lidiar con Michael.

—Esperen —dijo el teñido a los del equipo, logrando captar su atención —. Jake, recuerda que si dices tú también podrías estar fuera del equipo al igual que Hemmings.

—¡Pero él empezó! —grito el chico, señalando al rubio con las pocas fuerzas que le quedaban.

—No empeores las cosas —advirtió Michael, ganándose un asentimiento a regañadientes de parte del castaño.

Luke levanto la vista al darse cuenta de que aun Michael lo tenia entre sus brazos, y lo odiaba.

Odiaba sentirse tan bien entre aquellos brazos.

Monsters Among Man||muke Donde viven las historias. Descúbrelo ahora