Monsters Among Man||muke

veintiséis.

Michael estaba aburrido.

Parecía que habían pasado mas de cuatro horas en las que estuvo sentado en el asiento del copiloto, cuando en realidad fue media. Su reloj interno ahora mismo no era de mucho ayuda, especialmente gracias a que Luke solo decía que "ya iban a llegar" casa vez preguntaba cuanto faltaba. Por lo tanto, ya hacia un rato que había dejado de contar autos rojos y ya estaba jugando en su celular, soltando gruñidos cada vez que perdía.

Pensó en llamar a Calum para poder pasar el rato mientras el rubio seguía conduciendo, el cual se negaba a hacer algún comentario sobre la "cita". Pero, recordó que su mejor amigo le había contado que Ashton lo invitaría a ver películas a su casa, y sabia que "ver películas" no seria exactamente lo que harían. Como si fuera posible que Calum vaya a la casa de alguien para "ver películas" y ya. De igual manera no podía quejarse, él era igual.

Ahora que se ponía a pensar en el moreno podía asegurar que el sentimiento de culpa que solía sentir al saber que este no tenia idea de lo que pasaba en su vida se había ido. Se encontraba realmente mas tranquilo y algo feliz desde que le había contado la verdad. Además, había recibido bastante apoyo de su parte. Aunque claro, acompañados de gritos cuando creyó que estaba siendo reemplazado por Luke.

Hablando de Luke...

Su dedo índice volvió a parar en el hombro del rubio al ver que la batería de su celular se estaba agotando y ellos aún no había llegado a su destino.

—¿Ya llegamos? —volvió a insistir, teniendo esperanzas que esta vez la respuesta fuera diferente a las anteriores.

—Michael, esta es la cuarta vez que lo preguntas —respondió el rubio para después reír —. Pareces un niño.

—Es que estoy aburrido —se quejó el teñido e hizo un puchero, en un fallido intento de que el auto estuviera mágicamente en el lugar al cual estaba siendo llevado.

—Ahora si de verdad falta poco, amor —prometió el rubio, logrando sonrojarlo al escuchar el aquel apodo por primera vez. Malditos sonrojos, esos se suponían que debían ser cosa de Luke.

Sus ojos verdes volvieron a enfocarse en la ventana de su lado, dándose cuenta de que se encontraba en el centro de la ciudad gracias a los grandes edificios y las lujosas tiendas que lo rodeaban, además las calles eran mucho mas transitadas por autos y personas. Aquel lugar parecía gritar la palabra "caro".

—Luke Hemmings, te voy a matar si has decidido gastar demasiado dinero en mi —hablo Michael, mirando de nuevo en dirección al menor y cruzándose de brazos.

—Es lo mínimo que puedo hacer por ti, cielo —dijo Luke y beso su mejilla rápidamente para después volver a mirar a la carretera —. Ya que no puedo bajarte la luna y las estrellas.

—Luke, déjate de cursilerías —lo detuvo, para poder mirarlo mal o al menos intentarlo. ¿Por qué tenia que ser tan imposible enfadarse ahora con Luke? —. Me pone incomodo que gastes dinero en mí, pareces mi maldito "Sugar Daddy".

—¿Quieres que te amarre a la cama para la próxima? —se intento burlar el rubio, pero aquel comentario solo ocasionó que Michael se mordiera el labio inferior con solo pensar en la idea —. Espera, ¿De verdad te gusta la idea?

—Jódete, Hemmings. Concéntrate en el volante —respondió Michael, intentando cambiar de tema, pero de igual manera recibiendo una risa de parte del menor.

No paso demasiado tiempo (para el alivio de Michael) para que Luke ya se estuviera estacionando en frente de una tienda. Michael no sabía muy bien donde se encontraban, pero creía tener una idea y no le gustaba para nada.