Monsters Among Man||muke

veinticinco.

El resto del día anterior de Luke se baso en ayudar a Michael a subir y bajar cajas de su auto a la nueva habitación en la que se estaría quedando, además de tener que ayudarlo a organizar toda su ropa y demás cosas en esta. Cosa que al parecer fue completamente innecesario a su parecer porque en medio de la noche el teñido había terminado en cama, abrazado a él como un koala (tampoco es que se quejara).

Ahora, después de haber pasado un largo día lleno de demasiados sentimientos y estar agotados física y emocionalmente, se encontraban en su auto, yendo en dirección a la escuela.

Luke por alguna razón termino con una polera de Michael que se había robado en la "mudanza", la cual para su suerte era lo suficientemente grande, mientras que el otro chico solo traía una camisa a cuadros, la cual logro hacer que el teñido se pusiera aun así decía no gustarle usar ropa de colores.

—¿Entonces ahora que pasara? —pregunto Michael mientras sus ojos estaban concentrados en la pantalla de su celular.

—¿A qué te refieres? —pregunto también, manteniendo los ojos en la carretera.

—¿Volveremos a ignorarnos como siempre cuando estemos en la escuela? —explico el teñido, levantando la vista de su celular, haciéndole sentir a Luke su mirada puesta sobre él, esperando una respuesta.

Luke no respondió hasta que llegaron a la secundaria y pudo estacionar su auto. Una vez lo hizo centro su atención en Michael, quien se veía algo ansioso y preocupado por lo que fuera a decir. Él le sonrió, intentando calmarlo y haciéndole saber que todo estaría bien.

—Te diré lo que pasara ahora —comenzó el rubio para después buscar la mano de Michael y entrelazarla con la suya —. Bajaremos de este auto, tomados de las manos, sin importarnos una mierda lo que los demás opinen. ¿Qué dices?

—Me gusta la idea, Hemmings —respondió Michael con la mirada fija en ambas manos —. ¿Puedo sugerir otra cosa?

—Adelante.

—Que me beses ahora mismo.

Decidió seguir la sugerencia del chico de ojos verdes y acerco sus labios hasta los de este, dejándolos rozarse por un momento hasta finalmente juntarlos. Ninguno de los dos tenía apuro en romperlo, demorándose el tiempo suficiente como para que su lengua lamiera el labio inferior del teñido, pidiendo acceso a su boca. Un jadeo salió en respuesta de la boca de Michael, para iniciar una pequeña pelea dentro de sus bocas, posiblemente la única de la que tendrían que preocuparse desde ahora.

—¿Listo? —pregunto Luke, separándose unos escasos milímetros de la boca del mayor para poder hablar.

—Si, ahora si —respondió Michael, quitándose el cinturón de seguridad.

Ambos salieron de vehículo con las manos entrelazadas, ganándose unas cuantas miradas como era de esperarse, las cuales se encargaron de ignorar. Aunque, si creyeron que aquello fue difícil fue el comienzo, aquello solo empeoro en el momento que entraron por la puerta principal, siendo el centro de atención de los alumnos, especialmente del equipo de fútbol de Luke.

El rubio bajo la mirada, no queriendo tener que aclarar nada por el momento con sus compañeros. Posiblemente el ya sería el nuevo rumor de la semana en estos momentos. Por eso preferido pasar de frente y dirigirse a su casillero, teniendo que separarse de Michael por unos minutos hasta que este volvió con sus libros en manos.

—Me siento como la chica de la relación —comento Luke mientras seguía guardando sus libros en la mochila, escuchando la risa de Michael de fondo —. Tu eres el chico malo que vigila a los alrededores para que nadie se acerque a su novia.