Monsters Among Man||muke

veinte.

Miércoles, cada vez menos para el fin de semana, solo tener que soportar unos días más de clase y ya.

Paso sus manos por su cabello, despeinándolo un poco más y camino en dirección hacia su casillero, donde logro divisar a Luke frente a este con sus demás compañeros de equipo (sin el chico castaño del día anterior como era de esperarse). Decidió mirar en la dirección del rubio, recibiendo una pequeña sonrisa de su parte, la cual devolvió de igual manera.

Ambos habían pasado el día anterior en su casa, hablando de cosas sin sentido y comiendo comida chatarra. Había sido la primera vez que Michael la pasaba bien después del colegio, lastima que todo acabo cuando la mamá de Luke llamo.

Ninguno había llegado a ningún acuerdo sobre la rara "relación" que mantenían, ni siquiera se habían molestado en hablar del tema, por lo cual esta solo continuaba en pequeños saludos o besos a escondidas. Un gran avance según Michael, aunque sabía que muy pronto seria imposible para ambos seguir ignorando el tema.

Decidió despedirse disimuladamente, haciendo un gesto con la mano al rubio para poder dirigirse al laboratorio y a la vez repasar las notas que Ashton le había dado la clase pasada. Todo iba bien, hasta que una persona decidió cruzarse en su camino y jalarlo de la muñeca.

—¿Qué mierda-...?

—¡Mike! —exclamo una voz chillona cerca de su oído —. ¿Acaso te olvidaste de mí?

Michael levanto su viste de los apuntes de en sus manos, encontrándose con la rubia de ojos azules de la vez pasada, la cual hacia un puchero con los labios y lo miraba tristemente, en un posible intento de causar ternura. Él solo hizo una mueca, queriendo seguir con su camino.

—Estuve castigado una semana gracias a ti —le reclamo, para después soltar un bufido.

Ahora que lo piensa bien en cierta manera debería agradecer a aquella molesta chica por aquel castigo, ya que fue la causante de acercarlo a Luke. Aunque, claro, eso jamás pasaría.

—¿A mí? —pregunto la chica, levantando una ceja confundida y señalándose a sí misma —. ¿Por qué?

—Nunca comentaste que tu jodido primo era Luke Hemmings —respondió Michael cruzándose de brazos.

—Oh, creí que no tendría importancia —comento la chica, comenzando a jugar con mechón dorado de su cabello —. Luke y yo no hablamos, supongo que la que siente competitividad hacia ti es más grande de lo que pensé.

—¿Recién te enteras, rubia?

—¿Podemos volver a intentarlo? —pidió la chica de ojos azules, rogando con la mirada.

—No, gracias. Ya tengo a alguien por ahora —contesto, queriendo dar fin a la conversación para poder dirigirse a su clase. Jamás pensó las ganas que tendría de hacer alguna disección a un animal muerto hasta hoy.

—Espera —dijo la molesta chica, corriendo hasta volver a quedar a su lada —. Solo una cosa más.

—¿Qué-...?

Antes de poder terminar su pregunta los labios de aquella chica ya estaban puestos sobre los suyos, posicionando las manos en su nuca, impidiéndole separarse. Michael reacciono rápidamente, poniendo sus manos en la cintura y apartándola de su lado.

—Lo siento.

—¡¿Por qué mierda hiciste eso?! —exclamo molesto el teñido, pasando a limpiarse los labios con los puños de su ropa.

—Luke estaba viendo, necesitaba demostrarle que no podía meterse en mi vida —respondió ella simplemente levantándose de hombros —. Además, de verdad quería besarte.