veintiocho.

10K 838 228
                                    

No era una exageración decir que todos los alumnos se encontraban vistiendo algo rojo. Hasta Calum había venido con una camiseta roja y las mejillas embarradas de pintura del mismo color. Todo era culpa del gran espíritu escolar que tenía la escuela.

A él nunca le llame la atención aquello, especialmente porque su conocimiento en fútbol era casi nulo. Pero, ahora se encontraba vistiendo una chaqueta del equipo (de Luke), la cual le quedaba demasiado grande y lograba tapar sus manos, junto a un polo rojo (de Luke también, ya que no tenía nada rojo en su armario). Aunque, tenía que admitir que no le disgustaba del todo aquello.

Siguió caminando mientras veía a la multitud vestida de roja salir de sus salones, yendo en dirección hacia el campo. Todos querían ver o desear suerte a los jugadores unos minutos antes del partido mientras estos entrenaban.

—Por primera vez veo que muestras algo de espíritu escolar —hablo Calum, tomándolo algo de sorpresa cuando se posó a su lado.

—Es culpa de Luke —bufo y siguió caminando junto al moreno —. Dijo que no me dejaría salir de su casa si no llevaba algo rojo puesto.

—Creo que busco otra forma de marcarte como propiedad al darte su casaca —observo el moreno, dirigiendo su mirada a las iniciales de la prenda causando que Michael blanqueara los ojos —. No me blanquees los ojos que sabes que es verdad.

—¿No deberías estar junto a Ashton, siendo su porrista personal? —pregunto el teñido, intentando cambiar de tema y a la vez molestando a su amigo.

—¡¿Puedes creer que me quise meter al equipo y me rechazaron?! —exclamo Calum, no tomándolo por sorpresa al decir aquellas palabras. Siempre tenia que esperarse de todo cuando se trataba del moreno.

—No me digas-...

—¡Esas barbies dijeron no podía meterme una semana antes del partido! —volvió a gritar el chico, completamente indignado con lo sucedido y cruzando sus brazos sobre su pecho.

—Calum, eres un idiota.

Antes que Michael pudiera hacer algún otro comentario inteligente a todas las tonterías que salían por la boca de Calum o que este mismo volviera a lanzar otra queja, ambos ya habían llegado a las gradas y Ashton se estaba acercado hacia ellos corriendo.

—¡Ash! —grito emocionado el moreno a lo que Michael solo tapo sus oídos rápidamente por unos segundos por si volvía a escuchar otro grito de parte del chico —. ¿Viniste a que te desee suerte?

—Claro que sí, bebe —respondió Ashton dándole un abrazo al moreno para después fijar su mirada en el teñido —. Por cierto, Luke te esta esperando en los vestidores.

Michael asintió, alejándose de aquel lugar para su suerte al ver que ambos chicos habían comenzado a besarse. Asqueroso.

Al llegar a los vestidores se dio cuenta que estos estaban completamente vacíos ya que los demás jugadores se encontraban en la cancha. Desde la habitación podían aun escucharse los gritos y bocinas de los alumnos animando al equipo antes del partido. Sus ojos se centraron en el chico de melena rubia, quien se encontraba sentado en una de las bancas amarrándose sus tenis.

—Hey, princesa —llamo su atención Michael pasando a sentarse al lado del chico —. ¿Nervioso?

—Algo —respondió el menor para después soltar un suspiro y hacer una mueca —. Mi mamá me dijo que tal vez mi padre vendría.

Michael recordó las veces en la que había sido obligo a asistir a los partidos gracias a Calum, y su obsesión con los jugadores guapos del equipo o de otras escuelas. Por aquellas veces había tenido la oportunidad de ver al padre de Luke, el cual casi siempre se encontraba en primera fila e iba corriendo a abrazar a su hijo después de cada partido sin importar si perdía o ganaba. Sinceramente, seria raro no verlo ahí.

Monsters Among Man||muke Donde viven las historias. Descúbrelo ahora