seis.

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No recordaba en que momento había comenzado a beber demasiado, ni siquiera el momento en que estuvo a punto de acostarse con un chico dos años menor con él (¿Si quiera eso era legal?), con el cual para su suerte no paso nada, ya que se había metido al baño antes que fuera tarde.

Lo único que ahora mismo recuerda claramente es la imagen de su padre mientras se lavaba la cara en un intento de aclarar su mente.

Su padre y él siempre habían tenido una buena conexión, aun así este pasara la mayor parte del día trabajando siempre conseguía algo de tiempo para dedicarse a Luke o atender a sus partidos, incluso entrenamientos, además de siempre pasar un día a la semana en familia los tres juntos. Casi una perfecta relación padre e hijo que cualquiera podría envidiar, hasta hace un mes.

Luke había decidido confesar su sexualidad con sus padres antes del inicio de clases, ya que tenia el plan de hacer esto publico en el diario escolar. Su madre no se tomó mal la noticia, podría decirse que estuvo complacida que se hubiera abierto más con ellos, pero con su padre fue todo lo contrario. Lo único que salió de los labios del hombre fue un "estoy decepcionado de ti" acompañado de un trato lleno de silencio hasta ahora, y aquello le dolía demasiado. Estaba seguro de que hubiera preferido mil veces escuchar gritos, un golpe o que lo sacaran de su casa porque sinceramente no podía soportar el silencio. Extrañaba a su padre.

Al mirarse al espejo fue cuando noto las pequeñas lagrimas bajando por sus mejillas. Se encontraba realmente cansado de su vida y triste, claramente sin ganas de seguir "disfrutando" de aquella fiesta y la mejor idea que pudo pasar por su cabeza en su estado de alcoholismo fue meterse a la bañera de su derecha, pegar sus rodillas a su pecho y hundir su cabeza entre estas. Había sido un día muy largo.

Cuando despertó hoy en la mañana había tenido unas altas esperanzas que su padre le volviera a hablar dado que había pasado prácticamente un mes desde la ultima "conversación" que tuvieron, pero termino sintiéndose peor cuando aquello no paso, arruinando por completo el resto de su día.

Era como un alma desolada al caminar por la escuela, sin dirigir la palabra a nadie de sus amigos y ni tener ánimos para molestar o discutir con el chico de cabello rojo como hacia a diario. Lo único que quería era volver a su padre en los entrenamientos como siempre.

No se dio cuenta en que momento sus sollozos empezaron a hacerse mas altos, pero gracias al volumen alto de la música de igual manera no se escucharían. En lo que no pensó es en que la puerta del baño, en el cual se escondía, seria abierta. Cosa que no llamo su atención en un comienzo gracias a su estado de embriagues.

—¿Hemmings? —pregunto el intruso desde la puerta llamando su atención.

Luke levanto la cabeza de su pequeño escondite y limpio rápidamente sus lágrimas con las mangas de su camisa a cuadros. Era obvio que si ahora mismo se encontrara en sus "cinco sentidos", como solían decir, sabría que esta escena podría poner en un gran riesgo su reputación, pero el "Luke ebrio" solo quería un abrazo y volver a hablar con su padre.

—¿M-Michael? —hablo Luke con la voz rota, ganándose una mirada de sorpresa de parte del teñido al darse cuenta de que lo había llamado por su nombre. Este entro al baño y cerró la puerta tras suyo para arrodillarse al lado de la bañera, posiblemente para quedar a su altura.

—¿Estas bien? —volvió a preguntar, confundiendo un poco al rubio.

¿Desde cuando se preocupaba por él? Ahora mismo debería estar en un completo estado de pena para que alguien como Michael Clifford fuera a ser "amable" con alguien como él.

—¿Tú que crees? —respondió en un tono de sarcasmo para después acompañarlo con una risa amarga. Michael blanqueo los ojos al darse cuenta de que su actitud seguía siendo la misma.

Monsters Among Man||muke Donde viven las historias. Descúbrelo ahora