trece.

12.6K 993 274
                                    

El fin de semana paso demasiado rápido para él.

Había hablado con su padre el día anterior y como era de esperarse aquella conversación termino en el hombre pidiéndole disculpas, y él aceptándolas como siempre, sin que ninguno se tomara la molestia en mencionar los golpes o la rehabilitación que Luke había sugerido. Todo seguía siendo igual y el ciclo volvería repetirse al igual que cada mes.

Soltó un humo de sus labios y siguió caminando hasta la entrada de la escuela, vistiendo de negro como acostumbraba. Sus moretones en el rostro habían mejorado bastante, dándole un aspecto menos preocupante, aunque no podía decir lo mismo de los de su cuello. Luke se había asegurado de hacer un muy buen trabajo.

A él nunca le había gustado que lo mordieran, especialmente que dejaran marca en su piel, la cual era demasiado pálida, facilitando la notoriedad de estos. Se sentía marcado como propiedad, casi como un animal, por eso siempre evitaba aquello cuando estaba con alguien. Pero, por algunas razón no le molestara del todo que Luke hiciera lo que quiera con su cuerpo.

Inhalo por última vez la nicotina de aquel cigarro para después tirarlo en la misma puerta de la escuela, pasando a pisarlo apagando la colilla. Se dirigió a su casillero sin mucho apuro y saco los cursos que le tocaban el día de hoy, no sin antes asegurarse de mirar a los alrededores en busca de ciertos cabellos dorados. Pero no, no había señal de rubio por ahora.

—¡Michael Gordon Clifford! —grito Calum por los pasillos, acercándose rápidamente hasta su lado.

—Te he dicho millones de veces que no me gusta que no me llames por mi segundo nombre —reclamo Michael fastidiado.

—Me importa una mierda. Estuviste evitándome todos estos días después de la fiesta —se quejó el moreno, cruzando los brazos sobre su pecho —. El viernes te saltaste casi todas clases y el sábado no respondiste tu teléfono. Lo único que puedo entender es que el Domingo no me hayas respondido los mensajes porque sales con tu padre.

—Oh —dijo, poniendo su mochila tras la espalda —. Lo siento, Cal. He estado ocupado.

—Si, los chupones en tu cuello lo demuestran —se burló Calum, rozando con las yemas de sus dedos las notorias marcas, para que después estos fueron apartados por Michael —. Creí que no te gustaba que te marquen.

—No fue algo que estuviera en mi control en ese momento —respondió el teñido, mirando al suelo y encogiendo sus hombros.

—Como sea, ya me contaras de eso. Quería contarte que el jueves me bese con Irwin, pero desde ese día no me llamado ni una sola vez. ¡Se la paso ignorándome! —exclamo lo último Calum indignado.

—Seamos sinceros, lo único que querías era su pene en tu gordo trasero —aclaro Michael, logrando que el pelinegro blanqueara los ojos —. Creo que esto es lo mejor, así evitas que él sea quien salga dañado.

—¡Pero es injusto! Ahora soy yo quien quiere tener su atención cuando él me estaba buscando la semana pasada —se volvió a quejar el moreno, para después soltar un bufido y mirar hacia otro lado —. ¿Luke, porque Ashton ya no me quiere?

Michael no pudo evitar tensarse al escuchar aquel nombre, dirigiendo su mirada hacia el rubio que acababa de llegar a su casillero, al cual no había notado por estar ignorando los dramas de su mejor amigo.

—No lo sé, tal vez deberías insistir un poco más. ¿Qué tal pedirle una cita? Solo no lo dañes, él se encariña rápido con las personas —dijo Luke para después cerrar su casillero y voltear —. Hola, Michael.

—Luke —contesto, intentando actuar lo más indiferente posible.

—¿Desde cuándo ustedes se hablan por sus nombres? —pregunto confundido Calum.

—La semana de castigo nos hizo reflexionar y decidimos hacer las paces —contesto Luke, pasando a recostarse en su casillero y guiñarle un ojo a Michael sin que Calum pudiera darse cuenta.

—Lo que él dijo —respondió Michael, mirando mal rubio.

—Aquí se siente una gran tensión —hablo Calum, mirando a ambos chicos —. Creo que ustedes aún tienen cosas que resolver, yo me voy. Nos vemos en clase, Luke.

El rubio asintió y vio a Calum yéndose por el pasillo al igual que los demás en el momento que sonó la campana. Michael dio dos grandes pasos, hasta quedar en frente del rubio, no sin antes fijarse que no quedara nadie a los alrededores que pudiera verlos.

—¿Qué es esa mierda de hacer las paces, Hemmings? —pregunto, poniendo sus manos en los casilleros, encerrando al rubio.

—Cuando me dejaste tener el control fue cuando hicimos las paces —respondió Luke, poniendo las manos sobre el pecho de Michael, acariciándolo sobre la tela.

—¿Y ahora quien parece tener el control? —volvió a preguntar, acercándose peligrosamente al cuello del rubio.

—Tú.

Aquello basta para que Michael pegara sus labios al cuello del rubio, logrando sacarle pequeños jadeos en voz baja, posiblemente preocupándose de que alguien los pudiera escuchar. Bueno, aquello ultimo dejo de preocuparle a Luke en el momento que empujo su pierna a la entrepierna de este, dándole algo de fricción, haciéndolo gemir.

—Mierda —jadeo Luke, pasando a poner sus brazos alrededor de su cuello —. Bésame.

—A mí no me dices que hacer, rubio —respondió, recordando las veces que esa frase había salido de los labios en enfrentamientos anteriores.

Tan solo siguió con sus besos al cuello de Luke, ignorando sus órdenes, acompañándolos de mordidas, prácticamente destrozando el cuello de este encargándose de succionar y dejar marcas parecidas a las que él tenía. Sus manos pasaron a los muslos del chico, causando que este instintivamente diera un pequeño salto, enrollando sus piernas alrededor de sus caderas mientras el sostenía su trasero.

Sin poder esperar más tiempo Luke agarro su nuca, uniendo finalmente ambos labios. Sus lenguas comenzaron a pelear entre ellas, logrando sacarles a ambos unos cuantos jadeos. Michael estaba seguro de que podía sentir la erección de Luke perfectamente sobre su estómago y sabía que todo había salido perfecto a su plan.

El teñido se separó de Luke, bajando cuidadosamente sus piernas, apoyándolo en los casilleros, para después dejar un pequeño beso en su frente.

—¡¿Me vas a dejar con una maldita erección, Clifford?! —exclamo el rubio indignado.

—Solo queria emparejar las marcas, princesa. No es mi culpa te hayas emocionado —se burló Michael y volvió a acomodar su mochila tras su hombro —. Llegare tarde a clase, nos vemos.

Antes que Luke pudiera reclamar él ya se había ido corriendo por los pasillos, dejándolo con las palabras en la boca. Llegar tarde a clase había valido por completo la pena.

Para su suerte, logro escabullirse en silencio al aula, tomando asiento en el fondo sin hacer demasiado ruido, encontrándose con Ashton sentado delante suyo. Aquello era nuevo, era raro ver al rizado en los asientos traseros gracias a que este siempre era de los primeros en llegar, tomando asiento adelante.

—¿Por qué estas atrás, Ash? —pregunto Michael en voz baja.

—Calum me retuvo porque quería hablar conmigo —respondió el chico en el mismo tono de voz sin dar la vuelta.

—Dime que no hiciste caso a sus suplicas.

—Fue demasiado difícil. Se veía demasiado adorable mientras me pedía que le diera una oportunidad, no pude decir que no —contesto Ashton apenado de su poca fuerza de voluntad.

—Solo ten cuidado —dijo mientras empezaba a sacar su cuaderno de notas —. Calum puede ser mi amigo, pero se vuelve un completo imbécil cuando consigue lo que quiere.

—¿Y qué es lo quiere ahora?

—A ti.

Monsters Among Man||muke Donde viven las historias. Descúbrelo ahora