Alice
—Vamos... —. Mordí mi labio mientras sostenía la bolsa en mis manos.
—Con cuidado —murmuró Bastian a mi lado—, si la presionas de más, la bolsa podría...
No tuvo tiempo de responder cuando la bolsa de crema batida estalló y cubrió la cara de ambos con una crema de color rosada.
—Eso podría suceder.
—Me rindo —aventé la bolsa al cesto de la basura y admiré mi obra arruinada—, jamás podré cocinar un simple pastel.
—Tranquila, seguramente hay otra más por aquí —sonrió a pesar de que su cara estaba cubierta de crema—, yo tampoco pude hacer uno la primera vez que lo intenté, siempre tuve que ver a Byron hacerlo y sólo hasta mi tercer intento es que salió bien.
—¿Él sabe hacer esto? —. Pregunté mientras limpiaba mi cara con una servilleta.
—Aprendió cuando tuvo un hermano pequeño a quien cuidar —. Asintió mientras rellenaba una nueva bolsa con betún—. A veces la vida no te enseña las cosas de la mejor manera, pero siempre podrás aprender y eso es lo que realmente importa. Lo mucho o poco que aprendas de una lección siempre dependerá de ti, de nadie más.
—Que gran filosofía —. Me burlé.
—Soy un fanático —. Sonrió señalando las servilletas—. Oye, ¿Me pasas una?
Tomé una de ellas y se la di. Bastian limpió su cara con esmero, pero justo cuando iba a quitársela de la cara, esta se quedó pegada haciéndome reír de inmediato.
—Deberías verte... —carcajeé abrazando mi estómago—, te pareces al señor servilleta.
—¿A quién? —. Preguntó confundido mientras se quitaba la servilleta de la cara para tirarla al cesto.
—El señor servilleta —negué confundida y dejé de reír—, es de una película muy famosa, ¿Qué nunca lo habías escuchado?
—No, no sé de quién hablas —. Se encogió de hombros.
»Vaya, seguramente Byron tiene que ver con eso«
—Recuérdame ver esa película con ustedes —dejé los trastos sucios en el fregadero—, más bien, todas mis películas favoritas. Seguro te gustarán.
—Trato hecho.
Volví a mirar el pastel y noté que estaba por completo batido, sin embargo, Bastian se encargó de hacerlo menos feo. Sí, no mentía cuando dije que la cocina y yo no somos los mejores amigos.
—Ven, inténtalo de nuevo —. Sonrió y me entregó una bolsa nueva de betún—. Yo te voy a ayudar esta vez.
—Bien —. Sonreí y empecé a hacer las flores que Bastian me enseñó. No mentiré, ninguna me quedó bien, pero al menos ya no parecía un vómito de betún.
—¿Lo ves? —Bastian agitó mi cabello—, te dije que lo ibas a lograr. Eres una luna ahora, Alice, puedes hacerlo todo.
Sonreí con lo que dijo pero terminé haciendo un puchero cuando vi mi pastel. Yo quería hacer uno bonito, tan rico como el que había comido con Byron, pero este era horrible.
El betún rosado se había mezclado con el blanco, y aunque Bastian intentó arreglarlo, las flores que hice sólo lo hacían ver como un horrible vómito de unicornio.—No se ve como el que comí antes —dije alejándome un poco para mirarlo—, ¿Crees que siquiera le guste a Byron?
—Para mí se ve realmente delicioso.
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La Luna Del Alfa Luna Nueva ©
WerewolfLas leyes dictan que los seres sobrenaturales siempre deben estar ocultos de los ojos humanos y si alguno de ellos los descubre, tendrá que ser eliminado. Esa es la ley. ¿Pero qué pasa si ese humano es una Luna? ¿Se puede salvar? ó ¿Se tendrá que el...