Extra 4. Amigos

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Alice

—Por favor, ¿Podemos elegir sólo una y ya?

—No. Tenemos que elegir la mejor. Es importante.

Vi a Bastian levantar una vela grande y decorada con muchos lazos azules. No sabía lo que significaban pero según él, celebraría con Byron la ceremonia de la vela. Un momento en la noche antes de la boda en donde encenderíamos cinco velas, una por cada uno de nuestros padres y la del centro para nosotros.
Bastian dice que es una forma de pedir guía y buena suerte a nuestros padres para nuestro matrimonio. Una cosa totalmente hermosa pero que no entendía bien.

—Me habría gustado recibir la bendición de mi madre antes de casarme —. Murmuré pensando en ella.

Bastian estaba tan metido en su mundo que no me escuchó, ni siquiera Jonás que buscaba las velas que el lobo menor le había pedido.
Por un momento, me olvidé de Ty.

—También a mí.

Me giré para ver a Tyler de pie a mi lado y le sonreí con melancolía.

—¿Cómo era tu mamá?

—La verdad es que no la recuerdo mucho. Ella murió cuando era un niño y mi padre me abandonó poco después de nacer —. Se encogió de hombros—. Recuerdo que solía llevarme en su espalda cuando recogía el cultivo. Ella tenía una pequeña granja de vegetales y con eso nos mantenía, creo que por eso soy muy bueno cocinando, porque le aprendí todo.

—¿Cocinabas con ella? —sonreí sorprendida—, que gran suerte. Yo habría lo que fuera por recordar su voz o su rostro. Ni siquiera sé cómo conoció a papá.

—¿Ellos se amaban?

—Claro. Mi hermano dice que su amor se sentía como vivir en verano todo el tiempo. Ellos reían, se hacían bromas hasta enojar y también se perdonaban; fueron una pareja memorable.

—Entonces creo que sí tuviste suerte también. Si tus padres se amaban y te amaron, creo que tuviste más suerte que yo.

—Creo que sí, aunque me siento un poco mal ahora. Parece que tu vida siempre estuvo llena de retos, más de los que yo podría sortear.

—Nah, fue una buena vida.

—Pero no lo entiendo, si tuviste mamá y familia, ¿Cómo terminaste siendo miembro de la familia Hale? ¿Acaso Byron te ordenó serlo?

—Nada de eso —. Se encogió de hombros cuando se acomodó mejor en el asiento—. De no ser por los Hale, creo que habría crecido como un lobo huérfano. Es decir, no me habría molestado por ello, pero creo que lo mejor que me pudo pasar es que yo haya tomado el riesgo de seguir a Byron aún cuando todos desconfiaban del alfa.

—¿Cómo fue eso?

—Mmm... —. Él levantó la vista para ver que Bastian no lo mirara y después se acercó más a mí para susurrar—. Bueno, lo que pasa es que cuando el alfa fue exiliado, yo lo seguí. Me colé entre los lobos que fueron exiliados con él.

—¿Por qué? —. Pregunté totalmente sorprendida.

—Es que yo confié en él.

Tyler sólo me sonrió y asintió.

—Desde que tengo memoria, confié en Byron. Incluso cuando lo acusaron por culpa de la bruja, yo creí en él y decidí que lo seguiría a todos lados. Así que cuando lo exiliaron, lo seguí y obligué a los cazadores a ponerme esposas también. No iba a dejar que mi alfa se fuera solo.

—Pero no habías hecho nada, ¿Verdad?

—No se trataba de si hice o no, Alice, sino de lo que él había hecho por la manada. De cómo nos protegió aún a costa de su felicidad, de su vida e incluso entregó a su familia a nuestro servicio para cuidarnos. Eso nunca lo olvidaré.

La Luna Del Alfa Luna Nueva ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora