Niño de la oscuridad • VMin

𝙽𝚒𝚐𝚑𝚝 𝟻𝟺.

Guíaba los pasos de Hoseok, habían continuado caminando desde el orfanato hasta la baya que marcaba la entrada al bosque profundo.

ㅡCuidado Hobi.

ㅡJaja, si, si, lo siento Mochi.

Él tropezaba con las ramitas que habían en el suelo, torpemente caminaba y era porque se me ocurrió taparle los ojos para que no viera nuestro destino con una venda.

ㅡ¿Mi regalo es genial, Jiminnie?

Hoseok... por favor, cállate.

No puedo arrepentirme ahora.

No soy como mi mamá.

ㅡSí HobiㅡRespondí para sonreír aunque el no me viera.ㅡEs tan grande y bonito que de seguro te impresionarás cuando lo veas.

ㅡUhh, ahora estoy mucho más emocionadoㅡaplaudió con sus manos rápido demostrando la emoción mencionada.

Nos adentramos más, los árboles, las grandes ramas, el olor a plantas, tierra, humedad y los sonidos de los animales e insectos habitantes ahí llenaron nuestros locales auditivos y en mi caso, los visuales también.

Había extrañado ese olor.

ㅡEmm, Jiminnie ¿Por qué hay sonidos de insectos? ¿Estamos muy lejos de casa, cierto?

ㅡSí Hobi, pero no temas, estoy contigo. Mientras sigue caminando y no intentes ver nada, más bien trata de adivinar cuál es tu regalo.

No preguntó más nada, absorbido por completo al efecto principal de la droga. Sus manos temblaban al igual que sus piernas.

Mientras caminaba me levanté en puntillas para poder ver mejor lo que había a distancia.

A penas divisé las luces entre los árboles descubrí que finalmente habíamos llegado.

Llegamos pero, ¿Dónde se suponía que estaba Taehyung?

Joder, el plan era ese. Él debía llegar antes que yo y Hoseok.

Un chasquido de dedos llamó mi atención y subí la vista nuevamente.

Vaya, quejándome por nada.

ㅡ¿Llegamos?

Sonreí en grande al verlo esperar mi llegada detrás de un viejo y gran árbol doblado.

ㅡSi.ㅡMurmure sin dejar de verlo. Se veía tan hermoso sonriendome que mis nervios se iban alejando un cada vez más.

Él articuló una palabra que entendí como "Suéltalo", así que con mis dedos levemente sudorosos lo hice.

Liberé sus ojos.

Le permití ver.

Él se veía notablemente confundido, parecía no entender. Pero era tan inocente que me enseñó una gigante sonrisa, de esas que siempre me da cuando está alegre (Osea, todo el tiempo) y que me encandila.

ㅡChim Chim, esto está... her-hermoso.ㅡSus ojos brillaron y la luminosidad de la luz que producía el fuego pegaba en todo su rostro, haciendo que el negro y el amarillo fueran los dos únicos colores visibles para el ojo. Él llevó sus manos hasta su pecho mientras veía con ojos acuosos el gran círculo y dibujos que estaban dibujados en el suelo. El fuego en los velones negros, el que bañaba las líneas curvadas y rectas el que cubría cada trazo de ello.

Mi mirada dejó de analizar a Hoseok emocionado y drogado para enfocarse en Tae. El único niño que en la oscuridad resaltaba por sus colores y belleza.

Pude apreciarlo solo un poco más antes de que volteara y revelara su presencia al menor.

ㅡEstoy aquíㅡSusurró al oído del chico

ㅡ¡Tae!ㅡSonrió emocionando y terminando por llorarㅡ¿Qué haces aquí?

ㅡFelíz cumpleaños, Hoseok. ¿Qué deseo pedirás?

El chico secó sus lágrimas y se mostró sumamente felíz con la sola aparición de Tae.

Que molesto.

ㅡDeseo irme contigo.

Ahí lo tomé, el impulso.

Pensé que no debía y no me molesté en balancear mi peso de un lado a otro cuando tomé el mango del objeto filoso.

Entonces vi a Taehyung asentir.

Solo bastó esa señal para que yo levantará mis brazos con el cuchillo entre manos.

Más rápido que un batir de alas, el gélido metal atravesó el corazón latente del cuerpo débil de Hobi.

La imágen distorsionada de un precioso niño ojos azules ardiendo en llamas fue lo último que el pudo ver, salpicó un poco la salida.

Y Hoseok dió su último suspiro.

Maratón 4/?