𝙽𝚒𝚐𝚑𝚝 𝟼𝟶.

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//N

Jimin necesitaba encontrar, como diera a lugar, a Taehyung.

Porque si hubo algo en lo que Hoseok (o mejor dicho, V) le mintió a YoonGi, fue en decirle que Jimin estaba desbordando felicidad.

Porque no era así.

Había resistido ya mucho tiempo sin ver a su niño, sin oírlo, sin tocarlo, sin verlo siquiera.

Jimin estaba molesto con V (Hoseok) porque no había tenido ningún problema en reaparecer con el cuerpo que Jimin le había ofrecido hacia ya casi 12 meses, sino que apareció como Hoseok y no había tenido la voluntad de darle a Taehyung; simplemente estaba destruyendo el pacto.

Demonio mentiroso de mierdaㅡgruñía Jimin internamente.

Claro, sin haberle prestado atención a Hoseok.

El chico pretendía seguir con su racha de odio y desprecio hacia el pelirrojo hasta que el espectro se cansó y tuvo que darle un alto a eso. No podía resistir con el odio de Jiminnie hacia él. Entonces fue cuando decidió darle instrucciones para cumplir, después de casi un año, su promesa, su pacto.

ㅡHijo va a llover, ¿Estás seguro de que no quieres que tu papá o Jungkook entre contigo?ㅡPreguntó la señora Jeon dentro del coche con la mata de cabello castaña asomándose para ver también, Jungkook le miraba desde adentro.

ㅡNo mamá, estoy bien, lo juro.

ㅡMm, bueno; sigo sin saber que buscarás aquí pero apresurate hijo, te esperaremos entonces.

ㅡEsta bien.

Jimin estaba de pie frente a su antigua casa que estaba casi a punto de despedazarse. Frente a ese lugar en donde todo empezó, donde su vida cambió por completo.

ㅡHijo ¡Cuídate!ㅡGritó su madre aún con el corazón en la mano, un trueno les causó un sobresalto a todos, pero debido a esto sonrieron. Jimin le regaló una sonrisa a su madre para tranquilizarla y darse la vuelta.

ㅡ¡Lo haré, mamá!

Dicho esto, Jimin comenzó a trotar directo hasta la entrada de su antiguo hogar. La puerta estaba totalmente dañada debido a que las bisagras ya estaban oxidadas y al momento de girar la manilla la puerta casi se le queda en la mano.

Empujó como pudo el trozo de madera y finalmente entró.

Se quedó allí de pie por unos minutos, contemplando todo. Se inhalaba el polvo insoportable en el aire y todo estaba como Jimin recordaba. Exactamente igual a la última vez que estuvo allí.

Jimin se sintió nostálgico y con la nostalgia, un revoltijo en su estómago se aproximó.

Subió las escaleras, aún podía ver gotas de sangre adheridas a la madera del piso por donde alguna vez corrió lleno del líquido de su madre. Caminó por el pasillo, el sonido de sus botas rechinando con cada paso que daba. Aún recordaba con claridad cuando oía la cama de su mamá sonando por las madrugadas o los pasos misteriosos que corrían en ese mismo lugar y lo asustaban.

Recordó las sombras que se colocaban en el umbral del baño.
Pero el momento en el que verdaderamente quiso llorar, fue cuando abrió la puerta de lo que era su habitación.

Niño de la oscuridad • VMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora