Niño de la oscuridad • VMin

𝙽𝚒𝚐𝚑𝚝 𝟺𝟺.

-A mi me huele que ese niño recién llegado se irá pronto también, digo, ¿Ya le viste la cara? Parece de revista.

YoonGi hablaba mucho conmigo.

-Sería el hijo perfecto ¿Verdad que si?

Asentí lentamente, aunque me parecían las letras lo más entretenido.

No había ocurrido nada de suma relevancia luego del último encuentro con Taehyung.

Solo no.... No había nada.

El dió un largo suspiro y cerré mi libro.

-Oí por ahí que tiene 13, es un año menor que tú.

¿Qué insinuaba con eso? Yo tenía mucha flojera, solo quería que Tae se apresurara en venir a dormir conmigo

-Vamos Jimin, ¿Qué tienes hoy? dime algo al menos.

Quiero dormir con Tae, YoonGi.

Aunque sé que no lo hará.

-A veces siento que eres mudo, no entiendo como haces.

-Y yo no sé como haces para hablar tanto.ㅡrefunfuñé.

-¡Oh, hablaste!.ㅡCelebró Yoongi.

Todos me tenían cariño, pero sabía que era falso. Jimin solo era el raro que no hablaba y que llevaba encima suyo la mala suerte.

Decían que cada vez que comentaba acerca de trivialidades sucedían cosas extrañas luego, por ejemplo, de noche en los pasillos se oían pisadas, algunas risas, las cosas se movían solas y demás.

Tontos todos.

Supongo que solo me he permitido interactuar con Min Yoongi y Jung Hoseok.

ㅡ¿Desde cuándo mi novio se volvió tan callado?ㅡLamentó él con un puchero y crucé mis brazos.

-Chim Chim-Llamó Yoongi abrazándome con sentimiento-, quisiera saber que piensas.

Yo también, Hyung, yo también.

Le devolví el abrazo.

-Algún día te lo diré.ㅡLe susurré muy bajito en su oído. No quería hacerlo sentir tan mal solo por mi culpa.

Él era el único vivo que se mantenía conmigo así no le respondiera ninguna de sus preguntas, no le importaba escuchar cosas raras conmigo en la madrugada, no le importaba mi mala suerte, no le importaba recibir regaños por escaparse de vez en cuando conmigo en la madrugada, a él no le importaba Taehyung ni las pesadillas.

El solo estaba ahí.

Y sentía que él era mi único hermano.

Mi hermano de verdad.

-Te esperaré, Jimin, en serio lo haré.

-Si.-Le sonreí un poco. Su cabello negro alborotado caía por su frente.

-Minnie, estás muy extraño, mucho.

Lo sé.

-¿Qué es lo que tienes? ¿Qué pasó contigo?

No lo sé Hyung, estoy demasiado perdido.

-Ya no me cuentas nada, ni hablas demasiado, por más que reímos juntos te siento...triste.

Lo estoy, Hyung. Estoy deprimido, te quiero y me haces sentir bien, pero no estoy felíz.

-¿Qué debo hacer Minnie? Porque ya no sé que más puedo inventar.

No hagas nada, Hyung, no se puede hacer nada.

Ya está decidido.

-JiminㅡYoongi suspiró con muchísima tristezaㅡTe amo.

Yo no, Hyung...

Pero aún así te quiero tanto...

-Lo siento.ㅡFue lo único que logré decir.

Antes de sentir como mis ojos lloraban.

-Cariño, no llores por favor ¿Por qué te disculpas?ㅡYoonGi me abrazó con fuerza y me dejé hacer, lo necesitabaㅡNo has hecho nada malo.

Oh, claro que si, Hyung.

No tienes una idea..

ㅡLo siento, Hyung...ㅡbalbuceé como tonto derramando muchas lágrimas sobre sus hombros. Apreté su suéter, aspiré su olor y recibí el consuelo más sincero y cuidadoso del mundo.

Yoongi también era un ángel.

No intercambiamos más palabras esa noche, puesto que ya era tarde y Hyung insistió en acostarnos para descansar juntos y reponer energías.

Mientras reposaba mi cabeza en su brazo pensaba en las cosas que pasaban.

Todo indicaba a que de verdad era el momento.

Los suspiros de Taehyung volvieron a mi mediante fracciones de recuerdos. Sus palabras, consejos, nuestras conversaciones.

Por eso aproveché que YoonGi se quedó dormido para sacar los pergaminos y mis marcadores.

Di una respiración larga y no tuve ningún tipo de contención, sólo comencé a dibujar.

Dibujar esos sellos, dibujar esos cuerpos oscuros.

Dibujar.

Por una sencilla razón.

La cuenta regresiva había empezado.