Eres una muggle a la que le llega la carta de Hogwarts. En el tren te enamoras de un niño de ojos grises y pelo platino, pero con el paso de los años te das cuenta de que es arrogante y desagradecido. Te olvidas de él, hasta que un día te quedas ¿en...
Este fanfic está ambientado en la época del trío de oro, tienes su edad. Pero Harry mató a Voldemort de bebe, y ya no volvió ni en 1º ni en 2º ni nunca.
Era 1 de septiembre, estabas en tu casa preparandolo todo, aun no te lo podías creer, ibas a asistir a un colegio de magia.
Mientras hacías la maleta recordabas como unas semanas atrás, revisando el correo, viste una carta para ti, la cogiste y la leíste.
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Al principio pensabas que era algún tipo de broma, se lo enseñaste a tu madre y pensó lo mismo así que la tiraste.
Pero al día siguiente, como si supiesen que la habías tirado, volvió a llegarte la misma carta, pero esta vez acompañada de una mujer, algo mayor, con cara severa y un moño muy apretujado, la ropa que llevaba parecía un disfraz.
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Entro en tu casa y empezó a hablar, sobre un colegio, Hogwarts. Este sitio resultaba ser un colegio de magia, en la que brujas y magos estudiaban desde los 11 años hasta los 18.
Todo lo que te contó era asombroso, y ya tenias ganas de ir, aunque estabas alucinada, tú, que no descendías de ninguna bruja o mago, resultaba que tenías la magia en las venas.
Esta señora se llamaba Minerva Mcgonagall, y era profesora de dicho colegio, Minerva te acompañó a comprar todo a un lugar llamado "Callejón Diagón", donde había tiendas de todo tipo, para comprar varitas, para comprar calderos, para comprar libros, para comprar túnicas y trajes...
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Cogiste muchos libros para informarte sobre todo con respecto a este nuevo mundo que acabas de conocer y al que ahora pertenencias.
Volviste a tu casa, y pasaste los días leyendo historias, información, todo. Como todos los demás tendrían padres mágicos y sabrían mucha magia, decidiste leerte los libros de estudio para saber algo también.
