Narra Brian
Freddie se aseguró varias veces en haber dejado bien asegurada la puerta. Mientras tanto nosotros lo esperábamos en el pequeño jardín comunitario de afuera. Yo apoyado en uno de los faroles cruzado de brazos, John sentado en la vereda y Roger en el pequeño murito que separaba a los otros jardines.
Después de sacudir con insistencia la llave en la ranura al parecer por fin logro asegurar la puerta a su gusto.
—Sí que atesora mucho esa casa—dice Roger mirando a la dirección de Freddie mientras balanceaba sus pies encima del murito.
Iba a responder algo, cuando Freddie se apareció aún sin muy buen humor.
—¿Bueno Roger donde queda ese "fantástico" lugar del que tú hablas?
—Al fin llegas, ya verás, ustedes solo síganme—dice dando un pequeño salto para bajarse del muro—exactamente no me sé la dirección pero sé cómo llegar—dice caminando por donde, según él, quedaba.
—¿De qué hablas, cómo que no te sabes la dirección? Ni se te ocurra llevarnos a la aventura por ahí, y menos a estas horas ¡Y sin casi nada de dinero encima! —lo reprende Freddie
—Cálmate Fred, ¿Acaso no escuchaste? Sé cómo llegar, solo que no soy bueno para aprenderme las calles y eso—responde calmado.
—Mas te vale que sepas lo que haces rubia, no quiero andarme perdiendo por los barrios de Londres en plena noche y más aun sin plata. —lo señala acusadoramente con el dedo mientras lo seguía.
Tanto John como yo íbamos atrás sin decir mucho. Cuando a Roger y Freddie se les daba por discutir era mejor no interrumpir, mi propia experiencia me lo indica, salvo por supuesto que la discusión se pusiera algo más violenta y hubiera riesgo en que se agarraran a golpes. Pero este no era el caso.
Freddie por su parte respiró profundo para calmarse y se acercó a mí y John
—¡Deaky!—dice poniendo sus manos sobre los hombros de John—sigamos hablando como en el parque ¿Qué más me cuentas?—pregunta llevándoselo más adelante
—¿eh? —lo mira desconcertado pero sin soltarse del agarre de Freddie dejándose guiar.
¡Pasó por completo de mí!
—¡Ey Freddie también existo! —agito la mano llamandolo con cierto enojo por dejarme al último.
—Lo sé querido puedo escuchar tu varonil voz entrar por mis oídos, pero quiero continuar con la conversación que tenía con mi buen amigo Deaky antes de que ustedes llegaran. Y lamentablemente no vas a entender. —dice apegándose aún más a él.
Vaya, que forma más bonita de decir: "Sobras en nuestra conversación, cariño"
Genial, como era de esperarse me quedé solo con mi Brian mental. Podría ir a hablar con Roger, pero no tengo tema de conversación y solo crearía un bucle de miradas incomodas sin respuesta o yo diciendo y/o cometiendo alguna estupidez por mis nervios que me salen al verlo.
Supongo que conversar con mi Brian mental y admirar el paisaje no estaría mal. De todas formas debo apreciar los pequeños momentos para mí mismo que me entrega la vida y fijarme en lo que tengo a mi alrededor.
Por ejemplo: la tranquilidad muy característica del barrio de Freddie; Casi no hay gente en las calles, solo uno que otro adolescente fumando o coqueteando con una chica; los faroles que alumbran aquel lugar son de un color anaranjado cálido que le da un aspecto hogareño; sin desprestigiar claro, los bellos jardines y veredas sobrias que mejoraban el ambiente.
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Al desnudo
FanfictionBrian May está pasando por una etapa confusa de su vida, pues siente que se está enamorando de su amigo y compañero de banda Roger Taylor. Ocultando así sus verdaderos sentimientos por el miedo al rechazo y de perder la amistad de Roger como la de...