35. ¿Eres bueno guardando secretos?

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Nota de autor: Hola hermosos y sensuales lectores que se tomaron un tiempo de sus vidas en leer esto...GRACIAS POR TODO COMO SIEMPRE. Les dejo aquí un pequeño un instrumental si gustan acompañarlo con la historia elijan uno de los tres. LOS AMO.

Atte. Una escritora común, su fiel servidora.


—¡No! —John se levantó, su rostro lucía abrumado y puso sus manos en sus mejillas—¡No podemos hacer esto! Dios mío esto esta tan mal en distintas formas... ¡Tienes novia!

—N-no ¡No me di cuenta de lo que hacía John! —Freddie se cubrió el rostro de la vergüenza hiperventilándose por lo que acababa de hacer. De un segundo a otro aquel maravilloso sueño de fantasía se desvaneció.

—¿Entonces si es cierto...? Todos esos rumores respecto a lo que eres, son ciertos... ¿Eres gay? ¿Has engañado todo este tiempo a Mary diciéndole que te gustan las mujeres? —John se alejó unos pasos de él.

—No te hagas el santo, que también correspondiste el jodido beso—abruptamente se levantó y se puso frente a John, sus ojos se pusieron brillosos de las lágrimas que amenazaban con salir—¡Tú también me besaste John! ¡Y si aún no te queda claro, eres igual de marica que yo!

—No has respondido mi pregunta, Freddie ¿Has engañado todo este tiempo a Mary diciéndole que eras hétero cuando en realidad te gustan los hombres?

—¡Cállate! ¡Ni siquiera sé exactamente lo que soy y lo que siento! —su voz se quebró por segundos teniendo que cubrirse la boca para ahogar el llanto que quiso salir—pero yo amo a Mary, la amo más que a nadie...

—Tus acciones no parecen decir lo mismo...—sentía una inmensa rabia en su interior, probablemente la confusión de todo lo que estaba sintiendo, era un desagradable sentimiento que nunca había creído experimentar— ¿¡Crees que soy idiota acaso?! ¿¡Que no me he dado cuenta como me mirabas!? —Freddie lo miraba en silencio con lágrimas cayéndole pesadamente por el rostro, luchaba para que su labio inferior no temblara, aguantándose las ganas de llorar—¡¿la forma en que me tratabas?! ¿¡O como antes, después de cada concierto, mirabas a otros chicos!? ¡Deja de mentirte, deja de mentirnos! —¿Qué estaba haciendo? No podía controlar lo que decía, las palabras salían de su boca sin siquiera poder evitarlo.

Freddie agachó la mirada, su cuerpo estaba tenso, sintiendo como se quebraba—Cállate...cállate John, d-déjame en paz...deja de cuestionarme. Tú también lo hiciste, tú también me besaste...—dijo con una voz débil y dolida.

—Al menos yo no tengo novia a la cual engañar...—apenas pudo acabar la frase cuando Freddie le tiró una cachetada la cual hizo tambalear al menor.

—Deja de juzgarme como si tu fueras el dueño de toda la verdad. No sabes por todo lo que he pasado y vienes aquí a hacerte el puto moralista conmigo, cuando tu también me besaste sabiendo que tenía novia. Sí tan bueno te crees pudiste haberme hecho entrar en razón antes de besarme; pero no pudiste, porque tu también querías hacerlo ¿Y ahora vienes a darme lecciones de lo que debo y no debo hacer con mi puta vida? Jodete John Deacon. —a pesar de que las palabras sonaron duras en su rostro decepción y dolor, las lágrimas se derramaban sin intención de parar. Por su parte John quedó frío no supo que responder, pero en el fondo también estaba sufriendo. Harto de todo esto tomó su chaqueta y dio una última mirada a Freddie.

Al desnudoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora