Al desnudo

34. Lirio de los valles

Narra Freddie

¿Y si mis dientes resaltan mucho desde este ángulo? ¿O mi rostro se ve mal? ¿Debo levantar más esta pierna? ¿Bajar mi mirada? Diablos debo dejar de cuestionarme...solo son algunas fotos...si podía posar desnudo frente a treinta personas ¡puedo posar frente a ellos cinco!

Traté de posar lo más natural posible y creo que dio resultado, no escuché ningún comentario del fotógrafo, supongo debo estar haciéndolo bien. De reojo miré a John y pude notar un pequeño semblante de inseguridad en su rostro, maldición es tan adorable...

Repentinamente nuestras miradas chocaron y no pude evitar sonreírle tímidamente...era inevitable a veces me ponía de los nervios y no podía evitarlo ¿Acaso ya había mencionado que tenía unos ojos hermosos? Y ni hablar de sus labios y mejillas...

—Freddie mira a la cámara por favor—casi salto cuando escuché la voz de Douglas llamarme. Sentí como mis mejillas se sonrojaron al verme descubierto.

Debía quedarme quieto para lograr la pose que Douglas quería ¿estaba de más decir extraño teniendo el osito de felpa de Mary en equilibrio a mi lado al cual tuve que amarrar aquella rosa que John me regaló; además de un pañuelo mío sostenido en mi mano?

Como sea, ya acabará esto y maldición cuanto deseo una copa de ese vino que trajo Mary.

Narra Brian

Tras verme en el espejo sentí que no me veía tan mal en ese traje, me encanta como calza con mi cuerpo de hecho y es divertido posar ¡Me siento genial!

Aunque claro...evite la mirada de Roger a toda costa, que podría echarme todo a perder. Aunque eso era muy difícil...está a mi lado. Preferí enfocarme en el flash constante de la cámara junto a la luz que te dejaba medio ciego y con luces extrañas flotando por el campo de visión. Al menos Freddie parecía disfrutarlo; no mentiría al decir que parecía una fantástica reina

No sé cuántas tomas fueron, pero en cualquier momento iba a quedarme ciego por la luz... aunque sea eso evitaba que me fijara en Roger...

—Bueno esas fueron las grupales, ahora tocan las solitarias—apenas escuchamos a Douglas los cuatro nos desarmamos como un castillo de naipes.

—Mierda creo que quedé ciego—Roger se frotó los ojos mientras parpadeaba rápidamente—¿Tú también puedes ver esos destellos de manchas de colores? —volteó a verme con esa encantadora sonrisa.

—Creo que esos destellos de luz será lo más similar que veré antes de morir—dije riendo mientras jugaba con mi capa.

—¡Oh! disculpe usted que no me haya presentado de manera adecuada ante usted, Sir Brian May—dijo en tono de broma haciendo una reverencia.

No pude evitar soltar una pequeña risita y lo empujé en broma; son de esos extraños momentos en los cuales la incomodidad pasaba a un segundo plano y solo la conversación fluía de manera divertida, como cualquier par de mejores amigos...

Como debería de ser realmente...

—¡De acuerdo muchachos mucho descanso, pasaremos con las fotos personales! —dijo Douglas dando un aplauso levantándose de su asiento.

Debo admitir que en esas horas me divertí más de lo que creí; claro, los comentarios soeces de los chicos no se hicieron extrañar, pero al fin y al cabo fue divertido. Me calmé un poco del tema de Roger; al menos hablábamos normalmente.

—¡Roger te toca a ti y con eso sería todo! —vociferó Douglas en lo cual una señorita se acercó a él y dio un retoque a su suave maquillaje y lo posicionó con algunos elementos de la foto.