𝖢apítulo 2.

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Me desperté con un dolor de cabeza terrible, pero aún así me levanté y me metí a bañar, cuando terminé me puse el uniforme de hoy.

Después fui a desayunar algo y me tomé una pastilla para bajar el dolor, antes de ir a la primera clase, la directora nos citó a todos los alumnos a la misma sala donde se presentó

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Después fui a desayunar algo y me tomé una pastilla para bajar el dolor, antes de ir a la primera clase, la directora nos citó a todos los alumnos a la misma sala donde se presentó.

—Quiero saber, quién o quienes fueron los autores intelectuales de su reu de anoche —habló la directora a través del micrófono.

Todos en la sala nos miramos entre sí.

—¿Señores?

Machu, la mejor amiga de Antonia, se encontraba a mi lado y fue la primera en dar un paso al frente, todos volvimos a mirarnos y Pablo fue el siguiente, entonces me les uní, y al final todos dieron paso al frente, hasta los maestros.

—No, ya... —la directora nos miró cansada y se llevó una mano a la frente.

Luego de eso pidió reunión a los maestros, ellos nos dejaron una hora más libre y volvimos a nuestras habitaciones.

—No manches, Antonia todavía no se levanta —dijo Emilia cuando entramos a la habitación y vimos a nuestra compañera dormida en su cama.

Me acerqué a la ventana y abrí las cortinas, así, Antonia despertó.

—¡No! Please, cierra eso ahorita, osea... no, las ojeras —se sentó en su cama y talló sus ojos.

Emilia, Jessica y yo la miramos con diversión.

—Oigan... ustedes me cambiaron, ¿no? —preguntó señalando su ropa.

—No manches, ¿no te acuerdas ni quién te desvistió? —Emilia rió.

—Tengo black out, neta no me acuerdo de nada... ¿hice algún oso?

—Ah no, ni idea, yo me salí corriendo y ya que regresé tú ya estabas bien dormida —contestó Emilia— Y tú también.

Me señaló.

Ay ora.

—¿Dormidas? Estaban en coma etílico —se burló Jessica.

—Es que... —Tony intentó decir algo pero salió corriendo al baño casi vomitándose.

Eww —Emilia y Jessica rieron.

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Entré al salón, ya tocaba la primera clase, con el profesor amargado: Humberto.

—Perdí un tenis en la alberca —dijo el chico de Brasil, Thiago, sentándose a un lado de Machu.

—Ay Thiago tú perdiste un teni, Antonia perdió la memoria —se burló mirando a su amiga quien estaba a su lado.

Algunos en el salón rieron.

Like || Claudio Meyer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora