Capítulo 5.

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Mi celular no paraba de sonar y sonar, Emilia y Jessica se quejaron y me volvieron a pedir que lo apagara ya.

Me senté en mi cama y tomé mi celular.

¿Pero quién me está fregando tan temprano?

Lo encendí y miré 10 llamadas perdidas de un número desconocido.

Volvió a llamarme.

Pero no respondí, algo me decía que no lo hiciera.

Las llamadas pararon pero siguieron con los mensajes.

Rodeé los ojos y harta abrí el chat con esa persona desconocida.

Y al leer los mensajes, solté el celular.

—¿Estás bien? te pusiste toda pálida —dijo Emilia levantándose de su cama.

La miré y volví a tomar mi celular.

No puede ser.

Leí los mensajes una vez más y bloqueé el número.

—Es él —susurré para mí, pero mis compañeras pudieron escucharme.

—¿Quién?

—¿Tu novio?

Preguntaron curiosas y sonrientes.

No...

—No —apenas pude responderles.

Apagué mi celular y lo oculté debajo de mi almohada, después me levanté, busqué mi toalla y corrí a encerrarme en el baño. Ya adentro volví a recordar los mensajes.

Hola bonita.

¿Me extrañaste?

Es él, lo sé.

Lo sé.

Lo sé.

¿Por qué?

¿Por qué vuelve a escribirme?

Ese maldito.

<>

—¡Apurate _____, me estoy meando! —Jessica volvió a tocar la puerta del baño.

Y la abrí ya vestida con mi uniforme y mi cabello bien peinado.

Después de unos minutos salimos de ahí y entramos a la clase de Humberto, hoy nos tocó hacer examen de Historia y nada más no podía concentrarme.

¿Y si él vuelve a escribirme?

Negué con la cabeza y traté de seguir. Terminé el examen justo cuando Humberto dijo tiempo.

Como siempre, me desvíe y me fui a meter en el salón de música, me senté en una silla vacía en el centro y me perdí en mis pensamientos.

—Hey —Claudio tocó mi hombro.

—Hola Claudio.

—¿Estás bien? Te ves...

—Sí, estoy bien —lo interrumpí intentando sonreírle.

—¿Segura?

Asentí.

—¿Ensayamos?

—Dale.

Se sentó frente a mí tomando la guitarra.

Es que no puedo olvidarme ni un solo instante de ti, y es que no puedo sacarte de mi mente que está... lejos de ti —empezamos a cantar, mirándonos— Sin los besos de tu boca yo no puedo vivir.

Like || Claudio Meyer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora