Capítulo 11.

4.4K 287 19
                                    

Todos nos movimos de lugar a donde organizamos todo, les dimos la bienvenida a los chicos de Israel con un baile y después quedó disfrutar de la fiesta. Me quedé haciéndole burla a Emilia con uno de los estudiantes que conversaba con Jessica pero no paraba de mirarla a ella.

—Te come con la mirada —susurré codeándola.

—¡No es cierto! —exclamó dándome un suave golpe en el hombro, después volteó hacia el chico disimuladamente.

—¡Ya ve a hablarle! —le di un empujón y Emilia lentamente comenzó a caminar hacia él.

Sonreí dándole un sorbo a mi agua de limón, dejé de mirar a Emilia y el galán cuando Claudio llegó al lugar.

Gabriel fue el primero en acercarse, después Claudio volvió a irse y quise ir a hablarle pero una de los chicas de intercambio se puso enfrente.

—¡Hola, soy Jana!

—¡Hola!

Jana resultó ser una chica bastante agradable, nos quedamos platicando por un rato más hasta que otro chico vino por ella y se la llevó. Después Soledad llegó a mí y por primera vez pudimos presentarnos y conocernos mejor, es una mujer demasiado bonita y amable, muy diferente a Machu.

Luego de eso fui a la cafetería a comer con Jessica y Pablo y después salí buscando a Ulises por los pasillos, desde hacía un rato que andaba perdido y necesitaba hablar con él. Caminé hasta su habitación y me detuve al escuchar unas voces conocidas dentro.

Yo no fui, no me gustaría verte con Antonia en Israel pero no te robé nada —dijo el peruano al otro lado de la puerta.

—Te creo, te creo, seguro que te creo...

Claudio.

Ahora eso sí, acostúmbrate a verme con Antonia porque cuando vuelva vamos a estar mucho más juntos que antes —terminó y al escucharlo decir aquello sentí como si me hubieran dado un puñetazo en el pecho.

Claudio abrió la puerta y nuestras miradas se encontraron, él no me dijo nada, simplemente me pasó por un lado y se fue.

—Pasa —escuché la voz de Ulises y entré aún pensando en lo que acababa de escuchar.

—¡¿Qué te pasó?! —me acerqué rápidamente a él al ver que tenía un golpe en la mejilla.

Toqué suavemente y Ulises solo se hizo a un lado.

—Espera, todavía me duele.

—¿Con quién te peleaste?

—Con Claudio... él me golpeó cuando estábamos jugando fut, se puso como loco —me contó sentándose en el sofá.

No puedo creerlo.

—Últimamente está raro.

—Muy raro, y más idiota —murmuró Ulises y yo asentí pensativa.

<>

Más tarde, salí un rato a ver a los chicos jugar fut, caminé por el campo hablando con Thiago.

Like || Claudio Meyer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora