Capítulo 32.

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Pero escúchame, hija, va pagar por todo el daño que te hizo, si llega aparecer por aquí, tienes que decírmelo, no dejaré que vuelva a lastimarte, ya no estás sola.

Gabriel me abrazó y solamente correspondí, sintiéndome mucho mejor, cuando terminé de contarle todo lo que me pasó en España él se quedó en silencio por un rato, y yo solo pensé lo peor, pensé que me regañaría, que me juzgaría, que me trataría mal, que se burlaría de mí como mamá, no lo sé, pero después me abrazó y me dijo que me creía.

Me creyó.

Estuvimos hablando de lo mismo por un rato, hasta que Emilia volvió, decidimos dejarlo así, Gabriel quiso quedarse a dormir conmigo y no tuve problema, tampoco Emilia, en la habitación solamente estabamos los tres, Antonia y Jessica se fueron temprano a quedarse con sus familiares.

Emilia apagó las luces y traté de dormir, pero no pude, no podía dejar de pensar en él y en todos sus estúpidos mensajes.

Sé que vendrá...

Sé que me encontrará...

Sé que volveré a verlo.

Y pronto.

Pensé en Claudio.

¿También debía contarle a él?

Sí...

DOMINGO.

Desperté cansada, no pude dormir nada bien, me desperté más de tres veces por estúpidas pesadillas, soñé que él me encontraba, soñé que se burlaba de mí, soñé que lastimaba a las personas que tanto amo. Me quedé sola en la habitación, Gabriel se fue temprano a una reunión con los maestros y Emilia se fue con Keiko a quien sabe donde. Me metí a dar un baño y después de largos minutos salí, ya con mi ropa puesta y cepillando mi cabello, decidí atarlo en una trenza.

Escuché que mi celular sonó desde mi cama, y sentí mi corazón acelerarse, lentamente caminé hasta el y lo tomé con miedo.

Número desconocido.

Otro...

¿Será él?

¿Qué tal si es otra persona?

¿Qué tal si es... mamá?

No.

¿Qué tal si es mi tía?

¿Qué tal si le ocurrió algo?

El celular sonó una vez más y esta vez, contesté, me lo llevé a la oreja y escuché una respiración del otro lado.

—¿Hola? —hablé con la voz temblorosa.

Hola.

Casi suelto el celular al escuchar a la persona del otro lado, mi corazón latió con más fuerza y mis piernas flaquearon.

Te encontr...

Like || Claudio Meyer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora