Capítulo 8.

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Antonia y Ulises fueron los siguientes en presentar su trabajo y las cosas se pusieron un poco tensas, ella puso una imagen en la laptop y todos vimos el meme de un tamal.

—¿Era necesario que te burles en público? —cuestionó Ulises mientras los demás idiotas se burlaban del meme.

—Ulises nadie se está burlando —dijo Antonia y Claudio levantó la mano.

—¡No, yo sí me estoy burlando!

—¿Ah, no? ¿y este meme? a mi mamá le quedó claro que no te gustaron los tamales.

—Y a mi me quedó claro que yo no le gusté a ella.

Uh.

Sí y a tus papás no les caigo, porque me creen inferior.

—¡Ay, bueno! Pero si hola, tu familia está llena de prejuicios.

—A ver... ¿eso que tiene que ver con el tema? —preguntó Isadora.

—Por lo menos no soy hipócrita como tu papá —siguió Ulises.

—Pero si aquí el hipócrita eres tú Ulises, ¿de qué me estás hablando?

—¡Oh!

—Ya no quiero saber de ti, neta —dijo Antonia, molesta.

—Ni yo de ti, eres el peor error que cometí.

Uy...

A ver chicos si no van hablar de la teoría atómica por favor siéntense —pidió la maestra.

—¡No! Por favor déjalos que continuen que está buenísimo lo que están exponiendo, los escuchamos todo, dale —rió Claudio.

—Ya, continuemos bien, ¿sí?

—No te preocupes.

Antonia miró su cuaderno y siguió hablando, pero...

—La palabra atómo proviene del adjetivo griego antiguo atómos, que significa indivisible, osea que un atómo... es lo opuesto a una pareja —miró a Ulises a su lado.

—Por fin dices algo coherente, las parejas se separan, los atómos no.

—Pues que se dividan, ¿no?

—¡Esto se acabó! —le gritó Ulises.

—Me chocas, neta.

Ulises le tiró el gorro a Antonia y esta le dió una cachetada, todo el salón se lleno de gritos y burlas.

—¡Por favor, por favor ya!

Isadora calló a todos y mandó a sentar a la ahora ex pareja.

—_____ y Claudio, por favor, su trabajo.

Claudio y yo presentamos nuestro trabajo a Isadora y nos fue muy bien, ella nos felicitó y dijo que teníamos el 10. Cuando la clase se terminó todos salimos en orden, entré a la cafetería y me apoyé en la barra frente a Eduarda.

—¿Que vas a querer mi niña linda? —preguntó con una sonrisa.

Siempre tan linda Lala.

—¿Puedes darme un sándwich y un jugo de naranja, por fa?

—Claro que sí, ve a sentarte ahorita te lo llevo —asentí y me fui a sentar a una de las mesas.

—Hola —saludó Claudio sentándose frente a mí.

—Hola —respondí.

Lala se acercó con mi comida y la puso en la mesa, le agradecí y se fue.

Le di un sorbo al jugo y me distraje por un momento, cuando miré a Claudio él ya se estaba comiendo mi sándwich.

Like || Claudio Meyer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora