Like || Claudio Meyer.

Capítulo 47.

Pasó un rato, un buen rato, y yo seguía ahí atrapada en esas cuatro paredes, pensando en Claudio, en Gabriel, en mis amigos, en cómo podía escapar de ahí. Me estaba muriendo de hambre y sentía toda la boca seca. Me puse de pie y traté de mirar por la ventana pero solo ví oscuridad.

En ese instante Christian volvió a entrar pero esta vez con un vaso de vidrio lleno de agua.

—Mira lo que te traje, amor —sonrió levantando el vaso.

—No me digas así.

Él suspiró y caminó hasta mí levantando el vaso.

—Toma, debes tener mucha sed —me lo extendió pero no lo acepté, solo me dediqué a mirarlo con odio y desconfianza.

Sí, pero no voy aceptar nada de ti.

¿Que tal si le puso algo?

O no sé.

—Tómale —acercó el vaso a mi boca y negué haciéndome a un lado.

—No quiero.

—Tómale —repitió con voz baja y amenazante.

No le respondí ni me moví del lugar, seguí mirándolo con ese odio.

—¡Que le tomes! —gritó acercando el vaso a mi boca.

—¡Que no quiero! —grité de vuelta, apartando el vaso de mí de un manotazo.

Él soltó el vaso y este cayó sobre la cama mojando la vieja sábana con el agua, Christian me miró todavía más enojado y levantó la mano hacia mí para golpearme pero no retrocedí asustada, me mantuve firme sin apartar mi mirada de la suya.

—¿Qué? ¿Me vas a pegar? ¡hazlo, pégame, imbécil!

Él me agarró con fuerza de los brazos y me aventó a la cama, antes de que me hiciera algo tomé el vaso de vidrio a mi lado y sin dudarlo se lo quebré en la cabeza. Christian soltó un grito de dolor y rápidamente me levanté, pero me alcanzó agarrándome del cabello. Lo escuché quejarse y pude ver como la sangre se empezó a resbalar por su rostro pero eso no lo debilitó.

—¡Eres una maldita estúpida! —gritó jalándome el cabello con coraje.

Intenté alejarlo de mí pero no pude, me jaló con fuerza y se acercó a mí. Alguien abrió la puerta de una patada y sentí alivio al ver a Claudio y Emilia del otro lado.

—¡_____!

Claudio corrió hacia nosotros y de un golpe hizo que Christian me soltara, lo empujó contra la pared y lo tomó de la chaqueta.

—¡A mi novia no la vuelves a tocar! —gritó dándole otro golpe en la cara.

Me dejé caer en el suelo llevándome una mano a la cabeza, Emilia se agachó a mi lado y me envolvió en un abrazo corto.

—¡Que alivio que estés bien! Vámonos, tenemos que salir de aquí.

Me tomó suavemente del brazo y me ayudó a ponerme de pie.

—¡Claudio!

—¡Váyanse, Emilia, sácala de aquí!

Claudio volteó un segundo para mirarme y Christian aprovechó para tirarle un fuerte puñetazo que lo hizo caer al suelo. Intenté correr a su lado pero Emilia me detuvo. Christian mostró sus dientes ensangrentados en una sonrisa macabra, le soltó una patada a Claudio en la cara y lo agarró a golpes.

—Váyanse —repitió Claudio intentando ponerse de pie.

Christian soltó una risa burlona, antes de que pudiera darle otro golpe me solté del agarre de mi amiga y corrí hacia Christian, me trepé en su espalda rodeando su cuello con mis brazos.