Estaba en un total y completo shock. El concierto había terminado hace treinta minutos y yo seguía traumada, encerrada en la puerta del baño del backstage, esperando calmarme un poco. Tenía que llamar a papá para hacerle saber que ya había acabado y que ya me dirigía al hotel, justo después de la llamada, mi hermoso teléfono se descargó.
Mierda.
Busqué mi cargador en mi mochila y no lo encontré, así que empecé a desesperarme, me tenía que dar prisa para llegar, no quería perderme en Los Ángeles a estas horas de la noche. Cuando levanté mi cara hacía el espejo casi me di un maldito paro cardíaco, por Dios, me veía horrible.
Rápidamente saqué el maquillaje de mi bolsa y me lave la cara con el jabón para manos líquido del baño— iu —y sequé bien, pinté mis labios de rosa fuerte, cepillé mis cejas, sin pintarlas, curvé mis pestañas y las pinté, me coloqué polvo debajo de mis ojos para tapar lo rojizo y pellizque mis mejillas para quitar la palidez. Y para el toque final, un moño desordenado alto en mi cabeza.
Bueno, no estaba tan mal.
Pero de repente llamaron a la puerta y tuve que tomar todo entre mis brazos, la mercancía, mi bolsa y maquillaje sin guardar, ya hubiese dejado mi celular si no fuese por esa funda rosa que le puse.
Los golpeteos siguieron y yo abrí la puerta, sin fíjame quien fuera, seguí caminando rápidamente, mirando al piso, tratando de ver si no tiraba algo, y volteando atrás mientras buscaba un lugar con menos personas, ya que los pasillos estaban llenos. De reojo vi un pequeño pasillo no tan lleno y decidí que ahí me sentaría en el suelo a guardar todo antes de irme.
Por venir pensando en mis cosas me di de lleno con alguien y éstas volaron— literalmente —por todo el pasillo. Incluyendo mi teléfono, esperaba que estuviese completo.
—¿Estás bien? En serio lo siento, no estaba viendo.
Levanté mi cabeza y vi los ojos verdes de Harry mirarme arrepentido y luego mirarme sorprendido, una sonrisa creciendo en su cara. Mis mejillas se sintieron calientes de la vergüenza y mis ojos se abrieron.
—Ay Dios, no puedo ser tan torpe, perdóname por tirar tus cosas, Harry.
—No, está bien. Yo no estaba prestando atención tampoco, déjame ayudarte.
Rápidamente se inclinó y me pasó mi celular y yo guardé mis cosas en la mochila. Cuando me levanté le sonreí un poco, estaba sorprendida por el auto control que estaba teniendo en ese momento.
—No te reconocí al principio, tenías el cabello suelto hace unas horas... y ¿ahora en este gran moño?
Me reí y me encogí de hombros mientras acomodaba la correa de la mochila, ajustándola a mi hombro.
—Bueno, es que quedé hecha un desastare después del concierto y traté de no verme tan mal después de el.
Él se rió una vez más y sus labios se estiraron en una sonrisa de hoyuelos, causando que las ganas de lanzarme a él crecieran y que mis piernas flaquearan. Miré hacia el suelo un poco nerviosa y junté mis manos por delante de mi, esperando su respuesta.
—¿Y bien? ¿Qué te pareció el concierto, Hannia? Espero y lo hayas disfrutado.
El hecho de que él recordara mi nombre me hacía creer que en realidad no había nadie más perfecto que él, en lo absoluto. Ahora fue mi turno de darle una sonrisa y cuando iba a mirar mi celular recordé que no tenía carga.
—Estuvieron genial, estuviste genial, en serio amé "The Chain" y "Woman" es mi favorita en vivo y del álbum, bailé tanto que mañana no podré ni moverme. Te enseñaría los videos pero se me agotó la batería.
Harry miró mi celular y abrió su boca con sorpresa.
—Eh, esa funda también la tengo yo, me habían dicho que era única.
Me reí un poco y le mostré la parte trasera del teléfono: —Bueno, creo que lo han estafado señor Styles.
Harry se rió un instante y sacudió su cabeza, metiendo las manos en su pantalón: —por cierto, gracias por recordarme indirectamente que debería buscarle un cargador a mi celular también. De todas maneras, muchísimas gracias por venir, Hannia. Fue un placer conocerte, pero me tengo que ir, Jeff aguarda.
Me acerqué para pedirle un abrazo y él aceptó, luego nos separamos.
—Gracias a ti, Harry.
***
Llegué al Hotel a eso de las 12:30 de la madrugada, traté de no hacer ruido mientras iba a la cocina del cuarto de hotel para ver qué habían ordenado del servicio para mi.
Unos hotcakes, un licuado de moras con fresa y un plato de frutos rojos con miel picados.
Cuando ví la cuenta casi me caigo ¿150 dólares por esto?
En fin, terminé de cenar y me fui directo a mi habitación que compartía con Sebas, porque mis padres dijeron que ni locos pagaban tres, así que no nos quedó de otra.
Me desmaquillé y desvestí en el baño, metiéndome rápidamente, salí y me envolví con el albornoz blanco del baño, me sequé el cabello con la toalla y la volví a poner en su lugar, me apresuré a ponerme crema por todo el cuerpo, loción fresca de noche, me lavé la cara, la exfolié y me apliqué mis cremas del cuidado de la cara, para las ojeras y cutis, por último los dientes. Desenredé mi cabello y le coloqué un aceite que mamá compró con el shampoo para el viaje. Me vestí con mi pijama y salí del baño, directo a mi cama, apagué la lámpara, puse a cargar el celular y me dormí.
***
Me desperté por la constante vibración del celular, así que decidí dormir más, por Dios, eran como las cuatro de la mañana y de seguro era alguien borracho que se había equivocado de número y me estaba llamando.
Pero cuando el celular empezó a vibrar por quinta vez supe que tenía que parar a la persona y decirle que me dejase dormir, que el número estaba equivocado. Sebastian tenía el sueño pesado, y el buró que separaba las camas ayudaba a que menos se levantara. Levanté la mano y prendí la lámpara, reincorporándome miré hacia el otro buró y estiré la mano, contestando sin ver casi por el sueño que tenía.
—¿Bueno? Dios, quien sea que seas, son las tres de la mañana amigo o amiga, estoy muy cansada así que te agradecería que dejaras de llamar y escribieras bien el número o que esperes a llamar cuando estés sobrio, ¿si?
La línea quedó en silencio, solo podía escuchar la respiración de la otra persona murmurando por lo bajo y me estaba irritando que no me contestara.
—¿Hola? ¿Sigues ahí? Bien, me iré a dorm...
—¡No! ¡Espera! No estoy equivocado, tú tienes mi celular y yo tengo el tuyo.
Despegué mi celular de mi oreja y le di una mirada, como si estuviera viendo a la otra persona de la línea.
—Mira, chico, no sé que clase de cosa hayas tomado, pero eso es una locura, ahora, si me disculpas...
—Hannia, no... diablos no cuelgues, chocamos ayer en mi concierto, ¿recuerdas? Nuestros celulares tenían la misma funda y mismo modelo, nos confundimos al caer y tomarlos.
Bueno, mierda.
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his fame | harry styles
FanfictionHannia es una muchacha común y corriente, su único detalle es que esta completamente enamorada de Harry Styles. Hannia y Harry son de mundos completamente distintos, él es famoso y ella no. ¿Qué pasaría si Hannia conoce a Harry por cosas del destino?