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Y ahí estaba yo, mirándolo a los ojos, sorprendida y con los labios abiertos ligeramente por la sorpresa.

Al rededor de mi ya no había nada que importase, las luces se hicieron más brillantes indicándome que había oscurecido y estábamos rodeados por una inmensa oscuridad, solo luz tenía al rededor, simplemente mágico.

La luna se alzaba en el cielo y el rostro de Harry brillaba con alegría, nervios y preocupación, mientras su cabello se oscurecía por la falta de luz, pero se veía igual de suave, la piel de su cara sin ninguna imperfección, completamente lisa, haciéndolo parecer más joven mientras sus labios entreabiertos estaban brillantes y rosas por haberlos lamido muchas veces, y su altura se hacía más notoria ya que no estaba utilizando zapatillas, así que podía sentir su cuerpo atrapándome y mirándome desde arriba.

¿Q-qué?—, balbuceé mientras parpadeaba, respirando hondo y mirando cada ángulo de su preciosa cara. Él suspiró y colocó sus manos en mis mejillas, acercando su rostro.

—Hannia... te quiero, ¿okay? Eres una de las mejores cosas que me ha pasado el año pasado y poco de este, no dejas de estar en mi cabeza y sueños, me escuchas, me haces reír, eres linda, graciosa, gentil, amable, bondadosa, cariñosa, divertida, inteligente, me encanta poder hablar contigo sobre nada y todo... no quiero esperar más, ¿para qué?

—Harry...

—¿Para qué esperar si te tengo conmigo aquí? ¿Por qué esperar más si necesito tenerte y ser tuyo, y tú mía? Se mi novia, y te prometo que nos vamos a cuidar juntos, que vamos a querernos y a divertirnos.

Ahora su frente estaba sobre la mía, mientras respiraba y trataba de recuperar el aliento, sus ojos y los míos se miraban, yo con lágrimas que no quería derramar porque no quería verme como una tonta, pero llorar estaba bien, así que las dejé ir mientras él me abrazaba fuerte, recargando su mejilla en mi cabeza.

¿Qué hice para merecerme conocer a este precioso ser humano?

¿Qué hice para merecer su cariño?

Las palabras no salían, y estaba tratando de respirar para responderle, necesitaba sacarlo porque yo ya sabía lo que quería, quería ser todo y hacer todo con él.

—¿Estás bien?

Yo asentí y me alejé de su pecho, limpiándome las lagrimitas y sonriéndole un poco.

Uh... ¿entonces s-si...?

Yo me reí un poco y mis manos rápidamente lo acercaron por la nuca y acaricié el cabello de ahí atrás, conectando nuestras narices y acariciando la suya suavemente, todavía sonriendo.

—Oh, Harry... es que yo he sido desde siempre solo tuya.

Él se separó un poco y me miró con los ojos abiertos y brillantes, una sonrisa asomándose.

—Hannia, dímelo por favor.

Me reí más fuerte y brinqué mientras me sostenía de su cuello.

¡Si quiero, Harry Styles! Claro que quiero.

Él me levantó del suelo y giró en su eje mientras gritaba y se reía, apretándome contra sí por mi cintura y yo me reía de igual manera.

Todo estaba pasando tan lento, las palabras, las risas, la fiesta, él, su familia y amigos, me sentía como en una maldita montaña rusa de emociones, me sentía tan feliz de tenerlo conmigo y haberlo conocido, tan feliz.

Luego me bajó y me soltó, sintiéndome tan bonito que no me contuve y le robé un beso en la nariz, haciendo que él cerrase los ojos y y suspirara.

his fame | harry stylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora