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Hoy era noche buena, un día antes de navidad, y estaba feliz, más no tanto.

Harry había partido con su familia hace un día.

Me había acostumbrado a su presencia, es que él tenia algo que me hacía sentir que nada más importaba, y creo que por eso siento más su ausencia.

—¡Vamos mujer! Expresa algo en esa cara tuya que tienes.

Posé de nueva cuenta hacia la cámara, tratando de recuperarme y cuando estuvo listo dejé que otro pasara.

En este momento estaba en la casa de mis abuelos, toda la familia junta para celebrar, era un ambiente muy bonito, todos dando abrazos y comiendo, bailando, cantando, contando historias de años pasados, deseos, fantasías... y la regañada que me dieron mis tías.

—¿!Cómo es posible que hayas dejado que llevara a un desconocido a su viaje familiar, hermano!? Es un artista que ella no conoce, podría ser un drogadicto.

Mi padre por no pelear solo se quedó callado, pero yo no.

—No es un drogadicto, ha obtenido más de lo que todos mis primos han hecho en toda su vida, Harry a los 16 ya era exitoso y sus hijos apenas y podían cocinar para ellos sin quemar algo.

Luego mi papá me regañó por ser irrespetuosa y gritarle a mi tía y me tuve que disculpar, como era siempre.

—Prima, al menos tú haz tenido una buena semana, maldita sea, recuerdo cuando fantaseábamos sobre One Direction y ahora hasta sales con un miembro. Mi prima Sandra era la más rebelde y Ángeles era la más calmada, así que éramos una buena combinación.

—No estamos saliendo, no todavía, y no me recuerdes, me dan ganas de vomitar por todas las cosas que hice por ellos, no me arrepiento, pero que vergüenza.

—¡Hannia, tengo tus fotos aquí!

Rápidamente me las pasó y las pude ver en mi teléfono.

Bueno, no estaban mal, salí muy bien.

—¡Vamos, es hora de contar historias!

Cuando se decía esa frase, era automático un click que se hacia en el cerebros de todos para trasladarse a la sala de estar de la casa porque jugábamos a contar y tendíamos a exagerar las experiencias que se tenían de cada individuo de la familia durante todo el año, era bastante divertido cuando lo hacíamos, especialmente cuando algunos hacían las interpretaciones de los momentos y como había sucedido, luego proseguíamos a jugar algunos juegos donde el ganador obtenía cierto regalo como recompensa.
Todos rápidamente se movieron a la gran sala de estar, éramos unas 30 personas y cabíamos perfectamente, así que cuando todos nos sentamos, me sentí más tranquila al verlos un año más.

—Vamos a ver, primero va a empezar...

Mi teléfono comenzó a sonar interrumpiendo a mi tío y me disculpé, levantándome.

Era un número desconocido, ni siquiera era de mi lada, pero conteste de todas maneras, sin contener mi curiosidad.

¡Feliz Navidad, Hannia!

Me reí al instante reconociendo su voz.

—Feliz navidad, Styles, aunque todavía no lo es aquí. ¿De quien es este número?

Oh, es cierto, diferencias de horario, pero de todas maneras quería llamarte, y desearte lo mejor. Estoy llamando del teléfono de la casa de mamá.

Igualmente, muchas gracias, espero te la estes pasando increíble con tu familia, y mándale saludos especiales de mi parte a Anne.

Luego un silencio, de esos incómodos, algo que jamás nos había pasado. Al momento de tratar de hablar para cortar, su voz más profunda se escuchó, como si le faltara el aire.

his fame | harry stylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora