his fame | harry styles

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Harry.

No sabía cuantas horas habían pasado, dos, tres, cuatro, ¿cinco?

Me estaba volviendo loco.

—¿Tienes una id...?

Mi mano se estrelló contra la mesa de la sala y todos brincaron un poco, Emma Spring, mi asistente se acercó negando levemente con la cabeza.

—No hay respuesta del teléfono, Harry. La compañía no puede rastrearlo porque está apagado. Su hermano no contesta el teléfono, tampoco sus padres.

—Mierda—, me pasé las manos por la cara y dejé salir un pequeño gemido de frustración, esto era mi culpa.

—Déjenos solos, por favor.

Rápidamente el area se tornó silenciosa y me permití llorar en paz, estaba muy asustado.

No podía creer lo imbecil que había sido. Dios mío, la manera en la que sus ojos estaban abiertos y llenos de lágrimas no me bastó y seguí diciendo tonterías. La había lastimado porque en primer lugar, yo no tenía ningún derecho de gritarle ni callarla de esa manera, ella solo quería ver si yo estaba bien y que estaba sucediendo, y le tuve que haber dicho, no era tan difícil, pero no, mi carácter de mierda salió a la luz y no pude callarme la boca.

—¿Harry? ¿Qué vamos a hacer con las fotos y con Camille?

—¡Me importan una mierda las fotos o Camille, Jeffrey! ¡Maldita sea, Hannia está perdida ahí afuera, en una ciudad que no conoce y todo por mi culpa!—, me volví a sentar en el sofá y llore más fuerte. —Era mi deber protegerla, yo se lo prometí tanto a ella como a sus padres, ¿qué clase de persona soy si le hice eso?

Miré a mi mejor amigo que trataba de darme un consuelo que no iba a encontrar.

—Si algo le pasa por mi culpa, te juro qu...

—Cállate, nada le va a pasar, ¿entiendes? La vamos a encontrar. Y no eres una mala persona, Harry, estabas frustrado y no sabías que hacer.

Giré los ojos y volví a ver mi teléfono.

—Estar frustrado no me da derecho a decirle lo que le dije, jamás.

Mi Twitter estaba lleno de fotos de nosotros dos, caminando juntos, abrazados riéndonos y jugando.

Tenía todo planeado para hoy, y lo arruiné con mi estupida actitud de mierda.

No era mi intención, pero de repente vi como dos fotógrafos estaban tomando fotos de ella y de mi, y sabía muy bien que eso no iba a salir bien, odiaba que se metieran en mis relaciones y lo que menos quería eran fotos de nosotros por ahí, y luego Emma llamándome para decirme que Camille estaba en el hotel, preguntando por mi fue, eso fue lo que me hizo perder la cabeza.

—¿Dónde está Camille, Harry?

Sacudí la cabeza y suspiré, sintiéndome derrotado.

Necesitaba que mi novia volviera.

—No lo sé, está arriba, le dije que me esperara, Emma fue a decirle que ella la ayudaba a conseguir una habitación en el hotel, no quiero ni verla en este momento.

—¿Estás seg...?

Emma entró a la habitación, la cara roja y corta de respiración, luego sus ojos se abrieron y habló.

—¡Está aquí! ¡Han llamado al hotel y Brad está abajo, viene para acá!

Rápidamente me levanté y sentí como el alma me volvía al cuerpo, cuando iba por llegar a la puerta su voz me detuvo.