—¡Buenos días! ¿Cómo amanecieron?
Entré al comedor con una sonrisa, acomodándome en el marco de la puerta y viendo a los dos chicos desayunar, riéndose de algo en el celular de Sebastián.
—Bien, Hannia. Y buenos días igualmente.
Harry me sonrió a través de la taza de la que bebía y me invitó a sentarme a su lado. Cuando estuve en mi lugar, me serví de lo qué había en el centro de la mesa y presté atención a ambos hombres.
Ambos se reían y platicaban entre sí, algo sobre fútbol americano y luego de automóviles. Sonreí al verlos.
—Bueno, veo que se están llevando bien, solo espero y no me dejes por mi propio hermano.
—Oh, no empieces, Hannia.
Me reí por el comentario de mi hermano y alcé las manos en señal de rendición.
—Bueno, le estaba diciendo a Harry sobre que hoy iríamos a la hacienda, y nos acompañará, ¿qué te parece?
—¡Genial! Si, te mostraré absolutamente todo, amo ese lugar. Te mostraré a los caballos, son tan lindos... um, oye, ¿donde está Edward?
—¡Ah! Está en el jardín. Creo que Harry debería conocerlo, digo, tú llamaste al perro por su nombre.
Harry se atragantó con la taza de café y me miró con una sonrisa tonta, riéndose levemente, y después se limpió con una servilleta.
—¿Por qué llamaste a tu perro Edward?
Mis mejillas se pusieron rojas y me levanté de la mesa en ese instante, un poco enojada con mi hermano y me dirigí a el jardín, extrañaba a mi perro.
Cuando me lo regalaron no dudé en ponerle el nombre, rápidamente sentí un amor hacia el perro y como mi cariño por Harry era mucho, y que estaba muchísimo más joven de lo que hoy soy, decidí llamarlo así, porque obviamente pensé que jamás lo sabría, ajá... y miren ahora donde estamos.
Soy una genio.
Es sarcasmo, obvio.
Ed era el perrito más bueno, tan calmado y a su vez juguetón, hoy se encontraba tumbado bajo el árbol, su pancita hacia arriba y su lengua hacia a fuera.
Cuando lo llamé, su cabeza se volteó y casi me derretí de ternura, me acerqué para poderlo acariciar.
Sentí como Harry carraspeaba su garganta y me puse de pie para verlo, una clara incomodidad en su rostro se formaba.
—Yo, uh... quería disculparme si te ofendió lo que dije, en serio, no fue mi intención.
Le sonreí un poco avergonzada y acaricié la cabeza de mi perrito. Me acerqué a Harry, el perro siendo lo único que nos separaba, levanté mi vista y sonreí más al verlo mucho más nervioso.
—Está bien, supongo que fue tonto sentirme avergonzada, ¿quieres tomarlo?
Él se rió y tomó al perro en sus brazos, Ed era bastante grande, así que lo sostuvo con fuerza y este olió su camiseta y lamió su mejilla, decidiendo que le agradaba la persona que lo sostenía.
Ambos nos reímos y yo me senté en la banca que había a un lado del árbol, observando como Harry hacia voz de bebé para hablarle al perro, rascando su pancita de vez en cuando, luego sus ojos verdes me miraron y me recorrieron con su mirada mientras yo veía su anatomía.
Unos jeans negros ajustados en sus piernas, sus botas negras de cuero, mientras que usaba un hoddie negro de su tour, su cabello bien peinado hacía atrás. Sus ojos brillaban por la luz mañanera y su cara se veía tan reluciente.
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his fame | harry styles
FanfictionHannia es una muchacha común y corriente, su único detalle es que esta completamente enamorada de Harry Styles. Hannia y Harry son de mundos completamente distintos, él es famoso y ella no. ¿Qué pasaría si Hannia conoce a Harry por cosas del destino?