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—Hannia, no... no cuelgues, chocamos ayer en mi concierto, ¿recuerdas? Nuestros celulares tenían la misma funda, mismo modelo, nos confundimos al caer y tomarlos.

Miré el teléfono que ahora tenía en mis manos, traté de tranquilizar mi cuerpo mientras me dirigía a la sala del cuarto de hotel, sentándome en el sillón. Me tallé la cara con mi mano libre y suspiré pesadamente.

—Dime que es una broma, por favor.

El otro lado de la línea estaba hueco, solo una respiración escuchándose a través de la bocina.

—No es una broma, necesito mi celular. Tengo cosas importantes ahí. ¿Cómo es que no te habías dado cuenta?

Aunque Harry no me estuviese hablando mal ni gritando, podía sentir un poco de irritación en su voz.

—Lo siento, Harry. Pero, ¿yo que iba a saber que era tuyo? Mi celular no tenía batería, y como este que ahora tengo yo resulta que es tuyo, tampoco tenía, lo puse a cargar, además estaba cansada.

—Bien, okay, lo siento. No debí ser tan borde contigo. La cosa es esta: necesito saber si puedo ir a donde estés para ir por el, nadie puede enterarse de mi equipo, Jeff me cortará la cabeza si se entera, en serio.

Estaba a punto de responder que si, que viniera a mi hotel para yo entregárselo, pero ¿y si no era en realidad Harry Styles el que me hablaba? ¿Y si él está buscando su celular en otro lado, y ésta persona es un periodista?

—No.

—¡¿Qué?! ¡¿Por qué no?!

—Nada me garantiza que seas el verdadero Harry Styles, podrías ser un periodista, hasta un ladronzuelo.

Escuché un suspiro y unas cuantas voces, murmurando.

—Bien, pon la contraseña del celular, es "23850"

Hice una mueca con los labios y fruncí el ceño, pero bueno, no había nada que perder. Despegué el aparato de mi oreja y coloqué el altavoz, le di click al botón de inicio y me aparecieron los dígitos.

"23850"

La pantalla se abrió, mostrando las carpetas organizadas con nombres y las aplicaciones relacionadas, un fondo de pantalla con Gemma, Anne y él apareció y me hizo sonreír de repente.

Mierda, si era el celular de Harry.

—Uh... ¿hola?

Salí de mi trance al escuchar la voz por la bocina, la voz de Harry por la bocina, desactivé el alta voz y lo volví a colocar cerca de mi oreja.

—Bueno, okay... Dios, es tuyo, en realidad es tuyo.

Escuché la risa por el otro lado y me sentí estúpidamente avergonzada. Primero actúo como una total loca, llorando enfrente de él, luego tiro sus cosas, y para colmo me llevo su celular por error, Dios sálvame.

—Si, lo es. Yo solo quería pedirte si podía reunirme en donde te estés quedando para ir por el y yo devolverte el tuyo.

—Harry, la verdad no creo que sea una muy buena idea que nos veamos en mi hotel.

No estaba segura de que quisiera que me vieran con Harry, porque aunque sea su fan, soy una persona muy privada y me gusta estar tranquila, no quiero rumores sobre mi, ni artículos ni nada, no quiero a los medios o chicas rastreandome siempre, y se que Harry tampoco quiere líos como este, porque sé que él no saldrá a desmentir nada, porque no le interesa lo que los medios pinten sobre él, tantos años de ser su fan me han enseñado esas pequeñas cosas sobre él. Claro que amaría verlo, aunque sea solo esta última vez, pero no con todos a nuestro al rededor, juzgando. Se que puedo manejar la situación, porque, bueno, soy una mujer de 22 años, madura y responsable, ya tuve mi momento de pequeña la primera vez que nos vimos.

his fame | harry stylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora