Gusto Perfecto (AV #2)

#20: Natural

    Ahora mismo estaba de camino para el apartamento de Victoria.  Íbamos a tener una cita.  Después de nuestro momento en el restaurante y el pequeño mal entendido, el cual aclaramos.  No estaba intentando humillarla o que se sintiera mal, solo no quería que se sintiera incomoda.  Sabia que tan pronto saliéramos de la oficina todos iban a pensar que paso más de lo que en realidad paso.  Solo nos besamos, que antes que saliéramos de allí nuestros labios tuvieron un encuentro nuevamente.  Salimos por la puerta principal y la mayoría logro disimular su reacción.  Fin fue el que se acercó mucho después cuando pensé que ya lo habían olvidado para decir comentarios estúpidos.  Sobre no imaginar que era así, estar orgulloso y todo ese tipo de idioteces.  Cuando lo amenace con despedirlo fue que se retiró y no volvió a decirme nada. 

    Había pasado dos semanas desde entonces y por más que quería volver a vernos Victoria estaba haciendo muchas cosas y no era posible, pero al fin ambos habíamos encontrado el momento perfecto.  ¿Estaba nervioso? No, pero si muy ansioso.  Además que los comentarios de Stephan no habían ayudado mucho cuando por error lo mencioné en una de nuestras reuniones para ponernos al día. 

    El que se quedó en mi mente es que ahora no tenía a nadie que me impidiera salir con ella, lo cual es un poco ilógico ya que antes era él.  Mi conflicto mayor es que no se que ambos estamos tratando de obtener de todo esto, pero por ahora debo dejar eso al final de mi mente y enfocarme en el ahora.

    Apagué el motor del auto y me baje.  A su petición no voy a subir a buscarla, por lo que le envío un mensaje dejándole saber que ya estoy aquí.  Espero algunos minutos mientras contestó algunos mensajes que me habían llegado cuando estaba conduciendo.  El último que abro es el de Stephan y me arrepiento tan siquiera haberlo echo.

"Disfruta, no lo arruines hombre.  Bésala o algo, aunque no quiero ser tío aún así que cuidado."

    En ese mismo momento escucho la puerta abrirse por lo que guardo el celular y levantó la mirada.  Wow, está preciosa.  Lleva un traje que resalta todo y unos zapatos que hacen que sus piernas se vean estupendas.  Si, soy esa clase de chico que se fija en todos esos detalles.

    Me acerco y le ofrezco mi brazo para ayudarla hasta el auto.  No decimos nada en el corto tramo, le abro la puerta y la ayudo.  Antes de cerrar la puerta me acerco y beso su mejilla.

-Te ves estupenda.-susurro en su oído antes de alejarme.

    Rodeó el auto y una vez dentro, enciendo y vuelvo a mirarla antes de arrancar.  Vamos a ir a comer, pero esta vez no vamos para mí restaurante.  Hice reserva en uno muy popular un poco lejos, pero no es tan elegante como parece su aspecto desde la calle.

-Gracias por aceptar.-dije mirándola.

-Aunque parezca difícil de creer no tenía planes hoy.-dijo encogiéndose de hombros.

-¿Qué? ¿Un viernes por la noche sin planes? Que pecado.-digo con burla.

-Quería salir contigo.-dijo sonriéndome.

-Lo sé, sé que soy difícil de resistir.-dije.

-Oh, el ego.-dijo riendo.

-rei- Estoy contento que hagamos esto.-dije ahora serio.

-Por cierto, ¿Para donde vamos? -cuestiono.

-Un restaurante, el Asun.-menciono.

-Pero eso es muy elegante.-dijo mirando su ropa.

-Estás perfecta, así que tranquila.-dije tomando su mano y dándole un apretón.

-Asumo que ya fuiste.-menciono.

-Correcto, cuando entremos vas a ver de qué hablo.-dije.

-Estoy confiando en ti.-acepto.

-Lo aprecio, ahora cuéntame cómo te va con la academia.-pedi.

-Bastante bien, hemos recibido mucha ayuda económica y pude pagar todas las deudas.  Así que ahora estoy pensando que hacer con el restante.-dijo.

-Eso es muy bueno, ¿Alguna presentación importante pronto? -interrogó.

-No, las chicas están libre.  Aunque yo creo que voy a entrar a un concurso.-compartió.

-¿Cuál concurso? -cuestione.

-El de parejas de ballet y otras danzas.-dijo.

-Oh, sé cuál es.  Mi mamá lo ama.  Ella fue participante por muchos años antes de ganar y después que se retiró fue jueza.-dije.

-Lo sé.-dijo riendo.

    Llegamos al restaurante por lo que me abajo y la ayudo a bajar mientras seguimos con nuestra conversación.  Aunque antes de entrar le doy las llaves al encargado.

-Cierto, cierto.  Se me olvido por un momento que eres una gran fan de mi mamá.-dije mientras entramos.

    Nos llevaron a nuestra mesa después de decir mi nombre.  Ayude a Victoria con la silla y nos dejaron la carta para el vino.  Tenía un ambiente te íntimo, con pocas luces y muchas velas además de decoración en las mesas.

-Si lo dices así, parece que soy alguien obsesionada o algo así.-dijo acusándome.

-No que sepa.-dije burlón mirando el menú.

-Idiota, jamás.  Ava es una mujer grandiosa y muy talentosa, es todo.-recordo.

-Creeme, lo sé.  Recuerda que eres de lo único que mi mamá habla ahora.-dije.

-Cierto, ¿Estás celoso? -interrogó.

-Sinceramente no sé de quién estar más celoso.  De ti porque eres ahora la favorita o de mi mamá por pasar tanto tiempo contigo.-

-Ridículo.-murmuro.

    Aunque pude notar como intentaba ocultar una sonrisa.  Todo iba bien, lo que más me gustaba es que no dejábamos de hablar.  No era una cita incómoda.  Es cierto que no habíamos hablado del beso ni nos habíamos vuelta a besar, pero de mi mente no se había ido.

    Ordenamos el vino y luego nos trajeron los menús de la comida.  Los precios no eran excesivos y los platos tenían mucha comida.  No me gustaban esos restaurantes que cobraban un montón por una porción tan pequeña que era ridícula.

-¿Sabes qué quieres? -cuestione después de escoger.

-Si, voy a probar un poco de este pollo.-dijo.

    Levanté la mano para que así vinieran a pedir nuestra orden.  Cada uno pidió y continuamos hablando de cosas que nos habían pasado desde que nos vimos.  Era como si tuviéramos esta relación de hace mucho, se sentía natural.

    Trajeron nuestra comida y comenzamos a comer. 

-Debes probar esto.-dije mientras cortaba un poco de mi carne y se lo acercaba.

-Mmm, tiene muy buen sabor.-menciono encantada.

-Ahora, ese beso.-dije sonriéndole.