#26: Conquistar

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Cuando ví a Stephan alejarse en la cafetería jamás pensé que era para hablar con Victoria. Volverla a ver fue inesperado, acaba de llegar. Stephan me había buscado en el aeropuerto y necesitaba un poco de cafeína para durar todo el día después de las horas de viaje. La idea era sorprender a mis padres en la casa, no sabían que iba a regresar.

¿Cómo una persona se podía ver mejor que antes, si ya era perfecta? Porque así era como se veía Victoria. Verla con otro no fue lo mejor, me moleste mucho. Por eso no le hable, era mejor que me quedara callado antes de decir algo que después me arrepintiera. Cuando Stephan le pregunto dando a entender que iban o ya vivían juntos, algo dentro de mi quiso llevársela y que no lo volviera a ver. Obviamente no tenía ningún derecho de hacer eso, pero también influenció al ver la familiaridad con la que ella y Stephan hablaban. No estaba enterado de lo que sea que hubiera pasado entre ellos. O sea iban a salir juntos, ¿cuándo? y ¿cómo demonios paso eso? ¿Por qué no sabía?

Salimos de la cafetería y subimos al auto. Antes de que pudiera interrogar a Stephan como tenía pensado hacer hablo.

-Te pongo al tanto ahora.-dijo riendo.

-Tienes mucho que explicar.-exigí.

-Técnicamente, no, pero lo voy a hacer de todos modos.-dijo.

-¿Por qué nunca me dijiste? -cuestione.

-Sencillo, no querias ni mencionar su nombre. ¿Cómo te iba a decir que nos veíamos todo el tiempo en casa de tus padres? -comento.

-No lo sé, pero me hubiera gustado saber.-dije.

-Bueno, pues nos veíamos mucho. Hablamos un poco de todo y me contó sobre su estudio. Nunca te mencioné, por cómo me contaste de como fue su último encuentro no quise ponerla en una posición incomoda.-conto.

-¿Van a salir juntos? -interrogue.

-Si, el sábado. La voy a llevar a una exhibición de arte.-dijo.

-¿Qué? ¿Por qué? -pregunte.

-Somos amigos, las cosas cambiaron un poco mientras no estabas.-menciono como si ya no lo hubiera notado.

-No sé cómo me siento sobre todo esto.-murmuré.

-No te la voy a robar, sabes.-dijo riendo.

-No estamos juntos.-dije encogiendome de hombros.

-Oh no estupideces. Se cuan enamorado de ella estás. Además es como una hermana o algo parecido.-dijo.

Estaba en lo correcto, estaba tratando de disimular como me hacía sentir todo esto. Tal vez no tan bien como quería, pero estaba poniendo de mi parte. Todo el tiempo que estuve alejado tuve algunas citas al principio, pero luego me rendí aceptando la realidad. En todas ellas buscaba a Victoria, sé que estaba mal porque ningúna mujer se merecía que la comparara o la utilizará, por eso dejé de salir.

Era estúpido que estuviera celoso de mi mejor amigo. Sabia que él era la persona más fiel del mundo y el mejor amigo que podía tener.

Mi corazón al verla reaccionó instantáneamente. Me sentí un adolescente de nuevo experimentando con su primer amor. Una parte de mi sabía que ella era la indicada lo cual era un poco irónico, porque no habíamos iniciado una relación en ninguna de las oportunidades que tuvimos. De algo estoy seguro, la voy a conquistar. No sé cómo, pero lo iba a lograr.

El resto del camino fue hablando sobre todo y nada a la vez. Cuando llegamos a casa de mis padres todo fue lágrimas y sonrisas. Mamá al principio no sabía abrazarme o golpearme por no haberle dicho. Papá simplemente me abrazo y me dió una cerveza. Nos pusimos al día rápido. Fue bueno volver a casa, ellos estaban felices de saber que había vuelto para quedarme. El nuevo restaurante estaba funcionando de maravilla y tenía un gerente junto a un chef principal. Todo se manejaba solo y con un poco de supervisión de mi nuevo abogado y contable no debía de cambiar. Sabia que de vez en cuando debía regresar para ver las cosas y sentirme más seguro.

Cuando llegó la hora de Stephan irse lo acompañe hasta la puerta aunque el ya sabía el camino y normalmente entraba o salía cuando quisiera.

-Estoy muy contento de que estés de vuelta y para quedarte.-dijo.

-Yo también, hermano.-dije y lo abrace.

-Necesito que hagas algo por mi.-pidió.

-Claro, lo que sea.-dije.

-Quiero que tú lleves a Victoria a la exhibición.-dijo como si nada.

-¿Sabes lo que me estás pidiendo? -cuestione.

-Que salgas con tu chica.-se encogió de hombros.

-Ese el dilema, no lo es.-dije.

-Por lo tanto, quieres y debes cambiar eso.-dijo.

-Bueno, no es tan fácil. Sabes cómo todo termino.-mencioné.

-Lo se, pero los dos son dos idiotas enamorados hasta más no poder. Es bastante obvio.-dijo riendo.

-¿Lo crees? -cuestione.

-Lo sé, ella está enamorada de ti. Ví como te miro en la cafetería. Era una mezcla de querer besarte y de estar nerviosa de tal manera que las opciones eran huir o tener un vómito verbal.-dijo riendo.

-No lo vi así.-murmuré.

-Lo único que viste fue a Zander junto a tu chica mirando colores. Parecía que iba a decorar su casa juntos, llegué a pensar que la ibas besar para demostrar algún punto o algo por el estilo.-dijo.

-No soy así.-mencioné.

-Ella te hace ser todo lo que no eres y lo sabes.-dijo.

-¿Acaso mientras no estuve te convertirse en cupido o algo? -cuestione cruzando los brazos.

-No, solo noto cosas. Ahora, ¿la vas a llevar? -dijo.

Gusto Perfecto (AV #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora