Está lloviendo de manera descontrolada, nos encontramos dentro del auto en total silencio. Tenía tantas preguntas que quería hacerle a Victoria, pero sabía que no sería muy prudente y mucho más después de ver como más temprano había cambiado de tema y como su cuerpo se tensaba cuando la conversación se dirigía sobre ella y su vida. Lo mas intrigado que me tenía era sobre su estudio y todo eso. Puedo recordarla de la escuela algo que antes no era posible. Había cambiado mucho desde la ultima vez que la había visto. Ella nunca fue una de las chicas populares, pero tenía un grupo de amigas y era bastante alegre en los pasillos. De un momento a otro se convirtió invisible para la mayoría, yo siempre supe de su presencia, pero ella se había encerrado en su propia burbuja y no permitía que nadie se le acercara. Comenzó a cambiar su forma de vestir y si tenías la oportunidad de verla una vez en los pasillos durante el día no volvía a suceder.
Después que ella escogió la fiesta de Stephan sobre la mía me sentí mal, era un chico popular no el mas popular de toda la escuela, pero la gente sabia quien era. Mi fiesta estuvo llena esa noche, pero siempre supe que ella faltaba, recuerdo esa noche buscarla con la esperanza de que hubiera cambiado de opinión y estuviera por alguna pared recargada bebiendo de uno de los famosos rojos mientras hablaba con algunas chicas sobre cualquier cosa. Obviamente eso no paso, el día después Stephan me detuvo cerca de las puertas tan pronto entre en la mañana para dejarme saber como Victoria era la chica mas aburrida de todas y como se había entretenido con otra. Me informo que me había dejado el camino libre para acercarme a ella y aburrirme yo en vez de él. Días después volvimos a hablar por alguna razón que ya no recuerdo y de ahí en adelante poco a poco fuimos hablando mas hasta hacernos amigos inseparables.
Quise acercarme a ella, pero tan pronto la veía ella desaparecía. Muchas veces la vi como subía al auto de su papa con la cabeza baja y sin mirar a nadie. Su caminar cambiaba y a veces parecía hasta que iba a comenzar a correr. Victoria siempre fue una chica linda y sencilla. Eso me gustaba de ella, las demás intentaban ser algo que no eran para llamar la atención con sus ropas en tallas más pequeñas de lo que de verdad eran y con sus rostros con demasiado color. Ella no, ella simplemente era ella. Era y todavía es una chica con una belleza natural que no necesita de maquillaje alguno o de alguna prenda de ropa muy provocadora para llamar la atención de los hombres. No necesitaba esforzarse mucho para ser una distracción o el tema de conversación, solo necesitaba estar.
-No puedo creer que no te reconocí la primera vez que nos vimos. -comente mientras la miraba de reojo.
- ¿Por qué deberías haberlo hecho? -cuestiono.
-Estudiamos juntos además un chico siempre recuerda cuando una chica lo rechaza. -dije lo último en forma de broma.
-Estábamos en la misma escuela, no teníamos ninguna clase juntos. Es lo normal. -dijo.
-Tal vez, ¿no me vas a decir porque nadie sabia que te gustaba bailar? -interrogue de nuevo.
- ¿Por qué quieres saberlo? -cuestiono mirándome.
-Curiosidad. Además, tienes bastante talento, alguien debía de apreciarlo. -dije.
-Gracias, pero no era algo que en mi casa apreciaran o tan siquiera alentaron. -dijo.
- ¿Por qué? -cuestiono.
-Confórmate con saber que mi familia no quería que perdiera mi tiempo en esto. -dijo.
- ¿Piensas lo mismo? -cuestione.
-Me dedico a ello, ¿Qué crees? -dijo.
-Creo que tomaste la mejor decisión, tienes talento y eres natural. -dije.
Después de decirle que tenía talento y que había tomado la mejor decisión en dedicarse en bailar solo me miro. Me miro como si nadie jamás le hubiera dicho lo buena que era, lo cual era imposible ¿cierto? Estuve en mis propios pensamientos por un tiempo hasta que fue necesario que me indicara hacia donde debía de tomar para llevarla a su departamento. Que hacerle muchas preguntas más, pero no la iba a presionar más de lo que ya lo hice. No sabía que pasaba conmigo desde que supe quien era, era como si algo dentro de mi hubiera cambiado. No puedo decir que fue que los sentimientos que antes sentía por ella habían cobrado vida, pero tampoco podía decir que lo contrario. Se que había traído recuerdos y que ahora notaba otras cosas que desde que la volví a ver no veía. Según ella faltaba poco para llegar, pero no podía dejarla ir sin decirle primero algunas cosas. Cosas que posiblemente me hicieran parecer un loco o tal vez me hacían parecer alguien que siempre quiso conocer más de ella, lo cual era cierto. Me detuve frente a su edificio y apagué el auto mientras ponía los seguros para poder hablar sin interrupciones.
-Antes que entres te quiero decir algunas cosas. -dije mientras me acomodaba para quedar de lado en el asiento.
-Bueno. -murmuro haciendo lo mismo.
-En la escuela eras una chica alegre al principio se que de un momento cambiaste e intentaste pasar desapercibida pero siempre te note. No se que paso para que cambiaras, pero quiero decirte que lo siento. No fue algo que yo hice para tener que pedirte perdón, pero quiero hacerlo. Así que lo siento, siento que te haya pasado algo que cambiaras tu personalidad. Lo mas que lamento fue no esforzarme más para hablar contigo y apoyarte. Me gustabas mucho y después de tu rechazo no sabia como acercarme. Siempre que pensaba hacerlo te veía subiendo al auto de tu padre o no te volvía a ver el resto del día. -confesé.
Definitivamente no pensaba decirle la mayoría de lo que acabo de confesar es como si no hubiera podido controlar lo que decía. Su rostro estaba sin alguna expresión alguna así que no podía saber que estaba pensando. Espere pacientemente a que me dijera algo mientras buscaba en su rostro alguna señal de lo que estaba pasando por su mente.-No sabía de nada de lo que acabas de decir y si pase por muchas cosas durante ese tiempo. Gracias por lo que dijiste. La verdad es que no sé qué decir. -murmuro.
-No importa. -dije mientras le quitaba el seguro al auto para que pudiera bajar si así lo quería.
-Gracias por todo. -dijo mientras tomaba sus cosas y ponía su mano en la puerta.
-No tienes que darlas, mañana traeré tu auto. -dije.
-Se me había olvidado. -susurro.
-Si necesitas transporte aquí está mi número. -le dije mientras le pasaba mi tarjeta de trabajo.
Asintió y me quedé ahí hasta que la vi entrar al edificio. Le envié un mensaje a mamá para dejarle saber que no iba regresar. Después empecé a conducir hasta mi apartamento con pensamientos profundos mientras las gotas de agua aun caían del cielo.
ESTÁS LEYENDO
Gusto Perfecto (AV #2)
Romance"Jamás pensé enamorarme de algo ademas de lo que salía de la cocina." Historia de Spike. Para leer esta no es necesario que hayas leído Todo Pasa Por Algo pero si se van a mencionar cosas de la misma. Libro #2 de la Saga Amor Verdadero *No tiene c...