Gusto Perfecto (AV #2)

#32: Un avance y casi reunión

Abrí la puerta de mi apartamento y la dejé pasar primero. Me había encantado conocer a los amigos de Vicky. Entendía porque se llevaban tan bien, de alguna manera u otra se complementaban. Las chicas eran muy amigables y se que quieren que Vicky sea feliz, lo cual automáticamente hace que me agraden. Zander y Gabe a pesar de su rara dinámica, se llevan bien y me alegra no ser el único hombre. Fue divertido poder estar con mi chica y conocer un poco más de su mundo. Zander contó algunas de sus anécdotas por estar siempre rodeados de ellas. Gabe contó un poco de cómo fue su integración al grupo.

    A pesar de haberla pasado bien, estos eran mis momentos favoritos; estar solo con Vicky. Al pasar de las semanas he notado su comodidad conmigo. Ya hemos hablado de sus inseguridades y me hace muy feliz ser esa persona que la apoya y no la limita a que se exprese en su totalidad. Como dije hoy en el bar, veo en mi futuro a Vicky, ya no lo puedo visualizar sin ella. Tal vez es un poco apresurado por el poco tiempo que tenemos como novios, pero desde la escuela me gustó y antes de que me fuera quería estar con ella. Mis sentimientos nunca se fueron y a pesar de que hubo una pausa ahora veo ese tiempo como una prueba de que no importa los obstáculos que nos ponga la vida siempre vamos a regresar al otro. Siempre mi amor por ella existirá y siempre será la persona con la que quiero compartir mi vida.

-¿Tienes ropa o algo que pueda usar? Me gustaría salir de esta ropa.-dijo después de poner sus cosas junto a las mías en el sofá.

-Si, claro. Toma lo que quieras del cuarto. Usa la ducha, mientras voy a buscar postre.-mencioné.

-Gracias.-me beso antes de irse por el pasillo.

    Recordé que tenía un poco de bizcocho que mamá me trajo la última vez que vino, así que lo saque. Busque a ver si quedaba un poco de mantecado de la última vez. A veces hacíamos esto, ella después del trabajo pasaba por aquí y comíamos o simplemente compartíamos un poco; antes de que volviera a su apartamento. En ocasiones yo era el que iba al suyo y luego regresaba a mi apartamento. Me gustaba que ambos pusiéramos de nuestra parte para pasar tiempo juntos, era un poco difícil cuando ambos somos nuestros propios jefes. Es mentira cuando las personas dicen que ser el jefe es más liberal, al contrario tienes que estar pendiente que todo salga de maravilla, por lo que trabajas más horas.

Aún la notaba un poco frustrada por el proyecto de expansión y todo eso, pero lo habíamos hablado múltiples veces. Ella sabe que la apoyo en todo y a pensado en buscar otras personas que pienses de verdad en invertir en su estudio. También a buscado otras opciones por medio de préstamos o hasta algún socio, el problema de un socio es conseguir uno silencioso y que a la larga no se convertía en un problema. Yo no estoy muy convencido con la parte del socio y me gustaría ayudarla de alguna manera, pero se que ella no va aceptar mi dinero. Aunque siendo sincero no es como que pueda sacar esa cantidad con la inversión que acabo de hacer en el otro restaurante m, tal vez en algunos meses. Pero no quiero que sienta que me debe algo o que piense que es algo que voy a usar en su contra de alguna manera u otra. Tenemos más confianza y una relación más saludable que eso, pero aún sus padres no entran en la imagen.

-Tome esto.-dice saliendo del baño con el pelo húmedo.

-No hay problema, mira lo que encontré.-señale.

-Tienes de todo.-dijo una vez a mi lado.

Entre los dos cortamos, servimos y dividimos las porciones. Nos sentamos en el sofá, luego de acomodarnos tome sus pies y los puse en mis muslos.

-Ahora si, ¿Qué pensaste de ellos? -cuestionó.

-Son muy amigables y te veías muy feliz.-conté.

-Si, son los mejores amigos. Estaban ansiosos de conocerte, las chicas me enviaron miles de mensajes desde que nos fuimos.-dijo riendo.

-¿Mensajes? ¿Sobre? -pregunte.

-La mayoría son diciendo que eres muy atento y todo un caballero.-dice.

-¿O sea que fingí bien? -dije serio.

-Eso parece.-dijo sería antes de empezar a reír.

Tome los platos y los puse en la mesa. Vicky se movió hasta estar sentada bajo mi brazo. Nos sonreímos y baje mi rostro para besarla. Esta mujer me tiene loco, es increíble pensar que al fin estoy con la chica que admiraba de lejos desde la escuela. Luego de varios besos y susurros, las cosas se pusieron más apasionadas. Ya no estaba sentada a mi lado y tenía sus manos en mi pelo. Nuestras manos recorrían el cuerpo del otro.

-Me haces feliz.-susurró juntando su frente con la mía.

-Tú a mi.-dije antes de volver a besarla.

Poco a poco nos fuimos moviendo hasta que estábamos en mi cuarto. La ropa fue desapareciendo hasta que nos demostramos el amor que nos tenemos con nuestros cuerpos. Muchos susurros, sonrisas y besos después ambos nos encontrábamos abrazados en la cama.

-Eres increíble.-dije besando su mejilla.

-¿De verdad te gustaba en la escuela? -pregunte de la nada.

-Oh si, pero eso ya lo sabes.-dije riendo.

-Es cierto, pero me gusta que me lo digas.-murmuro besándome el pecho.

-Ok, ahora te lo dire siempre.-mencioné.

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-Mis padres me llamaron.-escuché que Vicky dijo.

    Me encontraba en el baño y ella un estaba en la cama. Desde la tarde/noche con sus amigo en el bar, ella pasaba mucho más tiempo aquí en el apartamento. Ya habían pasado casi cuatro meses y habíamos tenido muchas más salidas en grupo. Pero esa noche era muy importante para mi, además de presentarme a sus amigos, que son las personas que ella considera su familia también dimos un paso en nuestra relación, un avance. Teníamos aún más confianza y ya casi las inseguridades de Vicky no existían. Habían pasado muchas cosas en esos meses. Tuve una conversación con Vicky sobre darle mi apoyo económico para su estudio, pero como supuse se negó. Así que terminó tomando un préstamo y comenzando con el proyecto, siempre sabiendo que si me necesita estaré ahí sin dudar.

    Me sorprendía que supiera de sus padres ya que no habían tenido ningún tipo de contacto. Me preocupaba ahora que aparecieran, no por mi, sino por Vicky. No quiero que sus comentarios o miradas vuelvan a afectarla de ninguna manera. Pero son sus padres y si ella decide reunirse con ellos, iré, porque no pienso dejarla sola.

-Ajá, ¿Qué dijeron? -pregunte entrando al cuarto.

-Quieren verme.-dijo.

¿Y tú? -le pregunte sentándome a su lado.

-Quiero hablar con ellos. Se que he cambiado desde que no sé de ellos, pero quiero darles una última oportunidad. Así que cenaré con ellos mañana.-dijo.

-Ok, voy a ir contigo. Si todo sale bien, pues me conocen. Si no, pues me conocerán, pero no de la misma manera.-dije besándola antes de que pudiera protestar.