#37: Dos años después

549 57 5
                                    

Estar casado con Victoria era maravilloso. Ya llevábamos más dos años como matrimonio y era increíble. Siempre había querido este tipo de relación en la que mi pareja fuera mi mejor amiga, pero que también fuera el amor de mi vida. Ella definitivamente lo era, habíamos decidido disfrutar un poco de esta nueva etapa en nuestras vidas. Nuestra luna de miel había sido en varias islas del caribe, fue un buen cambio y lo disfrutamos completamente. Luego de regresar de ellas cada cual volvió a sus trabajos y poco a poco hemos ido acoplándonos más. Algo que hacíamos era todas las semanas tener un día donde tuviéramos una cita romántica. No importa donde ni como, es simplemente recordarnos lo importante que es el otro y que no importa lo ocupado que estemos con otros aspectos de nuestras vidas debemos sacar el tiempo para estar juntos.

Pocos meses después ya habíamos decorado la casa a nuestro gusto y a pesar de querer llenarla de nuestros hijos queríamos esperar. Queríamos disfrutar del matrimonio y no tener esa presión de cumplir con las expectativas de la sociedad. Ambos nos encontrábamos haciendo algo importante para nosotros en nuestras carreras, yo queriendo perfeccionar todo en ambos restaurantes y Vicky aun quería dar clases, al igual que no tenía todo el personal necesario para poder tomarse el tiempo libre necesario. Nuestra meta era ser padres presentes que pudiéramos disfrutar de cada etapa de ellos y no tener arrepentimientos luego, cuando fuera muy tarde. Tampoco queríamos arrepentirnos luego de no haber disfrutado e ir directamente a esa etapa y que a lo largo fuera un factor para posibles problemas luego. Pero que ingenuos habíamos sido, el haber esperado también resultó ser un factor de problemas.

Resulto que ahora que habíamos decidido que era el momento adecuado, tras múltiples intentos nos habíamos enterado de que era imposible. Todo se complicó cuando Vicky quedo embarazada, pero luego de pocos meses lo perdió involuntariamente. Esto paso una vez más y la primera la superamos, pudimos vivir con el dolor. Con ayuda psicológica y de profesionales logramos a no tener rencores entre nosotros y que nuestra relación no se afectara más, o eso pensaba. Al principio no habíamos querido saber el motivo exacto, pero luego de muchas discusiones fuimos. Victoria no podía tener hijos, nos habían explicado, pero nada de eso nos importaba. Nos importaba el hecho de que no íbamos a poder tener una familia. No sentía que era su culpa, porque no lo era, sentía mucho dolor. Dolor por mí, porque no iba a poder tener un hijo con la mujer que había conocido hace años, con la mujer que sin saberlo ame durante años y con mi mejor amiga. También sentía dolor por ella, aunque al principio no hubiéramos hablado de hijos sabia en su mirada que quería y saber que no era posible para ella me rompía el corazón. Había dejado de dar clases, no era saludable para ella ver a los niños y que fueran un recordatorio a diario sobre lo que no iba a poder tener. Esto fue otro impacto, otra cosa que fue arrebata de su vida sin que se lo mereciera.

Quería arreglar la situación, pero no era doctor, no era científico, no era nadie que pudiera garantizarle un hijo. Simplemente era un hombre que también estaba sufriendo, era un esposo queriendo hacer feliz a su esposa, pero no tenía la manera para hacerlo. Nadie sabía sobre esto y poco a poco nos iba consumiendo. Ahora es como si fuéramos dos extraños compartiendo una casa, compartiendo una cama, pero que no parecían tener nada en común aparte de su dolor.

***********************************************

Estaba rota. Me sentía perdida, sin propósito en la vida. Sabía que ambos queríamos una familia y saber que no era posible es desgarrador. Al principio durante ese primer año, éramos los más felices y sentía que íbamos a estar juntos hasta el final, pero ahora... ahora no estoy tan segura.

Me gustaría que habláramos sobre esto, pero no encuentro manera para hacerlo. ¿Cómo puedes hablar con ese hombre que sería un padre excelente sobre tu, su esposa no poder darle un hijo? Ahora solo trabajaba desde mi estudio en la casa, iba de vez en cuando al estudio por las noches cuando ya no había nadie para verificar que todo estuviera bien y regresaba. Nunca estuvo en mis planes alejarme completamente de esto que tanto amaba, pero vamos tampoco estuvo no poder tener una familia.

Hace unos días tenía una idea en la mente y esta tarde cuando Enzo llegara a la casa se lo iba a decir, creo que es la mejor manera de solucionar por lo menos uno de nuestros problemas. ¿Iba a estar en dolor? Si, pero lo estaba hace un año.

-Llegué! -lo escuché gritar como todos los días.

Esta era una de las pocas veces que hablábamos durante el día. Normalmente hablábamos durante la mañana antes de que se fuera, cuando llegaba y en ocasiones antes de dormir.

-Estoy en la sala, ¿podrías venir? -pregunte.

Era ahora o nunca.

-Hola. -dijo mientras se sentaba en el otro sofá.

-He estado pensando y creo que lo mejor es que nos divorciemos. Así tú puedes realizar una nueva vida y no estarás atado. -comenté lo que llevaba pensando.

- ¿Divorciarnos? ¿Ya no me amas? -dudo.

-No se trata de amor, Enzo. Se trata de que queremos lo mismo, pero, aunque para mí sea imposible para ti no lo es y separados tú lo puedes lograr. -razone.

-Eso es una locura. -dijo alterado.

- ¿Lo es? Enzo somos dos personas viviendo juntas y nada más. Ya no hablamos al menos que sea necesario, no salimos juntos, no has vuelto a ver a mis amigos hace un año y siempre digo que estas ocupado. Lo mismo con Stephan y rara vez vemos junto a tus padres, ya ni nos besamos ¿Crees que es normal? Porque no lo es. -mencione

-Solo estamos pasando por algo difícil, un momento difícil. -murmuro.

-Enzo, esto nunca va a pasar. Nunca tendremos hijos, ¿no lo entiendes? -dije.

- ¿Me amas? -cuestiono.

- ¿Enzo eso no es....../. -me interrumpió.

-Solo dime, ¿lo haces? -pregunto.

-Si. -susurre.

​ Asintió antes de que se levantara y se fuera de la sala. Lo único que escuche fue la puerta principal siendo cerrada. Se había ido.

Gusto Perfecto (AV #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora