06

6.8K 523 423
                                    


—¿Te gustó la salida?

—Me encantó, hace mucho que no me divertía así, además, Finn.... Esta muy, MUY GUAPO.

—¿Y Harry?

—Él no se da cuenta que lo quiero más que un amigo, solo me ve como su gran mejor amiga.

—Claro que no ade....—me llego una notificación.

@jaeden_wes ha comenzado a seguirte.

¿Cómo?

¿Qué está pasando?

¿Qué no se supone que me odia?

¿Qué no soy insoportable para él?

Nunca me habla.

—Wow— fue lo único que pude decir.

—¿Qué pasa? —Hannah me habló.

—Mira esto —le entregué mi celular.

—Haber cuando me lo presentas.

—¡No, él es mio! — si claro _____...

—¿Son novios?

Ojalápensé.

—Él me odia.

—Pues como no... —me miro con una manera de desagrado.

—¡Grosera!

—Sabes que te amo.

—Pero no, no es mi novio, es más, ni sé si es mi amigo.

@jaeden_martell ha comentado en tu foto: 🖤.

Lo único que pude hacer fue darle "me gusta" a su comentario.

Fue un día lleno de muchas cosas. Es mejor ir a dormir.

(...)

—Hola _____.

—Hola Sophi...

—¿Qué pasa?

—Ayer me paso algo raro.

—¿Qué?

—Jaeden... Me comenzó a seguir, le gustó mi foto y comentó.

—Iugh.

—¿Por qué esa expresión?

—Él psicópata te sigue.

—No quiero empezar con esas burlas hacia él.

El maestro llegó y Jaeden llegó detrás  de él.

—Hola Jae— susurré.

—Hola Coleman.

—Muy bien jóvenes, hoy trabajaremos en parejas — Sophia y yo nos volteamos a ver —Pero las parejas las voy a hacer yo—tomó su computadora —Veamos... Señor Martell, escoja un número del 1 al 14.

—14.

—Que inteligente Martellpensé.

—Trabajaras con Lillis... Espera, Coleman, con ella.

—¡Si!— pensé.

—Genial — le dije.

—Supongo– hizo una pequeña mueca.

Tengo que trabajar a que este chico sea más seguro de si mismo.

(...)

—¡Jaeden!– acelere mi paso y lo alcance, tomé su hombro.

—¿Si?– se dio la media vuelta.

—¿Te espero en mi casa a las 3 para hacer el trabajo?

—Okey.

– ¿Me puedes pasar tu número para ponernos en contacto?- sonreí ligeramente.

Él sacó una pluma de su bolsillo de afuera de su mochila, tomó mi mano y empezó a escribir en ella su número, tenía la tapa de la pluma es su boca. Cuando terminó guardó su pluma y me sonrió, indicando que tenía que irse.

—Adiós —le di un beso en la mejilla y me fui antes de que dijera algo.

PSICÓPATA  || JAEDEN MARTELLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora