20

4.6K 339 88
                                    


Maratón 3/3
La noche iba de maravilla, mi hermana estaba muy feliz y con la compañía de Jack, todo estaba perfecto.

—¿Y Jaeden?—soltó de golpe.

—¿Qué?

—Sí, ¿qué ha pasado entre ustedes dos? —me miró.

—Pues nada. Solo amigos.

—¡Harry! —gritó de repente Hannah.

Ay no, eso quiere decir que aquí está...

—¡Jaeden, amigo! —se saludaron Jack y Jaeden.

¿Y estos desde cuándo son amigos?.

—Mira, aquí está _____—Jack me dio un pequeño empujón hacia Jaeden.

Después de lo que vi en la mañana, desearía ya no verlo nunca a la cara.

—H-hola Jae.

Él solo me saludo con la mano.

El ambiente se estaba poniendo un poco incómodo.

—Sigamos pidiendo dulces, aun es muy temprano —habló Harry.

(...)

Hannah quiso invitar a Harry a la casa, por lo que ellos ya se habían ido.

Jack nos contó que en la casa de un amigo había organizado una fiesta, por lo que nos invitó, no quería estar sola con Jaeden, así que tuve la grandiosa idea de invitar a Sophia.

Jack invitó a los demás chicos y nos dirigimos al lugar.
Al llegar el ambiente estaba genial, no eran esas típicas fiestas en las que llegabas y ya todos estaban teniendo sexo por todas partes, otros ya borrachos y otros fumando.

Las personas eran tranquilas, otros bailando, otros en la barra de bebidas, claro, no lo negaré que habían parejas besándose pero nada más.

Decidí entrar al baño, le pregunté a una chica y me dio las indicaciones, entré e hice lo que tenía que hacer, lave mis manos y salí. La casa era tan grande que no sabía en donde estaba.
Miraba a mis alrededores y vi a Jaeden tomando la mano de una chica. No había nada malo, supongo que solo son amigos y ya, nada de que preocuparse.

(...)

—Anda, solo uno y te vas a tu casa —Wyatt me entregó un vaso con un líquido color azul.

—No gracias, no quiero tomar.

—Solo una, no te hará daño.

Me extendía el vaso, una no hace daño, siempre hay una primera vez para todo.

La tomé y en mi garganta se sentía una sensación extraña, me ardía, pero en sabor era... ¿Cómo decirlo?. ¡Increíble!. Fui a la barra y pedí una más, una tras otra, sin parar. Wyatt me acompañaba y me pedía diferentes bebidas.

(...)

—Otra y nos vamos, lo prometo —dije.

El chico me miraba un poco desconfiado, aún estaba un poco sobria como para mantener el equilibrio y analizar un poco más las cosas. "No estaba tan mal".

—¿_______?

—¿Y tú quién eres?

—Deja de tomar.

—No —me di la vuelta y apenas pude girar sobre mi eje.

—Dame ese vaso— me lo quitó.

—¿Qué te pasa?, tú no eres nadie, no tienes por qué quitarme la diversión.

—Estás muy tomada, te llevaré a tu casa, gracias por nada Wyatt— me cargó y me llevo a su auto.

No sabía que tenía auto... ¿O lo olvidé?.

























PSICÓPATA  || JAEDEN MARTELLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora