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-¿Cómo?

-Se a lo que te dedicas ____. Lo sé todo.

-¿Y cómo para qué me espías?-envíe el mensaje.

-Quiero mantenerte a salvo, solo eso.

-¿Sabes todo entonces?

-Así es.

-Oye, no es bueno hablar sobre esto por este medio. Mejor te veo en el lugar especial a las 5 pm.

-Adiós.

¡Tonta, tonta, tonta!.
¿Por qué no puedes disimular un poco más _______?
Diego me matará. Todo se fue a la basura, adiós Hannah y Angela.

(...)

-Hannah, dile por favor a Angela que saldré a la plaza.

Asintió y cerré la puerta de su cuarto. Tomé mi chamarra y me dirigí al lugar mencionado.

Llegué y lo vi ahí sentado, sus codos sobre sus piernas y la cabeza baja. Rezaba por qué todo salga bien, que no salga ningún herido.

-Hola- me miró y regresó a su posición original- Escucha, no me importa que no me saludes, solo quiero que me comprendas. Preguntas y reclamos hasta el final- asintió- mi hermanastro, Diego, se dedica a el mercado negro junto con mi padrastro, el me obligó a cambio de tener dinero, medicamentos para mi hermana y cuidados para Angela. La paga es muy buena, me ayuda bastante para mantener el hogar. Hasta ahora no ha pasado nada malo. Como he tenido insomnio, Diego me dio unas pastillas para el sueño y me son de gran ayuda. Eso es todo, puedes hablar.

-Gracias. ________, esas pastillas que te "ayudan" hacen totalmente lo contrario, no son pastillas comunes para el insomnio. Contienen nicotina. Me puse a investigar y es verdad, son para personas de 18 en adelante. Por lo que más quieras ya no las tomes, consulta con un doctor. Y por lo de tu "gran trabajo", yo no puedo meterme en eso, es tu decisión, si no lo quieres dejar, allá tú, mantente a las concecuencias.

Esas palabras me habían dejado muy pensativa. Me sentía demasiado tonta como para no asimilar sobre esas pastillas. Como no pude darme cuenta antes.

-Me siento como una estúpida.

-Me limítare a decirtelo.

-Eres el indicado, anda, dilo-miraba a la nada.

-Eres una estúpida- recargue mi cabeza en su hombro y suspiré.

-Gracias por hacerme darme cuenta de todo, te amo-salieron de nuevo esas palabras de mi boca.

Se volteó, me miró y sonrió.

-Yo más.

No hubo beso, solo quería la compañía de alguien especial en estos momentos y esas palabras que te hacen reflexionar y a quitarte la venda de los ojos para darte cuenta de lo que en verdad importa.





































PSICÓPATA  || JAEDEN MARTELLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora