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11:50 am

—______, ¿cómo me veo? — se paró frente a mi y me modelo lo que traía puesto.

—Me encanta, te ves hermosa— dije para después soltar un suspiro.

—Oh vamos, no te pongas así— se cruzó de brazos.

—Es que hace mucho no te veía así, tan entusiasmada. Me encanta verte feliz.

Veía la cara de Hannah, con ganas de aguantarse de hacer una cara de nostalgia. Solo se acercó y me dio un abrazo.

—Mira lo que te compré— saqué de mi mochila un caja muy pequeña. — es un collar, espero te guste.

—¡Es hermoso! ¿Lo puedo usar?

—Claro que si, para eso es.

Le ayude a ponérselo, se le ve muy bien.

—Iré a arreglar unos detalles para cuando Isabela llegue—dijo para después correr a las escaleras e ir a su cuarto.

—Me encanta verlas así, juntas y felices— Angela salió de la cocina.

No dije nada, solo le dediqué una linda sonrisa.
Tocaron la puerta, debe de ser Isabela y su madre.

—¡Por dios mirate ______! Sigues igual de hermosa— habló Mary la mamá de Isa.

—Me alegra verlas otra vez— las saludé con un beso en la mejilla— pero pasen, no se queden ahí afuera.

Entraron y se quedaron asombradas al ver la casa, la verdad, la casa cada vez fue mejorando y se ve muy linda.

—Cuando le dije a Hannah que estabas aquí se puso tan feliz—sonreí.

—Quiero muchísimo a Hannah y no me perdería la oportunidad de verla otra vez— dijo Isabela.

—¡Isabela! — gritó Hannah al bajar las escaleras.

Las dos niñas corrieron a darse un fuerte abrazo. Se separaron y habían derramado unas cuantas lágrimas.

—No me perderé este asombroso encuentro, anden, parense ahí para tomarles una foto— Mary sacó su teléfono.

Las dos posaron, foto tras foto.
Yo tomé un video de cuando se volvieron a ver.

(...)

1:40 pm

Estaba con Angela platicando en la cocina cuando tocaron el timbre.
Arreglé mi blusa y mi cabello antes de abrir la puerta.

—Hola— dijo un chico detrás de un pequeño ramo de flores.

—¡Jaeden!—dije con entusiasmo.

—Toma, son para ti— extendió el ramo y las tomé.

—Son hermosas, ¿y esto, a que se debe?

—Pues solo quise ser un poco más detallista. Es un tipo agradecimiento.

—¿Agradecimiento de...?

—Contigo todo a sido diferente, no te importó lo que decían de mi y me ayudaste en mis momentos de ansiedad.

Me pare de puntas y le di un pequeño beso en la comisura de sus labios, sus mejillas tomaron un ligero color rojo.

Fui a la cocina y tomé un florero y puse las flores, tenía pensado ponerlo en mi mueble a lado de mi cama.

—¿Subimos? —dije.

—Claro, después de ti.

Subimos las escaleras y entramos a mi cuarto.

PSICÓPATA  || JAEDEN MARTELLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora