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Después de instalarse se tumbaron un rato en el sofá a ver la televisión. Amaia no estaba haciendo mucho caso ya que estaba revisando las redes sociales, cosa que nunca hacía ya que no le gustaban mucho. Creía que la gente no se mostraba como era de verdad y no le salía grabarse un instastorie cuando estaba disfrutando algo de su día a día era una cosa que no iba con ella, pero siempre estaba guay cotillear los perfiles de la gente.

Después de estar un rato ojeando el Instagram decidió hablar un rato por WhatsApp por el grupo que tenían de los de Pamplona. Puso un simple mensaje de "Ya he llegado, gracias por preguntar y eso"

Y es que desde que hace un mes avisó a sus amigos que se iba, empezaron a cambiar mucho con ella ya casi no la llamaban para quedar casi nunca y no se molestaron en ir el día anterior a su casa para despedirse. Todos menos Mario que solía estar igual de sonriente y majo que siempre.

Como nadie contestaba a su mensaje decidió irse a su habitación a tocar un rato la guitarra. Versionó varias canciones, desde C. Tangana hasta el Canto del Loco, sin ningún tipo de dificultad.

Pasaron bastantes horas y estaba tan inmersa en una canción del Kanka de no se dio cuenta que Ángela la estaba llamando desde la puerta de su habitación. Amaia se asustó al ver la figura de su hermana en la puerta enfadada porque no le hacía caso.

-Enana, vamos a ir a comer algo yo y el tío al centro comercial de aquí al lado ¿te vienes?

-Sí ya voy- dijo levantándose de la cama y dejando la guitarra en el soporte de al lado del piano.

Centro comercial, Barcelona 14.30

A Amaia le rugían las tripas y no estaba participando en la conversación que estaban manteniendo su tío y su hermana sobre la universidad de esta última. Ella estaba en su mundo mirando los escaparates de algunas tiendas y emocionándose al ver diferentes prendas que le gustaban.

Llegaron al restaurante y se sentaron en la mesa más próxima a la ventana, les tomaron la comanda y dijeron que en 10 minutos tendrían la comida.

-Amaia, recuerda que esta tarde tienes que ir a inscribirte en el conservatorio- dijo su tío mientras bebía un trago de su cerveza. Amaia simplemente asintió.

-Yo te acompañaré hasta allí para que sepas qué camino tomar, está muy cerca de vuestra casa así que no tendrás que coger ningún tipo de transporte público. A demás seguro que harás algún amigo que viva cerca de vosotras y podréis ir juntos al conservatorio.

-Sí, estaría bien tener algún amigo para que los días fueran más amenos...- dijo Amaia y volvió a mirar por la ventana. Todavía no habían contestado a su mensaje ninguno de sus amigos y eso hizo que estuviera triste, porque sabía que algo había cambiado y que ahora solo tenía a su hermana como única amiga. Gabriel se fue al baño y Ángela aprovecho para decirle a su hermana el plan que tenía.

-Oye Amaia- comenzó Ángela- esta tarde he quedado para cenar con Martí- dijo sonriente- si te quieres venir... no creo que le importe

-Ehh, no gracias, paso de ser la sujeta velas de nadie, pásatelo bien y no vuelvas muy tarde.

En el fondo Ángela estaba deseando que dijera eso, quería estar a solas con Martí ya que le ha parecido un chico muy especial y bueno, es su primer amigo de Barcelona.

-Vale, pero bueno si te pasa algo me llamas corriendo. - En ese momento llegó Gabriel del baño y trajeron la comida, estuvieron charlando de Pamplona y de temas familiares durante todo lo que quedaba de comida y se fueron a casa. 

NOVATA | ALMAIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora