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Amaia se levantó un poco más tarde de lo normal. No había dormido muy bien, de hecho, se fue a la cama muy nerviosa por el suceso de ayer por la noche. No se lo había contado a su hermana porque le iba a dar más importancia de la que realmente tenía.

Eran la 13.00. Ya había desayunado y se había vestido con un pantalón de flores y un body de color negro. No se había maquillado ni pensaba hacerlo. Estaba en sofá tirada mirando el móvil. Todavía estaba un poco triste por lo de sus amigos de Pamplona, pero, en el fondo, ella sabía que tarde o temprano iba a pasar, decidió pasar página y no pensar más en ello.

Su hermana no estaba en casa, había salido a la compra y Amaia se estaba aburriendo mucho. Decidió ir un rato a tocar el piano a la habitación y así podía desfogarse y hacer tiempo hasta que su hermana volviera. Estaba por la tercera pieza del repertorio que solía tocar siempre cuando una notificación asaltó su móvil.

Conversación de WhatsApp:

Número desconocido: Hola Amaia, ¿Qué tal?

Amaia: ¿Quién eres?

Número desconocido: Me conoces, solo te voy a decir eso.

Amaia: bueno pues que te den

Número desconocido: JAJAJA como se pica la novatilla...

Amaia: ¿Alfred?

Número desconocido: El mismo

Amaia: ¿¡Y como coño has conseguido mi número!?

Alfred: ey eyyy, calma niña...

Amaia: ¿Qué me calme?

Alfred: Tengo contactos en el conservatorio...Bueno que te escribía para pedirte perdón

Amaia: ¿A mí?

Alfred: Sí, fui un gilipollas ayer en el conservatorio

Amaia: Estoy de acuerdo

Alfred: Ya... y que quiero empezar con buen pie contigo...

Amaia: Sigo de acuerdo

Alfred: ¿Entonces? ¿Som amics?

Amaia: Som

Amaia sonrió ante esta conversación, le estaba empezando a interesar este chico. No sé, al final puede que no sea tan arrogante, pero también había una cosa que le chirriaba de este: ¿Contactos? ¿Quién?

Alfred: Oye, esta tarde creo que nos vemos. No me eches mucho de menos hasta esa hora ;)

Amaia dejó el mensaje en leído. "Chulo", pensó. Pero la chulería que tenía ahora, a ojos de Amaia, era totalmente diferente, el hecho de que le haya pedido perdón ha hecho que la mentalidad de esta cambiara. Una sonrisa tonta se le había dibujado en el rostro tras esa conversación y amenazaba con no quitarse en todo el día.

Sonaron unas llaves y la puerta se abrió, entró su hermana con una bolsa del supermercado en la mano. Amaia había vuelto al salón después de la conversación con Alfred, seguía sonriente y alegre.

-¿Me puedes ayudar? Hay más bolsas en el portal- dijo Ángela mientras entraba en casa.

Amaia no contestó, con una sonrisa se levantó del sofá y fue hacia el portal. Ángela la miró extrañada, ¿Y ese cambio de actitud? Su hermana era cada vez más rara.

Amaia bajó las escaleras y cogió las dos bolsas que quedaban en el portal, pero antes de subir las escaleras, algo le llamó la atención. Había una nota pegada en su buzón ¿Pero qué coño? Cogió la nota en la que ponía "PARA AMAIA"

Amaia sonrió, no sabe muy bien por qué, pero tenía el presentimiento de saber quién era el emisor del mensaje. Desdobló la nota y vio su contenido, con la misma letra ponía "Te recojo para ir juntos al conservatorio. Firmado: SR IRRESISTIBLE"

Amaia sonrió. "Este hombre está loco" y subió las escaleras, mientas se guardaba la nota en el bolsillo trasero.

-¿Amaia? ¿Y las bolsas? -dijo su hermana mientras se acercaba a una Amaia totalmente despistada

-¡Hostia!- y se fue corriendo otra vez hacia el portal. Cogió las bolsas y subió rápido.

Ángela la esperaba con cara de asombro.

-¿Pero porque estas tan despistada? Y tan...- Ángela se pensó dos veces lo que iba a decir- Subida de ánimo.

-Lo de despistada lo llevo desde que nací y lo el ánimo...No sé -dudó- A veces, pasan cosas en la vida que te hacen pensar, y ellos no me merecen- Ángela se acercó a su hermana y la abrazó, se alegraba mucho de que no estuviera triste. Aunque Amaia había dicho eso para despistar, tenía claro que no iba a contarle, de momento, nada de Alfred, por lo que pudiera pasar.

-¿Lista para tu primer día?- dijo acariciándola suavemente el brazo. Amaia solo asintió sonriente y se fue hacia la nevera para coger un poco de agua, entre tanto subir y bajar se había quedado seca.

El timbre sonó, Ángela fue a abrir mientras Amaia seguía bebiendo lentamente en la cocina.

Una chica bajita de la misma edad de Amaia más o menos con un flequillo, se encontraba en la puerta, saludó a Ángela con una sonrisa y dos besos.

-¡Hola! Tú debes de ser Aitana, me dijo tu hermano que ibas a venir, pero pensaba que vendrías por la tarde- dijo Ángela con una sonrisa. - Pasa, pasa- dijo apartándose de la puerta.

-Sí, es que mi hermano es muy pesado y dice que por la tarde no iba a estar mucho tiempo ene l conservatorio yq eu le tenía que dar esto a Amaia ya.

Al oír su nombre, Amaia, se acercó a la puerta a ver quién era. Ángela que se dio cuenta de la presencia de su hermana, se acercó y dijo:

-Amaia, esta es Aitana, la hermana de Martí. También estudia en el conservatorio.

-Hola, encantada- dijo Amaia dándola dos besos.

-Hola, sí, estoy en canto. He venido para darte el carnet del conservatorio. - se acercó al oído de Amaia y susurró- y también es que mi hermano, me utiliza para ligar- Amaia rio.

Esta chica era muy maja, además iba también al conservatorio a lo mejor podían ser amigas. Su primera amiga en Barcelona, que guay. Porque Alfred no cuenta como amigo, de momento. A lo mejor Aitana sabía algo de Alfred, después le preguntaría en el conservatorio.

-¿Qué tramáis vosotras dos?- dijo Ángela ante tanto secretismo

-Nada nada- respondió Aitana- bueno pues yo ya me voy, muchas gracias por ser tan majas.

-Maja tú- dijo Amaia- ¿No te quieres quedar a comer?

-Mmm... ahora le pregunto a mi hermano- Aitana cogió el móvil y puso unos WhatsApp a su hermano- dice que vale que ya comerá él solo, exagerado.

-Ay que mono- dijo Ángela. Amaia y Aitana se miraron cómplices y rieron a carcajada limpia, se iban a llevar muy bien estas dos. 

NOVATA | ALMAIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora